53

1.1K 97 22
                                    

Sonrío para mis adentros. Todo el día estuve de buen humor. Fue un gran día, y ahora estoy al lado de papá, quien no dice nada, sólo se dedica a observar la cuidad. Hoy me tocó ir de patrulla con él. No ha pasado nada interesante, sólo detuvimos un robo en un banco y ya.
-Quiero un gato.- Susurré mientras me sentaba con los pies colgando del techo. Papá me miró, y a pesar de que sus gestos no se pueden apreciar bien, por la máscara, supuse que no le agradó lo que dije. -Son bonitos.
-Ya hay uno en casa.- Dijo para después, volver su vista al frente.
-Pero es de Damián, ¿no puedo tener uno?
-Tienes a Buddy.
-Pero, es un perro.- Sonreí inocentemente. Papá negó con la cabeza.
-No más mascotas en la casa.
-Eso es injusto, Dami si puede tener muchas y yo, no...tiene una vaca, ¡una vaca! Y yo no puedo tener un gato...¡un gato!- Hice una especie de puchero, que no dio los resultados que esperaba.
-Pero tú, no eres Damián.
Bufé y me quedé en silencio, por un par de minutos, hasta que se me ocurrió decir algo.
-Me gustan los pandas.- Me miró mal. Solté una risita. En verdad, me gustaban los pandas, pero creo que Batman piensa que le voy a pedir uno.
-¿Quieres uno?- Sonreí ampliamente, creyendo que realmente me compraría un panda...o por lo menos que me llevaría a verlo en mi zoológico privado.- Te puedo comprar uno...de peluche.
Hice una mueca. Vaya que sí me la aplico.
Me quedé mirando hacia abajo, por unos tres minutos, me empecé a sentir mareada. Y es que, siendo sincera, las alturas y yo nunca nos hemos llevado muy bien. Y no sé como es que he logrado sobrevivir a ellas, siendo Batgirl.
-¿Estás bien?- Preguntó papá. Asentí, haciendo una leve mueca. -¿Segura?
-Si, es sólo que...no es buena idea, quedarse viendo fijamente el suelo.- Él sólo asintió.
Unos minutos más tarde, papá recibió una llamada, al parecer era del Comisionado Gordon.
-¿Qué sucede?- Le cuestioné, una vez que finalizó la llamada.
-Atacan la estación de policía.
-Eso es nuevo.- Susurré.
Bajamos del techo, y nos encaminamos hacia la estación de policía.
Realmente había un caos. Quien haya sido el causante de eso, se merecía un premio al mejor villano de Gotham.
Empezamos a ayudar a los policías, pero me que quedé un momento en shock. Lucy acompañaba a su padre. Debí esperármelo.
Sacudí mi cabeza para salir del trance, no perdí ni un segundo y fui a atacar a la chica de cabellera rubia.
-¡Hey! Hola pequeña murciélago...¿cómo estas?- Dijo con una sonrisa burlona en el rostro.
-Feliz de verte, para poder patearte el trasero.
Soltó una carcajada. Empezamos a pelear.
De un momento a otro, ella me había tomado del cabello con la intención de hacer que estrellara mi rostro con una pared, pero obvio que no se lo permití.
Le di un golpe en el estómago, que la hizo tambalear.
-No, no, no.- Volteé a ver a la persona que habló. Joker. No se veía feliz, lo cual es raro en ese psicópata.- Lastimar a mi Lucy querida, merece un castigo.
Lo miré con el ceño fruncido.- Creí que era una pelea entre tú mocosa y yo.
Soltó un gruñido y luego, me golpeó en la cara. ¡En la cara! Eso, sí que me enojo. No tardé en reaccionar, y también lo ataqué, pero luego se le unió Lucy. Así que fue algo difícil pelear con ellos dos. Pero luego llegó papá. Sonreí al verlo.
Podría decirse que me salvo del payaso.









Llegamos a la bati-cueva. No conseguimos encerrar al payaso y su mocosa. ¡¿Por qué diablos son tan escurridizos?! Siempre se salen con la suya, logran escapar, y "divertirse".
Batman se veía molesto. Estaba cansado de seguir a ese nuevo dúo, y yo también lo estaba.
-Necesito una ducha.- Exclamé exhausta.
Fui a mi habitación y me bañé. Me puse la pijama y caminé para ir a la cueva -otra vez-. Ya iba a llegar, pero en el último pasillo , y alguien me jaló del brazo y me hizo entrar a una habitación.
Solté un chillido, porque el lugar estaba oscuro. Habían más personas, y no lo pensé muy bien, empecé a atacar a esa personas. Cuando sentí que ya todos estaban en el suelo, prendí la luz.
- ¡C***jo! ¡Adele!- Exclamó mi segundo hermano mayor. Hice una mueca al verlos en el suelo.
-¿No pudiste prender la luz antes?- Cuestionó Tim.
-Ouch, sí que tienes la mano pesada.
-Nunca me había sentido tan humillado.- Susurró Damián. Solté una risita nerviosa.
-Lo siento...pero, la buena noticia es que sé pelear a ciegas...pero, es que ustedes tienen la culpa, ¿cómo se les ocurre asustarme así?
Los cuatro se quedaron callados. Estaba a punto de salir, pero Jay me tomó del brazo.
-¿Qué quieren?
-Tu ayuda.- Respondió Dick. Fruncí el ceño.
-¿Por qué?
-Estrellamos un coche de tú papá.- Informó Todd. Hice una mueca. Sí que estaban en problemas, aunque considerando el hecho de que él tiene muchos autos, tal vez no le moleste tanto.
-¿Cuál?
-Su favorito.
-Buena suerte con eso, paso a retirarme.- Di la media vuelta y salí del cuarto. Pero, sólo por cinco segundos estuve fuera, pues esta ocasión, fue Tim quien me hizo regresar.
-Por favor.
-¿Y qué se supone que yo haga?
-Darle la noticia a Bruce, sin brusquedad...ya sabes, eres su bebé, y tal vez, sí tú se lo pides, no nos castigue.- Explicó Jason. Asentí. ¿Qué tan difícil podría ser?
-Bien.
-Pero, sé suave.- Comentó Damián. Asentí y fui a buscar a mi papá.
Ya no estaba en la bati-cueva. Según me dijo Alfie, se había ido a descansar a su habitación junto a mamá. Fui hacia allá, y en efecto, ahí estaba.
-Hola.- Dije sonriente.
-Hola cariño...ven acá.- Mamá extendió los brazos y fui con ella. Estaba sentada en la cama, y mi padre estaba en el baño, lavándose los dientes. -Te fuiste un buen tiempo a Monte Justicia, y te extrañé.
-Y yo a ti.
Papá salió y se acomodó en la cama. Me sonrió al verme.
-Oye, ¿te digo algo y no te enojas?- Hablé mirando al mayor. Él alzó una ceja.
-No te prometo nada.
-Los chicos son muy buenos, ¿verdad?- Miré a mamá y ella asintió algo confundida.- Ellos son taaan buenos, que a veces no se merecen un castigo.
-¿Un castigo por qué?
-A veces suelen hacer cosas malas, pero no lo hacen intencionalmente.
-Adele, ¿a qué viene todo esto?
Le sonreí dulcemente.- Estrellaron tu auto favorito.
-¿Qué cosa?- Abrió los ojos ampliamente. Se puso de pie de un salto y yo hice lo mismo.
¿Qué les hizo pensar a Jason, Damián, Tim y Dick, que papá reaccionaría de otra forma sí yo le daba la noticia?
-Pero no querían hacerlo.
Me ignoró y salió de la habitación.
-¿Están en problemas?
-En muchos problemas.- Respondió mi mamá. Hice una mueca y salí corriendo detrás de un furioso Bruce Wayne.
-¡Espera! ¡No fue su intención!...¡Ellos no suelen hacerlo seguido! ¡Fue un error!- Gritaba por todo el pasillo, siguiendo a mi padre, pero él no se detenía. Afortunadamente, se metió a la habitación de Dick. Así que tuve tiempo para correr hacia la habitación en donde estaban mis hermanos.
-Enana/Adele, ¿qué te dijo?- Hablaron al unísono.
-Sí saben contar hasta diez, cuenten diez y después corran.
-¿Por qué?
-Porque papá los busca, y está enojado... enojadisímo...es más, enojadisímo le queda corto...está encabro...- Me quedé a medias, pues papá entró, hecho una furia.
-¿No se lo dijiste suave?- Preguntó Damián.
-No funcionó.







Sonreí. Mis hermanos estaban bajo MI supervisión. Como estaban castigados, yo debía cuidarlos. Me sentía como la hermana mayor.
Tenía a todos leyendo un libro de Física, excepto a Tim. Él ama leer y también ama la Física, así que ese no sería un castigo para él, pero sí para los demás.
A Tim, lo usaba como mi modelo. Estaba viendo tutoriales en YouTube sobre maquillaje, así que lo maquillaba a él, para entretenerme.
-Ouch, Adele, ¿qué haces?
-Te estoy sacando las cejas.
-¡No!
-Pero, es que me es difícil, maquillar tus cejas sí no tienen forma.- Se quiso levantar pero lo jale del suéter.- Bien, bebé llorón.
Seguí con mi hermosa obra de arte.
-Enana, ya me aburrí.
-Ah, ¿ya te aburriste?
-Si.
-Pues deja el libro de Física, y agarra uno de Química.- Escuché como Jason refunfuñaba.
-¿Puedo...puedo?- Drake señalaba el libro que Jay dejó.
-No, no puedes Tim.
Mi teléfono sonó indicando que tenía una llamada. Dejé el maquillaje de Timmy a un lado, y contesté.
-¿Hola?
-Hola cielo, ¿estás ocupada?
-Adele, ¿podrías quitarme esto de la cara? Me pica.- Escuché a Tim quejarse, pero lo ignoré.
-¿Ocupada? Para ti, no.
-Estoy en Gotham, ¿qué te parece sí voy por ti y vamos a dar una vuelta?- Sonreí al escuchar la propuesta de mi novio.
-Me parece...- Vi a los cuatro chismosos, que estaban atentos a lo que iba a decir. Claro, querían un poco de libertad, pero no se las iba a dar.- ¿Qué te parece sí mejor, vienes y me ayudas a cuidar de mis hermanos?
-¿Tus hermanos? No quiero sonar mal, pero ¿no se pueden cuidar solos? Digo, Damián es el menor y tiene diecisiete.
-Están castigados.
-Oh, bueno, eso tiene sentido...te ayudo.
Compartimos un par de palabras más, y luego colgué.
-No creí decir esto, pero, ¿y sí te escapas para ver a Conner?- Mencionó Tim. Negué con una sonrisa.
Sería divertido ser la niñera de ellos.
No tenían permitido salir de la biblioteca, para nada...NADA. De hecho, papá les prohibió celulares y recibir llamadas. Y, sí que estaba enojado, porque ordenó que sí llamaba alguna chica, Alfred o yo -depende de quien contestaba- debía decir, que mi hermano había dicho que "no tenía tiempo para ella, que tenía  cosas más importantes que atender".
Según Alfie, Damián tenía unas veinte llamadas perdidas de Annie, quinientos mensajes de ella, y al llamar al teléfono de la casa, le dijo lo que papá le ordenó decir.
Del lado de Jason, lo mismo...una chica que no conozco, llamó, y juró asesinarlo.
Sólo faltan Tim y Dick...me divertiré mucho, escuchando lo que sus queridas tienen para ellos.









Hola, ¿qué tal? ¿Cómo les va?
Pues yo, lista para iniciar con todo la escuela la próxima semana (ojalá fuera así, me acostumbré a dormir y levantarme tarde 🤪).
Espero que les haya gustado el cap de hoy.
Sí es así, dejen su 🌟 y también, comenten. 
Chao 😘

My new life. My new family.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora