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» enfermedades mentales

— repíteme porque estás aquí

— un amigo necesita ayuda pero no lo acepta, me gustaría saber cuan grave es su situación al menos

— ilústrame el problema

Pedro pegó un suspiro pensando que estaba haciendo lo correcto, no creía que su corazón aguantara las situaciones que lo vieran en ese estado, procedió en contarle al profesional todo lo que sabía para qué este se hiciera una idea de lo que pudiera tener, sabía que estaba lejos de ser algo del momento. El escucho todas y cada una de las trágicas vivencias del que debía ser su paciente con atención, anotando alguna que otra ocasional idea en una libreta que tenia sobre su escritorio, cuando terminó su discurso diciendo su opinión respecto al tema entrelaza ambas manos con sus codos en el escritorio, haciendo aún más crítico su mirar.
Sabía que solo con su palabra no bastaba, necesitaba tenerlo acá presente para no sacar conclusiones aceleradas, después verían la forma de traerlo ante su presencia.

— tienes razón — dijo finalmente— su comportamiento es episódico, no puedo decírtelo con seguridad pero puede ser provocado por un trauma, como esa agresión o por sentimiento de inferioridad que habitualmente sienten las víctimas de bullying, no puedo aclararlo tan fácil

— comprendo ¿entonces que puedo hacer para que acepte ayuda de un profesional? esto ya se va escapando de mis manos, tengo miedo de que tome alguna mala decisión

— hacerlo entrar en razón de que esto es por su bien, se constante y cederá

— entiendo, pero... ¿no me podría decir al menos lo que pude tener?

— solo es una idea pero, pensándolo bien puede padecer trastorno del estrés postraumático, una aproximación más que nada

Asintió al ver como veía una y otra vez la hora, un clara señal de que ya era tiempo de irse, con un apretón de manos sellaron su encuentro y pronto salió del lugar nuevamente a la calle plagada de personas en pleno centro de la ciudad, sus pasos lo llevaron hasta su oficina. Aunque estuvo desconcentrado todo el tiempo intentó hacer lo mejor que pudo para terminar pronto y retirarse a casa, tenía una muy importante charla con Manuel, uno que parecía ignorarlo a como diera lugar, sabía que intentaba hacer el menor ruido posible para que no lo oyera salir por la mañana, ahora gastaban menos en el desayuno porque siempre se los saltaba, incluso dudaba que almorzara como corresponde.
Estrenado como estaba saca un par de chicles para desconcentrarse un momento de todo lo que tuviera que ver con Manuel, siguió trabajando hasta que le dieron su libertad.
Alarga un poco su camino todavía meditando lo que iba a decir se topa con una librería, quizás fuera en la que trabajaba, no recordaba el nombre del lugar pero su uniforme era similar así que entro, resultó que no es pero de todas maneras se quedó a dar un par de vueltas dentro del local, casi como si fuera una ayuda del destino en una de las estanterías había un libro que trataba sobre los trastornos mentales explicados por un especialista, no lo pensó mucho al abrir sus páginas, un en capitulo explicaban las suposiciones del profesional que vio hace rato. "Ansiedad y recuerdos recurrentes desencadenados a causa de un evento traumático que vivió una persona, en la mayoría de los casos el afectado puede actuar de forma evasiva o varía dependiendo de cada caso" leyó las primeras líneas, siguió con todo el capítulo hasta que se dio cents de que ya casi oscurecía e ignorando la mirada de los vendedores salió del lugar sin comprar nada. El tema le siguió dando vueltas en la cabeza aún ya estando sentado sobre el sillón con la televisión encendida pero no viendo en realidad.
Manuel estaba a un costado suyo sin decir nada, con un sueño que intentaba resistir por el programa que el si estaba viendo, veía sus ojos cansados e incapaz de seguir mirándolos voltea la vista a otro lado.
Reunió aire en sus pulmones antes de decir:

— debes ir con un especialista

Manuel pareció despertar de pronto por el salto que dio, su atención se desviaba Pedro y sin decir ni una palabra niega con la cabeza, con el gesto obviamente le daba a entender que no lo iba a hacer.

— es por tu bien —lo obliga a mirarle con una mano en la mejilla, el otro protesta soltando un resoplido pero dejándolo de todas maneras— por favor ¿si?

Hace mucho tiempo que no tenía sus ojos tan cerca de los propios y decidió aprovechar el momento, detrás de sus pupilas pudo descubrir perfectamente el cansancio y el dolor que albergaban los mismos, sonrió de forma triste casi contagiándose con esos sentimientos de tristeza, Manuel intentó huir de su mirada desviándola al techo, quizás al televisor que aún seguía encendido, aún de todas maneras no pudo escapar, el en cambio solo vio sus buenas intenciones, el intentaba todo lo posible para que se recuperara y lo único que recibía a cambio eran evasivas junto a mentiras que aparentaban estar bien, por esta vez, y solo por esta vez se dejó llevar por sus ojos, solo buscaban su bienestar. Mordió su labio antes de asentir con suavidad, se sintió más calmado después de aquello.
Se mantuvieron así un rato rodeados de un silencio demasiado simbólico para explicar, tanto así que hasta el sonido del televisor se hizo distante, cuando Pedro se dio cuenta de la situación en la que estaban abrió los ojos sintiéndose nervioso, con cuidado retiró su mano de la mejilla contraria para juntar ambas manos, una muestra de su nerviosismo. Prefería no ilusionarlo de más ahora que sabía pues... aquello.

— gracias... —Dijo con un intento de sonrisa, Manuel lo mira extrañado ladeando un poco la cabeza— por dejarme ayudarte

— no hay de que

se encoge de hombros para quitarle importancia al tema, no pudo evitar soltar una risa al final.

The angst challenge 『  MexChi 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora