¿Qué pretendéis de la vida?
¿Qué esperáis que esta os de?
Yo pretendo terminar la carrera de Química.
Estudiar otra carrera tal vez.
Trabajar en un laboratorio.
Puede que descubrir algo aún no inventado.
Encontrar al amor de mi vida.
Enamorarme locamente. De nuevo.
Casarme en una boda en el campo un 16 de julio.
Viajar. Mucho.
Visitar Groenlandia. Dormir en un iglú y ver casas de colores.
Tener hijos. Por lo menos 3.
Ultilizar a mis hijos como excusa para volver a Disneyland París de nuevo.
Ver crecer a mis hijos. Verles convertirse en buenas personas.
Envejecer rodeada de los míos.
Aprovecharme de mi vejez para sentarme en los mejores asientos del metro y el autobús.
Seguir viajando a pesar de los años. Ya jubilada. Con todo el tiempo que me queda. Con el amor de mi vida.
Y morir durmiendo. O de un ataque asmático. No me importa.
Todo eso espero de la vida.
Julia bajó del escenario bajo el amparo de los suyos.
Los abrazó a todos uno a uno.
Menos a Dave.
-¿Y Dave?- Preguntó la morena tras abrazar a todos sus parientes y amigos.
-Ha salido un momento, llamadas de trabajo, ya le conoces.- Dijo Marta.
Pero Dave no estaba hablando de trabajo.
-¿Te vas?- Preguntó Dave.
-Es mejor que me vaya antes de que me vea nadie.- Dijo Carlos mirando a su alrededor.- Además, mi vuelo sale en diez horas.-
-¿No vas a saludar siquiera?- Preguntó frustrado Dave.
-Ya te lo dije Dave.- Le recordó Carlos.
-Ya, sí, ver, dormir y marchar, sin mucho ruido ni levantar sospechas.- Dijo Dave poniendo los ojos en blanco.
-Exacto.- Dijo Carlos.
*Hace dos días*
-¡Carlucos!- Dijo Dave nada más descolgar el teléfono al ver que se trataba de su amigo.
-Si no te llamo yo ni te acuerdas de que tienes un amigo en Inglaterra.- Dijo indignado Carlos.
-No me seas llorón, si es por ti hablaríamos cada tres minutos.- Dijo Dave.- Y no creas que no sé porqué llamas.-
-¿A sí? ¿Por qué?- Preguntó Carlos.
-Porque has decidido hacerme caso y volver a España.- Presumió el chico.
-Ya te gustaría.- Rió Carlos.- Pero no, no es eso aquí estoy muy bien.-
-¿Y entonces?- Preguntó Dave.
-Necesito que me hagas un favor.- Dijo Carlos.
-¿Es que ni a miles de kilómetros vas a dejar de explotarme?- Se quejó Dave.
-Necesito que me mandes unos papeles.- Dijo Carlos haciendo caso omiso a las réplicas de su amigo.
-¿Unos papeles?- Preguntó intrigado el mensajero.
ESTÁS LEYENDO
Cien maneras de mirarte
FanfictionSeguramente todos hayáis visto alguna vez un arcoiris. ¿Pero acaso sabe alguien donde empieza y donde acaba? Lo mismo pasa con el bien y el mal. ¿Quién pone los limites de lo que es justo y lo que no? ¿Quién tiene la capacidad moral para decirte si...