Julia estaba estáticamente quieta en el enorme jardín de la casa de los abuelos de Carlos.
Miraba el túmulto de gente entrar y salir de la casa, algunos amigos, otros conocidos, y otros, no tanto.
Sentía sus tacones blancos clavándose en la creciente hierba del césped, manchándose de tierra.
Ya no sabía cuánto tiempo llevaba allí, tal vez segundos, o minutos, puede que horas. Con miedo de entrar, de encontrarse lo que en el fondo buscaba y que tanto trataba de negarse a sí misma.
Suspiró de nuevo.
Trató de avanzar un par de pasos. Las piernas le picaban por culpa de las medias y su disfraz había comenzado a perder las plumas que Dave le había cosido.
Por ironías del destino Dave pensó que el disfraz perfecto para Julia era ir de ángel. Pero tanta blancura y tanta pureza a Julia le abrumaban. Pues ella había tocado el cielo con los dedos al conocer a Rubén y el infierno al meterse en la cama de Carlos.
Cuando llegó a la puerta de la enorme casa, un chico bajito vestido de hombre del circo le ofreció un papelito.
A Marta, que para ella todo el tema de la fiesta no era más que otro juego con el que divertirse, se le había ocurrido que tal vez fuera divertido que todos los invitados de la fiesta jugasen a un juego. Este consistía en buscar a su pareja. En la entrada de la casa alguien repartiría a todos los invitados un papel con un personaje o animal y cada uno debería buscar a su pareja. El que lo consiguiera ganaría un premio que Marta no quiso desvelar.
A Julia le tocó la oveja Dolly. Y como está fue clonada tenía que buscar en la fiesta a la otra persona que tuviese a su clon.
Se guardó el papelito en el ínfimo hueco que tenía bajo el apretado top blanco que Dave había confeccionado para su disfraz.
Buscó con la mirada a sus amigos y los encontró a todos reunidos en una esquina de la casa, bebiendo y fumando.
Julia se acercó a ellos.
-¿A quien tenéis?- Preguntó Julia señalando el papelito que le acababan de dar.
-Yo Mickey Mouse.- Dijo Marilia mostrando su papel.
-A mi me ha tocado Mónica de friends.- Explicó Damion.
-Pues yo soy Dora la exploradora.- Dijo Marta riendo.
-Vamos que ninguno sois la oveja Dolly...- Bufó Julia.
-Tomad, vuestras copas.-Dijo Dave repartiendo vasos entre sus amigos.
-Parece que todo va bien, ¿Verdad?- Dijo Marilia en el oído de Julia sin perder la sonrisa, fingiendo normalidad. La voz de Marilia ya no era dulce, era preocupada. Y aunque la inocencia era en ella una característica innata había logrado comprender por completo la gravedad del asunto. O así era Julia como esperaba que fuera.
-De momento sí.- Respondió Julia que auguraba un mal presagio.
Marilia le dedicó una dulce sonrisa a su amiga y volvió a girarse para bailar con Marta.
A Julia le daba envidia la simpleza de los disfraces de sus amigos. Por no tener que cargar con las enormes alas blancas repletas de plumas. Porque pesaban en su espalda. Tirando de ella hacia abajo, arrastrándola a los infiernos. Que ya no quemaban, que ya no levantaban en ellas ampollas de conciencia sino que empezaba a sentirse agusto allí.
Marilia, Marta y Alba habían decidido ir disfrazadas de las cantantes de ABBA y lucían brillantes trajes de colores. Eran total y absolutamente la atención de todos allí en el fiesta.
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Cien maneras de mirarte
FanficSeguramente todos hayáis visto alguna vez un arcoiris. ¿Pero acaso sabe alguien donde empieza y donde acaba? Lo mismo pasa con el bien y el mal. ¿Quién pone los limites de lo que es justo y lo que no? ¿Quién tiene la capacidad moral para decirte si...