-Baby troll Wayne a Nalwing, ¿dónde estás? Y por cierto ¿quién puso los nombres?
-Yo.
-Y ¿por qué tú eres Sexy Robin? ¿no pudiste elegir uno mejor para nosotros?
-Es el que mejor les quedaba o al menos el más corto...o ¿preferían clon diablilla de la bolita de odio y Richard el mil novias sin reputación...?
-¡Basta! No le quites la poca dignidad que le queda.
¿Se preguntarán que estábamos haciendo? Bien, resulta que Jay, Dick y yo teníamos prohibido salir de la mansión, tomar uno de los automóviles de papá, entrar a la cocina a robar a galletas, usar nuestros celulares, en pocas palabras estábamos castigados. Tim y Damián eran nuestros niñeros, ellos debían impedir que hiciéramos algo de lo que nos habían prohibido, así que usábamos walkie-talkie para comunicarnos y así poder realizar nuestro maravilloso plan. Ahora se preguntarán ¿por qué estamos castigados? Bien, resulta que Jay y Dick se agarraron a trancazos en una de las misiones por una tontería y ¿yo? ¿qué hice? Pues yo estaba muy tranquila sentada en la bati-silla frente a la bati-computadora con un intercomunicador apoyando en la misión con lo que pudiera y pues...en vez de ayudar me puse a gritar "¡Uhh, Jay, te aplastaron como a una repugnante cucaracha!" "¡¿Enserio te vas a rendir así Richard?! Te creí más hombre". Total que hice que la pelea empeorará y según yo, la conexión con Batman no estaba disponible así que no podía escucharme, pero no resulto así.
-Adele no me ayudes.
-¡Nalwing tienes que decirle Baby troll Wayne!
-¡No estoy contenta con mi nombre!
-¡Yo tampoco!
-El nombre es lo de menos, ahora ¡concentrense en la misión!
Y supongo que se preguntarán ¿qué planeamos hacer? Bien, Jay tiene que salir a hacer algo que dijo que no podía decirme porque no era apto para menores; Dick iba a una fiesta y yo necesitaba salir de la mansión para ver a Conner en una NO cita, quiero decir, es mi amigo y los amigos a veces salen ¿no?
Y nuestro plan era distraer a Tim y a Damián ¿cómo? Causando otra pelea, ya saben que no se llevan bien del todo así que sería fácil.
-Tengo a la vista al primer objetivo.
-¿Te refieres a la rata de laboratorio?
-Eres muy grosero con Tim.
-Como sea.
-Y yo tengo al segundo objetivo.
-Bolita de odio.
Tim estaba afuera de la cocina y Dami en la sala.
-Baby troll Wayne es momento de probar tu puntería y que eres digna representante de Green Arrow.
-De acuerdo.
Tomé uno de las pistolas de juguete para lanzarle una bala de juguete a Tim en la cabeza.
-¡Hey!- Escuché que se quejó. Rápidamente me escondí para que no me viera.
-Bien hecho.
-Nalwing es tu turno.
-¿Por qué tu eres el jefe?
-Porque soy el más guapo de los tres, creí que era obvio.
-Sí de belleza se trata, yo soy más hermosa.
-Mi plan es genial así que ¡ejecutenlo!
Dick tomó otra de las pistolas e hizo lo mismo con Dami.
-¡Drake no es gracioso!- Vi como se levantó del sofá furioso.
-¿De qué hablas?- La cara de inocencia de Timmy no era suficiente para la bolita de odio.
-No te hagas el gracioso.- Se volvió a sentar. Hacia falta más para que ambos se molestaran de verdad.
-Es hora de ejecutar la segunda fase del plan.- Dick tenía que escabullirse al cuarto de Dami para tomar su katana y destrozarla y yo debía ir al cuarto de Tim para hacer lo mismo pero con su bastón. Mientras Jay vigilaba que ninguno nos viera.
-Sexy Robin a Baby troll Wayne y Nalwing ¿listos?
-Si.
-Bien. Fase tres.
Ahora debíamos hacer que Tim y Damián subieran a sus respectivas habitaciones y vieran sus armas destrozadas, obviamente no podíamos ir a avisarles nosotros porque se vería un tanto sospechoso.
Bajamos en dirección de la cocina, el plan era intentar entrar a la cocina, robarnos unas galletas -lo cual como ya saben teníamos prohibido- y huir, para que nos persiguierán.
-Timmy.- Hice un lindo puchero a lo que Drake se resistió.
-Lo siento, Bruce dió la orden de no dejarte pasar ni a ti ni a Jason y Dick.
-Por favor.- Negó con la cabeza.- Bien, pues entonces...¡Jay, Dick ahora!
Jason y Dick se acercaron, entre los tres tumbamos a Tim y logramos entrar a la cocina. Robamos las galletas, estábamos listos para salir pero Damián nos esperaba recargado en el marco de la puerta.
-¿A dónde creen que van?
-Dami apiádate de tu hermanita.
-No.- Deje que Todd y Grayson hicieran lo suyo y tal como lo habíamos planeado, nos persiguieron por toda la mansión hasta que yo llegué a la habitación de Damián en donde estaba el bastón de Tim -Tim me iba siguiendo a mi-.
-Adele esto no es...¡¿ese es mi bastón?!- Miré que lo tomó y yo me hice la inocente. Se puso furioso pero no creo que haya podido igualar a Damián.
-¡DRAKE!- Una bolita de odio entró muy pero muy enojado.
-¡DAMIÁN!
Me hice a un lado para dejarlos pelear.
-Lo hicimos, ahora hay que huir.- Los tres salimos corriendo más rápido que Flash para irnos a nuestras respectivas actividades.
Cuando vimos la salida vimos la gloria. Afortunadamente no se dieron cuenta de nuestro escape. Podría decirse que fue un escape perfecto.-Hola.- Hablé un poco agitada porque había corrido mucho.
-¿Estás bien?
-Si...es sólo que... tuve que huir de mi casa y perseguir a un taxi y...y estoy bien.- Hablaba entrecortada por el cansancio. Me senté en frente de Conner.
-¿Dijiste que huiste de tu casa?
-Larga historia.- El mesero se acercó y pidió nuestra orden. Ambos habíamos pedido una malteada.
-Tal vez me la quieras contar, tenemos mucho tiempo
-No quiero hablar de eso ahora.
La pregunta del millón ¿dónde estaban mis padres y Alfred? Papá tenía un viaje de negocios muy importante y se había llevado a mamá y a Alfred, por eso Tim y Damián eran nuestros niñeros.
-Bien.
-Rayos.- Susurré para mí al ver que Tim estaba cerca del restaurante en el que mi NO cita y yo estábamos. Buscaba algo y apuesto a que era a mi.
-Conner tenemos que irnos.
-Pero apenas llegamos.
-Tenemos que irnos.- Drake volteó a nuestra dirección, escondí mi rostro detrás de la malteada. No nos vio pero estaba a punto de entrar.
-¿Sucede algo?
-Vámonos ya.- Dejé dinero en la mesa y tomé a Conner de la mano para sacarnos del lugar.
-No entiendo.
-No necesito que entiendas.- Salimos del establecimiento, Tim se distrajo mirando otra cosa, así que no nos notó.
Caminamos hasta que llegamos al parque, nos sentamos en una banca vacía.
-¿Por qué salimos de esa manera?
-No quería que cierta persona nos viera...eso no importa ahora.- Le sonreí.
-De acuerdo...¿cómo está Buddy?
-Bien, haciendo sus travesuras como siempre.- Me llegó un mensaje al teléfono.
Jay.
Nos están buscando.
Ya lo sé ¡Escondete!Guardé el teléfono y miré al hermoso chico que estaba a mi lado.
-Y ¿cómo te ha ido?
-Bien y ¿a ti?
-De maravilla, con Buddy me entretengo mucho cuando los chicos o papá salen.
-¿Qué pensó tu padre de Buddy?- Solté una risita al recordar el gesto que papá hizo al ver a mi pequeña mascota.
-Se puso un poco difícil al principio pero lo convencí con el argumento de que era mi mascota y no la de Dami.- Volteamos a ver a los niños que jugaban en frente. Unos se columpiaban, otros subían a la resbaladilla riendo y viendo como sus madres los esperaban para atraparlos. Sonreí con melancolía. Julia y Michael me llevaban al parque todos los sábados por la tarde, me divertía mucho, pero ahora pienso...ellos no eran Bruce y Selina, nunca tuvieron la oportunidad de jugar conmigo ni yo con ellos, nunca pudieron llevarme al jardín de niños. Suspiré desanimada.
-¿Estás bien?- Fijé mi vista en el mayor. Sin darme cuenta había soltado unas lágrimas, cuando reaccione las limpie rápidamente.
-S-si, es sólo que...estaba pensando. Yo también jugaba con mis padres pero...pero no con los verdaderos.
-Tienes suerte, yo no jugué con nadie.- Sentí algo en el corazón. Yo sí tuve la oportunidad de ser una niña y él no.
-Yo...
-No importa.- Seguía mirando hacia en frente, parecía tener la mirada perdida.
-Bueno, yo creo que tal vez sí tendrás la oportunidad de jugar con tus hijos o algo así ¿no?
-Tal vez.- Me miró a mi. Le sonreí.
-Y yo también...bueno con mis verdaderos hijos.- Hice una mueca por lo extraño que había sonado lo que dije. -No es momento de hablar de las cosas terribles que nos han pasado.
-Tienes razón.
-Hablemos de...- Medité por un buen rato el tema del que podíamos hablar. -Comida.
-¿Siempre estás pensando en comida?
-No siempre...a veces también pienso en Noah Centineo y otras en como me voy a vestir.- Sonrió negando con la cabeza.
-Creo que necesitas un psicólogo.
-No lo necesito...una vez me llevaron.
-¿Enserio?
-Sip...pero no estoy segura sí el psicólogo me tenía miedo o dijo que no lo necesitaba.- Seguíamos mirando hacia en frente.
-No creo que le hayas causado miedo.
-¿Por qué?
-Es imposible que tu causes miedo.
-Comete la última rebanada de pizza y me cuentas como te va.- Nos miramos sonriendo. Una gota de agua cayó en mi rostro. Iba a empezar a llover.
-Tenemos que irnos.
-Me gusta la lluvia.
-Tenemos que irnos.- Se levantó, pero yo me quedé en mi asiento. -Vamos.
-Pero me gusta la lluvia.- Exclamé con un puchero.
-¿También te gusta el resfriado?
-Ah...ese no.- Me levanté y empezamos a caminar hasta llegar a casa.
Al final nos terminamos mojando, pero valió la pena porque nos reímos demasiado. Cuando entramos a la mansión ninguno de mis hermanos estaba, llegaron poco después. Tim y Damián dijeron que no iban a decir nada pero después nos lo iban a cobrar. Eso último me dio miedo.
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My new life. My new family.
Hayran KurguMi vida fue una mentira. Nunca viví con mi verdadera familia... pero un asalto a mi escuela lo cambió todo. Mi nueva vida es distinta. Mi nueva familia es un tanto disfuncional pero linda. Nuevos amigos. Nuevos sentimientos. La segunda parte es: "...