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Nuevamente mi madre entro a mi habitación y me despertó. Ella actuaba normal, como si nada hubiera pasado. A decir verdad, yo también actuaba de esa manera. No le tomé importancia.

Me alisté, como siempre, no me apure, pues sabía que mi madre me había levantado temprano.

Revisé mi celular con la esperanza de tener un mensaje o alguna notificación pero ni un mensaje de un equivocado tenía.

Que triste y solitaria era mi vida.

A veces quisiera tener muchos amigos, pero luego recuerdo que todos son falsos e hipócritas y se me pasa.

Salí de mi habitación para después rápidamente bajar las escaleras, la casa estaba sola, pues ya mi madre y mi hermana me esperaban en el auto.

De la cocina tomé varias galletas de chocolate ya que a Rosie le gustaban, quería ser buena con ella.

Un día sin verla y ya la extrañaba. Podía creer que estaba obsesionada con mi amiga.... No, eso no era. Simplemente ella era mi única amiga, y siempre la necesitaba.

En el auto la pasé con mi hermanita, ella ánimo mi mañana, y como algunas veces hacía, ignoré a mi madre.

Mi paciencia ya no estaba muy presente. Una palabra de parte de ella que no me agradará y todo se iría a la mierda.

Después de todo cada una tomó su camino. Ella a su trabajo, supongo. Y yo a la secundaria.

Fui la primera en llegar este día a la primera clase. Cada que pasaba un minuto entraba un alumno. Yo solo estaba atenta esperando que ella apareciera por la puerta. Pero aquello no fue así, al final la clase empezó. Al final yo nuevamente estaba sola.

Lo único que hice fue escribir garabatos en mi cuaderno. No presté atención a la clase, pues yo era lista en esa.

Dos clases después estaba en el comedor, y ella no había llegado. Ahora comía de mi almuerzo aburrida y un tanto triste.

De verdad tenía muchas dudas sobre ella. Varias preguntas estaban en mi mente..... ¿Por qué no había venido?, Ósea había faltado dos días. ¿Por qué mierdas no me había llamado ni mandado un mensaje?, Eso de verdad me empezó a preocupar. Ella siempre me fastidiaba, y que no lo hiciera me dejaba un poco nostálgica. ¿Estaría enojada?, Pero ¿Por qué?, Que yo recuerde nunca le hice nada malo.

Y así fue mi día de secundaria, de nuevo la pasé sola. Pero recordé que iba al apartamento de mi psicóloga y mi ánimo cambió, pues yo estaba segura que la pasaría bien. Estaba segura que Dua me animaría el día. Aunque después recordé lo del día anterior. Aquel beso que, de verdad, me había encantado. ¿Que pensaría sobre eso?, En realidad me gustaría saber más de sus pensamientos.

Ahora me encontraba caminando por la calle dirigiéndome a su apartamento. Esta vez no miraba traseros, solo y simplemente escuchaba música. Estaba concentrada escuchando hermosas melodías, algo que me gustaba hacer.

Camine por bastante tiempo. Tenía tiempo. También camine un poco más para dejar la flojera, ya sentía que tenía unas piernas trabajadas.

Seguía pensando que mi sarcasmo, era muy bueno.

Después de aquella caminata, la cual me hizo bien, llegue a la calle donde vivía mi psicóloga. Nuevamente me encontraba al frente del edificio rojo con negro. Cómo había hecho ayer me adentré a ese.

Me di cuenta que no había el aroma del edificio. No olía mal, a mi parecer era mejor que el olor a guardado. No supe si iba a volver a oler el aroma de productos de limpieza, así olía el edificio. A decir verdad me dió igual.

The psychologist. - Duamila Donde viven las historias. Descúbrelo ahora