My new life. My new family.

14

Dick me pasó unos pañuelos para mis lágrimas, era la escena más triste de la película. Los chicos habían accedido a mi petición de ver una de romance. A Damián y Jason les parecía absurdo, a Tim no le importaba y Dick.. el lloraba junto conmigo. Tuve que posponer mi reunión con Lucy, pasar tiempo con mi familia valía más la pena.
-Palomitas, por favor.- Dije estirando mi mano para poder agarrar del tazón
que Jason tenía.
-¡No!- Contestó dándome un manotazo de forma infantil.
-¡Dame!- Dije tratando de agarrar pero el se alejó de mí empujando a Tim, el cual empujó a Damián provocando que este se enojara.
-¡Drake!
-¡Yo no fui!
-¡Dame!- Volví a exigir dejando de prestar atención a la película. Ya la había visto cientos de veces.
-¿Quieres?- Preguntó retador.
-¡Si!- Conteste de la misma forma.
-¡Toma!- Me aventó palomitas a la cara.
-¿Con qué quieres jugar?- Mientras el se reía de mí, yo aproveche para quitarle del bocadillo y aventárselo, sin embargo se agachó causando que fueran directo al rostro de Tim.
-¡Oye!
Dami empezó a reírse así que Drake le lanzó palomitas .
-¡¿Tú también quieres jugar?!- Y así empezó la guerra.
Dick estaba concentrado limpiando sus lágrimas a causa de la película cuando sin querer le tocó recibir un puñado de
la comida.
-¡Hey!- También se unió al juego.
-¡No se metan con una chica!- Mencioné lanzando palomitas al azar, en su mayoría cayeron en la cara de Jason.
-¡Tú no te metas con Red Hood!
Estábamos muy concentrados en nuestra guerra que no nos dimos cuenta que Alfred nos miraba con una sonrisa.
-Me alegra que sean tan unidos así será más fácil recoger el desorden de está habitación, jóvenes amos.- Todos volteamos a verlo con una expresión de inocencia.
Mi cabello estaba lleno de palomitas, gomitas y toda clase de golosinas que tomamos para nuestro juego.
Empezamos a recoger nuestro desastre, es más divertido cuando jugamos y nos arrojamos cosas que cuando limpiamos.
-Yo tengo una pregunta.- Mencione una vez que terminamos de limpiar.
-¿Cuál?- Dijo Jason.
-¿Cómo es que Bruce adoptó a 3 chicos? Quiero decir... ustedes tienen una historia de cómo llegaron aquí ¿cierto? Y ¿por qué Damián es sólo hijo de Bruce? Él siempre está mencionando esos dos aspectos .- Hable mirando a los chicos.
-Entonces, ¿tú quieres conocer más sobre nosotros? - Cuestionó Tim a lo que yo asentí.
-Pues... vamos a sentarnos primero.- Dijo el mayor de nosotros sentándose, hicimos lo mismo.

Después de escuchar todo lo que me dijeron los chicos -cada quien a su manera, pues Dick y Tim eran un poco más abiertos- mis ojos se llenaban de lagrimas.
-Me siento tan mal... digo, yo me quejo de todo lo que me ha estado pasando y ustedes... son realmente... me hacen llorar.- Dije con lágrimas rodando por mis mejillas.-Lo siento... no era mi intención hacerles recordar todo por lo que han pasado.
-Tranquila, ¿recuerdas que para ayudarnos necesitamos confianza? - Asentí limpiando mis lágrimas por lo que Dick me dijo.
-De grande quiero ser como ustedes... fuerte, inteligente y hermosa.
-Ha dicho que soy hermoso.- Exclamó Jason en tono divo.
-¡Ey! Hable en general.- Reí. Son chicos tan increíbles y me sorprende más Dick pues en el tiempo que llevó viviendo en la mansión nunca lo he visto triste. Siempre está mostrando una sonrisa que en su mayoría es contagiosa.
-Bien, es tu turno Adele.- Dijo Tim sonriéndome.
-De acuerdo... como ya saben soy hija de dos policías, unos muy respetados. Siempre me estaban protegiendo de cualquier cosa que pareciera peligro... tenían muchos amigos y a todos ellos los consideraba mi familia.- Sonreí ante los múltiples recuerdos que se me vinieron al hablar de mi familia adoptiva, a veces me molestaba la sobreprotección de Julia y Michael pero... todo era por mi bien.- Ellos eran geniales ¿saben? Era la más pequeña de esa familia y por lo tanto la más consentida. Los extraño... aunque hay algo que me consuela.
-¿Qué?
-Mi nueva familia.
-Awww, ven acá.- Dijo Dick abrazándome fuerte.-Ella es tan abrazable.
-Supongo que gracias.- Mencioné alejándome de Grayson.- ¿Eres siempre así? ¿Muy empalagoso?
-Oh, si. A veces es insoportable.- Comentó Damián mirando con desagrado al dulce Dicky.
-¡Vamos! Sé que me aman.
-Pero no es necesario que exageres.- Creo que el pequeño demonio, como Jay lo llama, tiene un trauma con el mayor de los hermanos.
-¡Ven acá! Sé que también quieres un abrazo.- Richard empezó a seguir a Damián para poder apapacharlo.
-¡Aléjate de mi Grayson! O te cortaré la cabeza con mi katana.
-¿Tiene una katana?- Pregunté impresionada.
-Si y un montón de armas más.- Contestó Tim admirando la divertida escena.
-Ese niño no es normal.
-Nadie es normal aquí enana.- Voltee a ver al de mechón blanco indignada. -¿Qué? ¿Cuánto mides? ¿1.50?
-Uno cincuenta y cinco... creo, no he ido al médico...¡Eso no importa! No me digas así.-Todd comenzó a reírse de mí y yo me moleste más ¿qué tiene de malo ser pequeña? Tiene sus ventajas. Una vez jugando a las escondidas me metí a una maleta y gané el juego.
-No le prestes atención, también le llama así al demonio.- Drake trató de darme ánimos.
-Es que eres tan pequeñita como un minion.- Se burló comparando su altura con la mía.
-¿A si? Pues tú estás muy viejo y feo.- Mencione sacándole la lengua de forma infantil.

Por la tarde volvimos a ver una película, pero está vez de terror. Damián le dejó el ojo morado a Richard cuando este lo abrazo, yo dejé despeinado, arañado y en resumen todo maltratado a Jason porque no dejó de molestarme. Pensé que se enojaría pero dijo: "tengan cuidado, es una enana diabólica como Damián".
Al final nos quedamos dormidos, sólo alcance a escuchar: "se ven tan adorables...me gusta encontrarlos así".

Desperté en mi habitación gracias al sonido de la alarma, talle mis ojos y me levanté a lavarme los dientes. Una vez que me vestí con el uniforme bajé a la cocina en donde encontré a Alfred y Bruce hablando. Vi la hora en mi teléfono, se supone que Tim y Damián deberían estar listos.
-Hola.- Bruce volteó a verme y sonrío.
-Buenos días Señorita.- Habló Alfred amablemente retirándose del lugar.
-Los chicos no irán a la escuela.
-Oh, por eso no los veía, ¿asuntos de esos?
-Si, asuntos de esos.- Contestó sabiendo a que me refería.- Yo te llevaré a la escuela.
-¿Tú?- Pregunté frunciendo el ceño.
-Si, cuando estés lista iremos.
-Claro.- Salí de la cocina. Mi teléfono empezó a sonar, era una llamada de Lucy.
-¿Hola?
-Lucy, ¿qué pasa?
-¿Hoy si podemos vernos?
-Si, lo siento por haber cancelado.
-No te preocupes.
-Misma hora y lugar ¿si? Tengo que ir a la escuela, nos vemos.- Finalize la llamada y fui con Bruce para que me llevará.
Aún no sé que pasará con Taylor y mi proyecto... ¡mi proyecto! Es súper importante y debe ser súper perfecto. Los chicos hicieron que me olvidará de todas las cosas importantes.
Subí al coche y "mi padre " empezó a conducir. Había un silencio ¿incómodo? Sip, era incómodo. Iba en el asiento del copiloto así que decidí prender la radio, empezó a sonar una canción de Demi Lovato, específicamente Stone Cold. Amo esa canción. Empecé a tararear la canción, luego a cantar en voz baja, después fui subiendo el volumen y finalmente vinieron las notas altas y no me contuve... así que... imaginando que era la mismísima Demi y me encontraba en un concierto canté con sentimiento, con todo el corazón... y si, llame la atención de Bruce.
-Me emocioné... creo.- Dije hundiéndome en el asiento.
Wayne sonrío, más bien, creo que no se rió por educación.
Esta parte de mi vida jamás la olvidaré. Canté frente a Batman.

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