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-Camila, ¡aún durmiendo!, debes dejar de ser tan floja, yo tuve una prima como tú y su vida fue una mierda.

Los gritos de aquella chica hicieron que dejara mi sueño.
Por eso quise seguir durmiendo, para no recordar lo sucedido del día anterior.

-¿Qué hora es?. -murmuré sonnolienta.

-Casi las cinco de la tarde. -respondió Rosie.

-¿Qué haces aquí?, dijiste que celebrarías con tu familia. -fue lo que dije. Ahora me levantaba para dirigirme al baño.

-Lo hice pero me aburrí, fuimos a mi casa y mis padres invitaron a los de siempre, quise estar aquí descansando felizmente. -nuevamente respondía.

-Te extrañé, siendo sincera. -confesé mientras me sentaba en el inodoro y empezaba a orinar.

-¿No puedes estar sin mi, Camila?. -la observé desde el baño. Ella estaba acostada en la cama. Sólo negué con mi cabeza. -Yo te iba a llevar conmigo pero, mejor que estuvieras con Día.

Terminé de hacer mis necesidades para luego caminar al lavamanos, rápidamente me lavé los dientes y mojé mi rostro, secándome con la toalla que estaba ahí.

-Preferiría estar contigo. -sólo murmuré.

-Iba a venir ayer pero supuse que estabas aquí con ella, no me agradaría interrumpir su momento.

-No, fuimos a su casa, me quedé ahí hasta ayer. -hablé quitándome las prendas quedando sólo en ropa interior.
Caminé hasta el espejo del armario y observé mi cuerpo.

Me enamoré más de mi.

No me detallaría, sabía que estaba ardiente y detallarme sería perdida de tiempo.

-Pudiste haberte quedado más tiempo, no hay apuros.

Hasta Rosie sabía que estaba excelente, ¿por qué?, por el simple hecho de que la descubrí cogiéndome con su mirada.

-No Rosie, no quiero que hables más con esa mujer, yo no lo haré, queda descartada para mi. -hablé decidida de mis palabras.

En ese momento no pensaba con mi vagina ni con mi corazón, pensaba con el cerebro.

Sigan mis pasos... Excelente servicio.

-En este momento vienes y me cuentas qué sucedió.

Y seguí sus ordenes.

Atea pero pidiéndole a Dios que no me hiciera llorar por Dua, nuevamente.
No iba a perder la dignidad.

-Al principio todo fue de color y rosas luego fue una mierda, en pocas palabras... -empecé. -Cogimos y caímos rendidas, al día siguiente nos levantamos, y volvimos a coger, ¿adivina con qué?... -me interrumpió.

-¿Con un dildo?.

-Prácticamente. -confesé. -se puso un Strap On... -me interrumpió por segunda vez.

-¿A ti? ¿te metiste un pene?... -ahora se escuchaba su risa por toda la habitación. -Eres bisexual, Camila. -soltó una carcajada al decir aquellas palabras.

-No, para nada, odio los penes, lo sabes perfectamente. Sólo me dejé llevar, además fue Dua, con ella todo es excelente. -intentaba aclarar.

-Sí, sé muy bien lo enamorada que estás de ella, ahora llega al punto, ¿qué sucedió realmente?. -me miraba expectante.

-Dijo que me amaba, yo le creí, es que... todo lo sentí real. Su ex novia fue a llevarle unas cosas, algunas de sus pertenencias que ella aún tenía, luego se vino tremendo espectáculo, ambas se besaban. -fueron mis palabras.

The psychologist. - Duamila Donde viven las historias. Descúbrelo ahora