» Ansiedad
Ese día tenía su primera junta con el psicológico que le había encontrado y sentía esos nervios recorrer su cuerpo, no le gustaban asistir a esas cosas pero solo lo estaba haciendo por Pedro, ni siquiera por si mismo, para evitarle más sustos y angustia a su cuerpo por su culpa. Pedro, Pedro Pedro, sonaba como un disco rayado en su cabeza cada vez que lo evocaba en su pensamiento.
Esa como tantas otras noches se encontraba en la oscuridad de su cuarto, era una noche muy fría pero no parecía notar lo que pasaba a su alrededor, su mente parecía demasiado concentrada en... debía dejar de soñar. Dejó ir un ruido de frustración tomando una de las almohadas en el camino, casi como si intentara quitarse la vida cubrió su rostro con la misma para evitar que cierta persona se despertara.
Sintió el estomago revolverse junto a todo lo que había comido antes de acostarse.Intentó pensar en lo que fuera, quejarse mentalmente del final de algún libro que había leído, donde elegiría comer mañana que si el local de desayunos o donde vendían pizza, sin embargo lo que consiguió fue que sus dientes se le apretaron casi con brusquedad, ese dolor en el estomago se hizo aún más persistente. Necesitaba aire con urgencia, sus piernas lo llevaron con prisa hasta la sala de estar y sintiendo ese aire frío golpearlo en el rostro lo hizo sentir mucho mejor, incluso aprovecha la ventana abierta para fumarse un cigarro sin tener que salir del departamento, el tabaco le restauró la tranquilidad perdida, cada centímetro del cigarro consumido era un centímetro que le daba tranquilidad.
Lo mejor sería intentar restaurar su sueño así que hizo los ademanes para volver a su habitación, un cuarto abierto llama su atención y con la curiosidad propia de el mueve un poco la puerta para tener una mejor visión del interior, dentro de una desastrosa pieza y una desastrosa cama Pedro dormía plácidamente ya quizás en el cuarto sueño, se quedó un momento apoyado en el marco de la puerta viéndolo dormir con una leve sonrisa en el rostro, cuando aún inconsciente murmuró su nombre la sonrisa se le fue del rostro, provocándole una sensación agridulce en su pecho. Volvió a la soledad de su cuarto en ese mismo instante, preso de sus propias inseguridades e ilusiones, ahora estaba presente a su primera batalla.
Armado con un una espada de madera y un escudo de papel espera el combate como los viejos caballeros para hacerle frente a sus propias inseguridades, a esa ansiedad que se iba expandiendo por sus venas como un mortal virus, como si esta se tratara de algún enemigo o el tan aclamado dragón, era cómo enfrentarse a una sanguinaria bestia, le revoluciona el cerebro con escenas que pueden o no existir, le inventa historias, películas con finales fatídicos, muestra los peores escenarios posibles y los repite sin piedad, uno tras otro, tras otro. La batalla psicológica no era la única que estaba perdiendo, su corazón palpitaba al punto de sentir cada latido en la vena yugular, sus piernas tiritan aun cuando estas permanecen en piso sus ojos desesperados miran cada rincón de la habitación existente. El dragón al cual tenia que enfrentase se alzaba imponente frente a el, no conforme con su victoria le ha envuelto con sus garras y lo torturan con dolor y desesperación, sabe que tiene que pedir ayuda pero es tarde, su cerebro solo envía palabras inconsistentes que la boca balbucea. Ni siquiera puede formar una oración.
Está derrotado, sin embargo su cielo logra enviar una señal de ayuda con todo lo que den sus fuerzas,poco resulta ante la crisis, ahora solo tiene que esperar a que su cuerpo se canse y lo deje tranquilo.Inhala, exhala.
Inhala, exhala.
Inhala, exhala.
El tiempo va pasando y a cada respiración nueva le da algo de paz a su mente, el aire en sus pulmones es libertador pero tardado.
Inhala, exhala.
Inhala, exhala.
Inhala, exhala.
Finalmente es dueño de sus acciones una vez más, vuelve a reconocer su cuerpo y poco a poco se da cuenta de la situación en la que está, había superado otra crisis el solo sin que nadie viniera a calmarlo, un progreso para el. Lleva ambas manos a sus ojos dándose cuenta de sus lágrimas, ni siquiera había notado que estaba llorando hasta ese momento, con sus mangas se encarga de eliminar todo rastro de su llanto con algo de brusquedad.
Había quedado exhausto, sus manos heladas le hacían dar leves sobresaltos al entrar en contacto con su rostro, un sudor frío le recorría la espalda, la cabeza le daba vueltas y su estomago estaba dispuesto a devolver su contenido sin tanta platica.Había ganado esta batalla contra su villano invisible.
En algún momento de la madrugada logra consolidar el sueño después de aquella crisis de ansiedad, en la mañana ni Pedro se había dado cuenta de esto y ese hecho le transmitió una extraña tranquilidad, tanto así que hasta había olvidado que ese mismo día tendría que asistir al psicológico, para sorpresa del contrario no presentó ninguna queja ese día, pero se mostraba más desanimado de lo usual, lo cual era excesivo. Lo detuvo un momento en la puerta antes de partir diciendo que esto lo ayudaría a llevar una vida más tranquila en el futuro, para ayudarlo a sonreír, se sintió tan motivado por ese brillo que surgía en sus ojos xfa vez que nombraba su mejora que asintió, cerró ambas manos en un puño y partió a intentar cambiar su destino.
Sin embargo su mente seguía siendo débil, no importaba lo que hiciera.
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The angst challenge 『 MexChi 』
FanfictionPerdón 😔 And sorry not sorry » pedritou y Manolo no me pertenecen solo los quiero ver sufrir