Cien maneras de mirarte

Capítulo 15

Si os dijeran que no seriaís como sois si hubieraís hecho las cosas de otra manera, ¿Cambiaríais?

Probablemente Carlos y Julia después de esa noche lo hubieran hecho.

Pero no hacer las cosas que se piensan o las que por impulso se imponen, no es ser uno mismo. Y eso era algo que ambos tenían en común. Eran ellos mismos siempre.

Cuando Miki apareció en escena con las botellas de alcohol en la mano Carlos se inclinó hacía Julia y sus labios rozaron brevemente el oído de la morena, que cerró los ojos ante su contacto y apretó el borde de su camiseta con la mano.

-¿Qué Julia saldrá ahora?-Preguntó Carlos en un susurro. Y eso Julia lo interpretó como un auténtico reto. Una competición por demostrarle que Julia podía ser más, mucho más.

Damion y Natalia sacaron las copas y las mezclas de dentro de la cocina mientras Julia y Dave recogían los platos de la cena.

-Juls, ¿Con Rubén está todo bien?-Preguntó Dave algo tímido.

-¿A qué viene esa pregunta Dave?-Dijo Julia después de dejar los platos en el fregadero.

-No quiero que me malinterpretes Julia, pero veo la forma en la que Carlos te mira.-Aquello pilló por sorpresa a Julia que no sabía que decir.-Y está bien, pero ten cuidado, Carlos no es lo que tú crees Julia, él no va a comprometerse y si dejas de lado lo que tienes, ten claro que sea por algo que merezca la pena.-Julia no supo como interpretar aquellas palabras. Ya era la segunda persona que le decía aquello. La segunda persona en el día que le decía con palabras implícitas que Julia solo era un pasatiempo para Carlos. Y Julia se encendió. Sus pensamientos dieron un giro y cogieron un rumbo diferente. Un rumbo que con el alcohol de esa noche iba a torcerse.

-Dave, Carlos y yo solo somos compañeros de trabajo, nada más.-Dijo Julia autoconvenciéndose a sí misma.

-Ya, es lo que yo creía.-Dijo Dave que aunque sus pensamientos eran otros no quería que la morena se alarmara. Sabía que su amiga no sentía nada por Carlos pero era su obligación como amigo poner sobreaviso a Julia. Dejar claro que Carlos no era de los de casita con hijos, perro y piscina. Por eso estaba convencido de que Julia no se fijaría nunca en Carlos, porque eran como el polo norte y el polo sur.

Salieron de nuevo con el resto de sus amigos y aunque Julia no quería darle más vueltas de las necesarias, las palabras de Dave habían hecho mella en ella.

¿Era cierto que solo era un pasatiempo para él? Aquel pensamiento la carcomía. Mucho más que la culpa por haberle besado. Mil veces más.

Volvió a sentarse en su sitio pero esta vez hizo caso omiso de las insinuantes miradas de Carlos. Por mucho que deseara mirarle. Por mucho que deseara devolverle la mirada.

Se sirvió una copa, como lo hicieron los demás, aunque la suya estuviera cargada de más.

-¿Jugamos?-Preguntó Marta levantándose.

-Tú y tus malditos juegos.-Dijo Alba riendo.

-Juguemos a las películas.-Propuso Marilia.

-Buena idea, lo haremos por parejas, el que no adivine la película del otro tiene que beberse la copa.-Dijo Damion.

-Acepto.-Dijo Julia ante la atónita mirada de sus amigos. El resto de amigos no tardaron mucho en apuntarse también a la idea que había tenido Marilia. La primera pareja fue la de Alba y Carlos. Carlos adivinó a la primera la película que Damion le había susurrado a Alba para que interpretara a base de mímica. La segunda pareja, la de Miki y Damion no tuvo la misma suerte y acabó con Miki bebiéndose la mitad de la copa. Para Natalia y Joan las cosas no fueron muy diferentes y Natalia casi tuvo que acabarse de golpe su copa. En el caso de Marta y Marilia las cosas salieron bien para las dos mujeres. Y es que era tal la complicidad que había entre las dos que casi podía intuirse que se leían el pensamiento. Para Dave y Julia la situación fue cómica. Julia no era capaz de dar con la película que Dave interpretaba y tuvo que tomarse de golpe media copa.