Pᴇʀᴏ ᴍᴀɴ̃ᴀɴᴀ ~ Sᴋᴏɴᴇ (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)

T R E C E

- ¿Qué pasa? ¿De que querías hablarme? -acarició mi cabello. Suspiré, entré a su apartamento y discretamente puse a grabar mi teléfono.
- Amm... -me senté en el sillon- ¿Recuerdas el español del que te hablé hace un tiempo?
- ¿Slone? ¿Skimi? -me dió la copa de vino
- Skone -corregí, me senté mejor y dí un trajo a mi copa
- ¿Qué hay con él? -se acercó, sonreí falsamente
- Bueno... Me invitaron a una fiesta hace unos días dónde estaría él... Y tuvimos sexo -solté, escupió su vino y me miró
- ¿Así como así? -preguntó, asentí- Eli, no debiste... Tú mereces ser tratada como una princesa... -me acarició la mejilla, me aparté un poco
- Bueno, yo quería. Además -me puse de pie y caminé dándole la espalda- hicimos un acuerdo de exclusividad entre nosotros cuando estemos en la misma ciudad -lo escuché levantarse
- Eso quiere decir que puedes estar con alguien más mientras él no está aquí -lo escuché más cerca. Asentí.

De pronto sus manos estaban en mis caderas, me di la vuelta.

- Siempre he sentido una atracción hacia ti Elisa. No tienes idea... Y ahora que Sara está tan ocupada en el trabajo... Creo que es nuestra oportunidad de ser uno mismo -le quité las manos
- Eres un puto egoísta de mierda, Sara tiene muchísimo trabajo. Y mientras ella es una mujer independiente que pasa su departamento y paga por cada una de sus cosas, tú eres un imbécil que solamente se aprovecha de su confianza y mete mujeres a su casa. No la mereces Hugo -me di la vuelta en dirección a la puerta
- Ella no tiene tiempo para mí -me alcanzó- yo necesito sentirme querido por alguien -me giré a verlo y sin que lo esperara le di una bofetada con todas mis fuerzas.
- Aléjate de ella -dije seria y salí del apartamento. Debía ir a la oficina a confesarle esto. Y debía hacerlo pronto.

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Entré corriendo, abrí su puerta. Mi amiga me miró con su sonrisa de siempre.

- Iba a la oficina de Mrs. Gómez -sonrió- quería hablar con ambas pero le dije que no trabajabas hoy. ¿Tienes tiempo de ir? -asentí. Pasé saliva y caminé hasta la oficina de nuestro jefe.

Tocó un par de veces y un "adelante" se hizo presente. Abrí la puerta.

- Elisa... -sonrió- no esperaba verte aquí
- He venido a recoger unos documentos, pero me dijeron que quería hablarme así que me he quedado -sonreí de vuelta.
- Sí, tomen asiento -obedecí y me senté en la silla que tenía frente a su escritorio
- Como ustedes saben... -sonrió- he planeado desde hace mucho tiempo extender la editorial a territorio español, pues... He movido mis contactos y he logrado aliarme con una editorial grande en Madrid. -sonreí, daba gusto ver al jefe cumplir sus sueños- ustedes dos son las mejores trabajadoras aquí, y son jóvenes. -miré extraño a Mrs. Gómez- quiero que vengan conmigo a España. Serán presidentas de su actual categoría. Ya no más trabajo duro, solo supervisión de los otros y aprobación. Y la paga es mucho mejor -suspiré, era un sueño. Era por completo un sueño hecho realidad.
- Wow... Esto es... -Sara miró al suelo, tomé su mano- Yo debo pensarlo, hablar con mi novio y veré que hacer. ¿Hasta cuándo tengo para confirmar? -suspiré, si ella supiera lo que él hacía...
- Si aceptan deben estar en Madrid para la inauguración que será dentro de 1 mes. -asintió- ¿Tú qué dices Elisa? -me miró, suspiré.
- Yo... Wow, es mi sueño de toda la vida. Y realmente estoy muy convencida de querer ir. Pero, igual debo pensarlo, platicarlo con la almohada y esas cosas. Pero le tendré respuesta está semana -sonreí
- Nos hará muy felices contar con ustedes en España si es que aceptan, son personas de confianza -nos sonrió, tomó nuestra mano y se puso de pie- en verdad es un gusto tenerlas en la compañía
- El gusto es nuestro -me adelanté- iremos a hablar acerca de esto, lo dejamos de momento. Que tenga un gran día -dije y salí de la oficina. Sara fue detrás mío.

- tenemos que hablar en tu oficina -dije seria- es algo... Importante -Sara asintió. Ahora... Debía romperle el corazón a mi mejor amiga.

Caminamos lento y en silencio hasta su refugio en el trabajo. Abrió la puerta y me dejó pasar.

Me senté en el escritorio, ella se paró frente a mi esperando que hablara.

- Hugo está saliendo con otras personas -solté, Sara me miró con los ojos abiertos a tope, sin creer lo que le decía- sé qué será difícil pero creeme cuando te digo que estaré para ti en todas. Puedes quedarte en mi apartamento mientras resuelven los que harán y... Si te puedo aconsejar, yo me iría a España a fin de mes. -apreté mis brazos contra mi pecho- Es momento de que sigas adelante en tu carrera, no puedes aferrarte a algo que está muerto... Y no puedo dejar que él sea un lastre para ti ahora mismo -me acerqué a ella que aún seguía mirando a la nada con los ojos llorosos- Sara, no lo necesitas...
- Está bien -asintió- iré a España, pero debes venir conmigo -limpió las lágrimas que comenzaban a caer por su rostro- No iré sola. Tienes que venir conmigo, debemos dejar esto atrás. Mira, mi relación con Hugo ya no estaba bien, ambos estábamos distantes, no nos deteníamos a hablar, nos mirábamos mutuamente sin preguntarnos si todo iba bien... Sabía que terminaría pronto, pero no quería que pasara... -suspiró
- Entonces está dicho, me voy a España contigo. -sonreí- Nos vamos a España... Tenemos menos de un mes para despedirnos, y organizar las cosas aquí... ¿Estás lista para empezar? -pregunté, asintió- de momento debo llamar a mi hermano, siempre ha querido quedarse en mi apartamento y si no estoy aquí necesito que alguien viva en él. Además, será bueno para él alejarse de mis padres. -saqué mi teléfono- Lo único que me duele es que tendré que dejarle mi coche también. -sonreí- mi padre me dió ese coche... Va a ser duro dejar esto -asintió- pero estaremos mejor en España -la abracé fuerte- que la aventura comience.