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Empacó mis cosas con mucho coraje, aviento la ropa a la maleta de forma brusca. Mis padres insistieron en que debía irme con mis ¿padres? Con esos señores y claramente tengo que irme, porque soy menor de edad y no me mando sola.
Terminó de acomodar mis cosas y me dirijo hacia la salida de mi casa jalando mi maleta.
-¿Lista?- Asiento levemente ante la pregunta de papá, el me da una sonrisa triste, esta situación no será fácil para mí ni para mi familia. Extrañaré a mis amigos, amigos de papá que eran como mis tíos, a mi familia y creo que hasta a mis compañeros odiosos.
-¿Es necesario?- Trató de convencer a papá de que no me deje ir. -Escucha, serán "mis verdaderos papás" pero y ¿si no me quieren? O peor aún ¿y si me quieren para hacer experimentos extraños, demoniacos y así? No los conozco, ¿cómo saber si son buenos? Pienso que mejor...
-Adele, ya te dije que hemos estado en contacto con ellos. Además no lo podemos hacer más difícil si nosotros no quisiéramos dejar que te vallas con tu verdadera familia, ellos pueden pelear por ti.- Mis ojos empiezan a humedecer, suelto mi maleta y lo abrazo.
-Por favor.- Digo en un susurro, corresponde a mi abrazo y con sus manos toma mi cara tiernamente. -Ellos me abandonaron, no pueden pelear por mi.
-No te abandonaron... es mejor que te lo expliquen.

Después de despedirme de mi familia y algunos amigos, mis padres me dejaron en el aeropuerto en donde tomaría el avión con mis nuevos papás. Sinceramente esto será muy confuso, tener doble familia parecerá extraño. En un principio pensé que tomaríamos un avión cualquiera pero no, nos fuimos en uno privado.
La señora que al parecer es mi mamá me da una sonrisa al verme. Una vez dentro del avión me siento y miró hacia la ventanilla intentando despejar mi mente.
-¿Sabes... Adam y Katie nos hablaron mucho de ti?- Volteo hacia la mujer, ella tiene el cabello negro, largo, muy bonito, ojos verdes, una figura espectacular, a decir verdad es muy hermosa. No comento nada al respecto.- Nos han dicho que te gusta patinar, dibujar, cantar, que eres una niña muy inteligente.
-Entendemos que estás confundida y que por ahora no quieres hablar, está bien, iremos poco a poco.- Las palabras del señor me hacen sentir más cómoda.
Horas después aterrizamos en un lugar muy frío, estaba lloviendo, ese clima me relaja, nunca me ha gustado el calor.
-Bienvenida a Ciudad Gótica.- Dice la "nueva mamá".
Ahora que lo pienso no se ni como rayos se llaman.
-Ah...-Trató de buscar las palabras correctas para saber sus nombres. -Y-yo... quisiera saber... yo quisiera saber sus nombres, mis papás no comentaron nada sobre ustedes.
-Disculpa, yo soy Selina Kyle y tu papá es Bruce Wayne.- Solo hago una mueca y sigo mirando el lugar. Poco después llega una limusina, subimos y yo sigo mirando hacia fuera. Me llega un mensaje al teléfono, lo reviso pensando que son mis papás, era de Lucy a la cual no he visto desde lo de la escuela.
Mensaje de Lucy:
Hey ¿cómo estás?

Bien, supongo... tengo muchas cosas que contarte.

Yo también, lastima que no estamos cerca.

Te busqué para contarte lo que me pasó pero no te encontré ¿cómo te enteraste?

¿Enterarme de qué?

De que ya no estoy en Seattle.

¿Cómo?

Me estoy confundiendo.

Yo me refería a que... espera...¿te fuiste de Seattle?

Si.

No sabía, pensé que seguirías ahí... pues ¡Noticias! Yo tampoco sigo en Seattle.

¿A dónde te fuiste?

A Ciudad Gótica.

¡¿Ciudad Gótica?!

Sip.

¡Yo también estoy ahí!
Ya podemos vernos para contarnos lo que nos ha pasado.

Genial.

Terminamos la conversación y pronto llegamos a la que ahora sería mi casa. Salgo del auto, miró la casa y abro la boca tan grande por la impresión.
-¿Te gusta la casa?- Una voz masculina reconocida me hace regresar a la realidad.
-¿Casa? ¡Está no es una casa es un palacio! ¡Como el de mis muñecas de cuando era niña! Solo que a escala real.- Los señores se ríen un poco ante mi comentario, pero es la verdad. -Es tan enorme que creo qué caben unos cinco edificios de policía ahí.
-Pues que bueno que te gusto.- Dice la mujer, vuelvo a mi postura normal y cuando inocentemente  pensaba tocar la puerta alguien la abre específicamente un señor de unos 50 años.
-Bienvenidos señores y señorita.- El mayor hace una pequeña reverencia que me causa una leve risa pero de inmediato dejo de reír.
-Me siento como una princesa de los cuentos de hadas.-Digo para mí.
Esta nueva vida tal vez no esté tan mal sin embargo no significa que me quiera quedar por el resto de mi vida.

My new life. My new family.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora