Gran día

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Gran día

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Cuando Killua se cansaba de esperar, pensaba en un par de cosas a futuro y esperaba que los pensamientos lo llevaran hasta dormirse. Solo que esta vez, la noche era especialmente fría y la lluvia traía consigo una sensación melancólica que no le gustaba.

Por desgracia, solo le quedaba extrañar a Kurapika hasta que volviera.

Le irritaba el lento paso de las horas, el aburrimiento de estar todo el día encerrado en el apartamento por causa de la lluvia en la calle y los truenos que amenazan con cortar el cable.

En algún momento se quedó dormido y no abrió los ojos hasta que un peso extra en la cama le resto espacio y sintió que le peinaban el cabello.

- Te tardaste.

- Discúlpame por eso- El ojigris presiono los labios sobre la frente del chico, justo entre las cejas- ¿Cómo ha estado tu día?

- Nada divertido.

El niño se metió bajo las sabanas y Kurapika pensó que estaba muy molesto como para mirarlo. Todo lo contrario, el albino se le coló en la ropa, muy quitado de la pena.

Killua se fregó a su pecho como gato estirando las patas.

- Te pedí que regresaras para que tomaras un descanso y no me hiciste caso.

- Tenía mucho que hacer.

- Me gusta tener a un novio ambicioso pero...- Killua apoyo la cabeza entre los pectorales levemente marcados del rubio- Ten límites. Vuelve más temprano que aquí es aburrido.

- Yo también te extrañe.

Kurapika lo encerró en un brazo, pese a que las puntas de ese cabello blanco le daban cosquillas En secreto, Killua agradeció que mantuvieran esa posición, quería seguir escuchando a ese corazón palpitando a su lado.

- Estás cansado, ¿no? Duerme, hoy no te pateare.

- Eres un chico amable, ¿sabes?

Vio al niño bajo su barbilla, lucia infinitamente tierno acurrado junto a él.

Fue bastante agradable sentir la calentura de las mejillas del joven en su torso, como lo fue sentir a esas pequeñas manos apoyándose en su cintura. Por esto regreso, su mutua cercanía lo reconfortaba más que una larga noche de sueño lejos de casa.

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A Killua lo sorprendió en grande que fueran las diez de la mañana y que el Kuruta ya estuviera levantado, rompiendo su abrazo nocturno sin avisarle.

- ¿Porque te has levantado antes?

- Quería ponerme al día con la casa- Apunto al basurero lleno de envoltorios de dulce y la alfombra convertida en campo de azúcar- Tus mañas son difíciles de quitar, aun viviendo conmigo.

- No me hagas elegir, sabes lo que amo.

- ¿Chocorobot está por encima de mí?

- No, quien esta primero es Alluka.

- ¿El segundo soy yo o tu dulce?

Killua se mordió el labio inferior, frotándose el hombro.

- Están empatados.

- Vaya. Pensé que estaba al mismo nivel que Gon.

- Gon es mi mejor amigo y la verdad, sí, ambos estaban iguales...- Bajo la voz, resentido- Hasta que se juntó con Hisoka y perdió varios puntos.

Extrañas fijacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora