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-¡Rubia delicada!
-¡Murciélago engreído!
-¡Suficiente chicas!
-¡No! Sólo...Yo sólo quiero tomarla del cuello y asfixiarla.- Alcé mis manos y fingí estar asfixiando a una persona.- Lentamente...hasta que se ponga morada y luego azul...¡al demonio sí se muere!
-Adele.- Sentenció mi hermano mayor.
-Yo quiero verla atada a una silla y...quiero lanzarle flechas...¡hasta que cierre sus ojos!- Harper soltó un suspiro y ayudó a Queen a ponerse de pie para después salir de la habitación.
-Enana, cálmate un poco.
-¡No me digas que me calme!- Hice una mueca al sentir el dolor en la pierna. No quería gritar, no quería demostrar que me dolía.
-Vamos.- Me cargó y caminó hasta llegar a la enfermería, en la cual, gracias a los espitirus del cielo, no estaba Holly Queen.
Me recostó en la camilla y luego miró mi pierna derecha. Hizo una mueca.
-Te dolerá.
-Ya me dolió lo suficiente como para...- Solté un grito de dolor en cuánto Jay me sacó la flecha.- ¡Maldi...!- Me aferré a la almohada que tenía a un lado. -No me dolió, ni un poco.- Susurré sabiendo que realmente sí me dolía.
-Claro.

Pero, ¿Cómo empezó toda está situación? ¿Cómo acabé odiando a Holly Queen? ¿Cómo rayos terminé con una flecha en la pierna y Queen con dos batarangs?

Me levanté de muy buen humor. Con una enorme sonrisa en el rostro. Fui a la sala de entrenamiento en dónde encontré a la nueva Speedy -la hija de Oliver Queen-. Le sonreí para tratar de mostrarme amable.
-Hola, ¿qué tal?- Comenté realmente animada.
Rodó los ojos y siguió con lo suyo.
No me importó su indiferencia así que, me dispuse a empezar a golpear el saco de boxeo.
Sentía que la rubia me miraba, pero era una mirada de desprecio. Tal vez trataba de buscar un error en mi.
-¿Por qué me odias?- Le cuestioné ya cansada de su mirada de desprecio.
-Uhm, no lo sé...pareces una niña mimada... eres la nenita de papá ¿cierto?
-¿Disculpa?
-Eres como una niña delicada, como de esas chicas que lloran porque se les ha roto una uña.- Se fue acercando lentamente hacia mí con una sonrisa, como sí hubiese visto a su próxima presa. La miraba con el ceño fruncido.
-¿A caso alguna vez te he hecho algo? En la fiesta parecías más amable.
-Apuesto a que siempre consigues lo que quieres gracias a tus berrinches.
-Basta, ya entendí...me odias, okey, lo acepto...simplemente no me hables y ya.- Seguí con lo mío. Ella aún me miraba y sonreía.
-¿Qué te parece una batalla, entre tú y yo?
-¿Es tu forma de decir que me quieres aniquilar?- Soltó una risita burlona.
-De acuerdo, lo diré en tu lenguaje...¿quieres entrenar conmigo? O ¿tienes miedo de que te gane?- Suspiré cansada.
¿Por qué es así conmigo?
-Mi único miedo es despertar un día y que mi teléfono tenga un mensaje de "La batería se está agotando".- Volvió a soltar una risa.
-Sin rodeos Wayne ¿una batalla o no?
-Hagámoslo.
Nos preparamos para pelear. Nos pusimos en posición de pelea y ella fue quién dio el primer golpe, pero de inmediato se lo regresé.
-Sólo tengo una pregunta, ¿por qué eres así conmigo?
-¿Por qué esperas a que todo mundo te ame?
-Yo no espero eso.
Volvió a darme un golpe y se lo volví a regresar. Esa pelea era por algo más personal, pero, ¿por qué su odio hacia mi? Yo no le había dicho ni hecho nada. A penas nos conocíamos.
-¡Oh vamos murciélago engreído! ¿Eso es todo lo que tienes?
-Silencio rubia delicada.
Logró derrumbarme, pero sólo fue cuestión de segundos cuando me puse de pie y seguí dándole pelea.
-Creo que debería dejarte descansar.- Comentó en un tono burlesco.
-Yo estoy perfectamente bien.
-¿O quieres que traiga a Connie para que te ayude?- Mencionó tratando de imitar mi voz. Pero no le salió muy bien, porque su tono fue como el de una diva. ¡Y yo no hablo así!
-No necesito ayuda...¡y yo no hablo así!
-Puedo traerlo si quieres...total, él siempre está para cumplir tus caprichos.
-¿No te gusta que esté con él?
Y de repente se forma una estúpida y loca teoría en mi cabeza del porque su odio hacia mi. Bueno, dos estúpidas y locas teorías. La primera:
-¿Tuviste algo con Conner?- En su rostro se formó una extraña y divertida mueca de horror que por un instante me alivió.
-¿Algo como sí fuese su ex? ¡Claro que no!
Uff, menos mal. La segunda:
-¿Te gusta Conner?
Otra vez esa extraña y divertida mueca de horror.
-¡Puaj! ¡No!
Suspiré aliviada.
-Entonces ¿por qué no te gusta que esté con él?
-Él es mi amigo y lo aprecio mucho, no me gusta la idea de que llegué una niña mimada como tú y traté de engatusarlo.- Abrí la boca totalmente indignada. ¿Por quién me tomaba?
¿Por una cualquiera?
-¡Ni siquiera me conoces!
En un momento dejamos de pelear. O bueno, no peleábamos de forma física.
-Es por eso que prefería su relación con Meghan...ambos se veían muy felices y lindos juntos...todos pensaban eso.
Auch, eso me dolió. De alguna manera fue como sí ella ni nadie aprobará nuestra relación. Como sí yo fuese la mala del cuento que le quitó el novio a esa estúpida y horrible marciana.
Tal vez era eso. Tal vez su mejor amiga era Meghan, entonces trataba de molestarme. Porque es obvio. Muchas veces sí tu amiga odia a alguien, tú también lo odias, aunque ni siquiera te haya hecho algo.
-¿Por qué no mejor la traes? Que ella venga a decirme todo lo que piensa de mi...¡Si! Que venga y descargue su coraje conmigo, que se defienda...que me diga cuánto me odia por haberle quitado a su novio, porque eso es lo que piensas de mi ¿cierto?- Me acerqué a ella y le hablé molesta. -Que yo le robe el chico a tu amiga ¿verdad?
-Me estás haciendo enfadaaar, murciélago engreído.
-¡Noticias! Yo no le quite nada a nadie.
Y otra vez empezamos una gran pelea. Una pelea en la que nos decíamos de cosas. Nos insultábamos y molestábamos.
No fue hasta que Jay llegó junto a Roy al Monte Justicia y nos vieron pelear -no entrenar-, que nos detuvimos.
Jay me tomó de los hombros y Harper hizo lo mismo con Holly. Pero ambas tratábamos de zafarnos de ellos. Así que tuvieron que apretar el agarre.
-¡Suficiente ambas!- Gritó mi hermano, muy molesto. Dejamos de parlotear pues si dió miedo la forma en que Todd nos habló.
-¡¿Qué les sucede a las dos?!
-¡Ella empezó!- Dijimos al unísono apuntando una a la otra. Una conducta muy inmadura.
-¿Por qué peleaban?- Me preguntó Jason.
-Traté de ser amable con ella pero simplemente, me detesta y no sé el porque.
-¡No es verdad! Tu eres muy molesta.
-¿Qué yo soy muy molesta? ¡Te voy a enseñar que es ser molesta!- Dije totalmente alterada, intentando zafarme del agarre de mi hermano, pero no sirvió de mucho. Sólo lograba patalear.
-¡Pues aquí estoy!- Ella también trató de alejar a Roy, pero le pasó lo mismo que a mi.
-¡BASTA!- Gritaron ambos mayores.
Fingimos estar ya calmadas. Respiré hondo y miré de forma inocente a Jay.
Ya nadie decía nada. Sólo los amigos nos veían de forma desaprobadora.
-Ya me calmé.- Le dije al del mechón blanco.
-¿Ya te calmaste? ¿Segura?
-Segura.
-Bien.- Mi hermano me soltó poco a poco.
Holly hizo lo mismo con su hermano. Lo convenció de estar tranquila y la soltaron.
No llevábamos ni tres segundos sin el agarre de nuestros hermanos cuando ambas tomamos nuestras respectivas armas -ella una flecha y yo, batarangs- que estaban muy cerca de nosotras y las lanzamos una a la otra.
Así que, Holly me clavó una flecha en la pierna derecha y yo la herí, lanzándole dos batarangs. Uno en la pierna y otro en el brazo.

Cerré los ojos para no ver como Jason me curaba la herida. Él sólo refunfuñaba y me regañaba.
-Se acaban de conocer y ya están causando problemas.- Comentó una vez que terminó de curar mi pierna.
-¿Y me vas a decir que tú no eres así?- Me senté en la camilla.
-No hablamos de mi...aunque, estoy orgulloso de la paliza que le diste a la hija de Green Arrow...no me mal interpretes, aprecio a Holly pero entre ella y tú...primero tú.- Sonreí.
-¿Esto causará algún tipo de problema con Roy?
-No, Harper sabe lo temperamental que puede ser esa chiquilla...y yo sé lo temperamental que puedes ser tú, enana.- Me revolvió el cabello de forma juguetona.
Iba a contestar pero vi a Bart pasar cerca. La puerta de la enfermería estaba abierta, así que él me vió y corrió hacia mi.
-¿Estás bien? ¿Qué fue lo que te pasó? ¿Te duele algo? ¿Quieres que haga algo por ti?- Me zarandeaba y eso me molestaba. Y sí a eso le sumamos lo rápido que hablaba, definitivamente me estaba causando un dolor de cabeza.
-¡Bartholomew! ¡Déjame en paz!- Jason soltó una risa y negó con la cabeza.
-Si que tienes tu pegue, enana.- Lo fulminé con la mirada.- Bien, me voy, tengo algo que hablar con Dick...te dejo en buenas manos ¿supongo?
Salió de la habitación dejándome sola con "Impulso". ¡Y vaya que sí le queda el alias!
-¿Qué fue lo qué pasó?
-Holly Queen.
-¿Ella hizo esto?
-Sip...pero descuida, le lancé dos batarangs.
-¿Crees que eso causé una pelea entre Batman y Green Arrow?
-No, pero en caso de que pasará, mi padre ganaría.- Respondí con simpleza. Me puse de pie y dolió. No como la primera vez que me hirieron en la pierna -cortesía de Lucy-, pero dolió.
-Te ayudo.- Se puso a un lado de mi e hizo que me apoyara en él.
-No es nece...
-Dije que te ayudo.- Dejé que lo hiciera. Soltó un suspiro.- Ahora entiendo de dónde sacó lo orgullosa Elif.
-¿Alif? O ¿qué fue lo que dijiste?- Lo miré confundida. Note como su piel palideció.
-Yo no dije nada.
-Si, dijiste, "ahora entiendo de dónde sacó..."
-¡Que no dije nada!- Dijo entre dientes.
-Bien.
Me ayudó a llegar hasta el sofá que estaba frente al enorme televisor. Lo prendí y puse el canal de mi serie.
Unos minutos después llegaron Jason y Roy, y después, Holly, quien se sentó en el sofá junto a mi.
-Ash.- Susurró en cuanto me vió.
-¡Ni se te ocurra acercarte a mi!
-Uh, que delicada.
Rodé los ojos y seguí mirando la televisión.
-Espera...¿estás viendo Teen Wolf ?
-Si.- La miré como sí fuese un bicho raro.
-¡Yo amo Teen Wolf!
-¿Quien no?- Dije obvia.
Justo en ese momento apareció mi hermoso novio -es mi novio pero no sabe que lo es-, Dylan Sprayberry.
Ambas soltamos un grito tipo fangirl.
-¡Es Liam! ¡Es Liam!- Canturreamos las dos realmente emocionadas. Al parecer las dos, estábamos enamoradas de ese chico.
En lo personal es el más guapo de la serie.
Nos miramos y volvimos a gritar emocionadas.
-¿No es el chico más hermoso de la galaxia?- Comenté.
-¡Lo es! ¡Claro que lo es!- Respondió la rubia.
-Pero no se lo digas a Conner.- Le susurré.
-Y tu no le digas a Carter...mi ex...es que siempre le decía que era el chico más hermoso de la galaxia.
-O sea, amo a Conner y es hermoso pero...tú entiendes ¿no? Liam, es y será como nuestro amor platónico.
-Lo sé.- Dijo en un suspiro.
-¿Ahora son mejores amigas?- Preguntó Roy con una sonrisa burlona.
-Uhm, no...o ¿si?
-Tal vez, no lo sé.
-Pues dicen que las mejores amistades empiezan con una pelea...ya saben, con flechas y batarangs.- Comenté.
-¿Quién lo dice?- Cuestionó Jason confundido.
-Yo.- Le respondí.
-Oye.- Holly llamó mi atención.- Siento... siento lo de la flecha.
-Y yo lo de los batarangs.
-Fue una tontería todo lo que te dije...Meghan es mi amiga pero...no todos sus enemigos son mis enemigos.
-¿Me considera su enemiga?
-Uhm, no lo sé, ¿tal vez?
-Mujeres.- Susurraron nuestros hermanos mayores.

My new life. My new family.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora