» Perdida (muerte)
--- ¿estás seguro de que quieres ir?
--- tengo que hacerlo, además se supone que ya volvieron a la democracia ¿no?
--- si quieres yo te acompaño, solo por si acaso
--- lo siento, tengo que hacer esto solo
Itzel no dijo nada más, solo apoya su mano en el hombro de su mellizo para asentir, Pedro tampoco dijo nada. Volver a su país lejos de ser una alegría al volverse a reunir con su gente fue casi una tortura, la advertencia del trio lo había dejado descolocado, nervioso por lo que le estuvieran haciendo al pobre Manuel pero no pudo hacer nada, solo se llevó parte de su ropa, algunas pertenencias y obviamente, el cuaderno de Manuel del cual ya nunca más se separó, incluso se atrevió a leer sus demás poemas, era como si el volviera a la vida mediante sus palabras, incluso ese día en el auto de su hermana sentado en el asiento del copiloto repasaba sus versos con suavidad.
Quiero someter a mi alma
A un letargo de mil años,
Quiero detener en un suspiro
Ese latir acelerado.Quiero ver el ocaso
De estos días condenados,
Más algo me detiene
Aun yo sigo respirando.Rezo por ello, por quererlo
Por no perderlo, por merecerlo
Que si no mi propio destino
Será poco más que dicho incierto.Dio un suspiro cansado devolviendo la vista a lo que le ofreciera la ventana, el retro del viaje se enfocó en su ciudad cargado de un significativo silencio, luego de años en el exilio volvía a la nación chilena para arreglar unos asuntos, al huir de forma acelerada había dejado su departamento en abandono y como ya nada lo ataba al país partía a vender las pertenencias que todavía quedaban junto al mismo lugar, pero el real motivo de su visita seguía teniendo tristes ojos café, pensaba buscar a la señora rayen para ver si ella ya tendría alguna noticia de su hijo, o por lo menos ver si su nombre aparecía en las cifras de los detenidos desaparecidos para ya dar por cerrado el asunto, debía cicatrizar la herida.
Cargo su maleta, subió al avión y el viaje de ida se pareció muchísimo al auto, solo que ahora venía cielo, y que esta vez durmió gran parte del viaje, además el país era demasiado largo y tardaron horas en llegar a la capital, por lo que cuando finalmente llego solo dio vueltas para estirar sus piernas del viaje y se puso en marcha, primero pasaría al departamento para dejar sus cosas, dicho y hecho, no pudo permanecer mucho tiempo ahí antes de ser atacado por una cruda nostalgia. Cambiando por las calles de Santiago no vio muchos cambios, la gente iba de aquí para allá con ese mismo aire estresado que años atrás, pero se dio cuenta de que había algo diferente, una cierta aura de tristeza que lo hacía sentir abrumado, había leído las noticias pero la prensa había censurado muchas cosas por lo que en su calidad de extranjero no sabía la magnitud del asunto. Su primera parada fue la casa que fue de Manuel algún día pero por más que llamo nadie salió, quizás había salido o estaba durmiendo hasta que una de las vecinas salió, pedro recordó como Manuel le decía a la señora Berta "la bisagra, porque si no está en la puerta está en la ventana" una leve sonrisa se le escapo antes de preguntarle si sabía algo dela señora rayen que hace años que no la veía, la mujer lo miro casi con pena al contarle que la pobre rayen había muerto de pena al no saber nada mas de su hijo, pidió más detalles y solo le contesto que porque se había marchado, reprochando al pobre Manuel que fue por una rebeldía de adolescencia y viendo como pasaban los días sin que volviera se deprimió tanto que apenas salía, un día el lindo apareció solo por unos minutos apenas, pero ella estaba arrepentida de tratarlo tan mal esa vez, dijo doña Berta, y lo busco meses, parece que el niño se metió en malos pasos, pero nunca más se volvieron a ver, un día le venía a dejar unos quequitos que hice yo pero no salió ese día la encontramos a la pobre finada, concluyo. Pedro solo miro de vuelta a la casa ya abandonada, una parte de él se alegró que esa pobre mujer no se hubiera enterado del verdadero destino de su hijo, solo le pregunto donde la habían enterrado para ir a dejarle algunas flores, pero tendría que tomarse un bus al sur porque había vuelto a su ciudad natal allá en la araucania, dio las gracias, acepto el queque que le ofreció y se marcho.
Sin saber que hacer solo dio vueltas, quizás lo mejor seria detener su búsqueda, vender todo y volver a su vida allá en México, da un respiro y decide solo hacer una cosa, escuchando retazos de una conversación en un quiosco de la calle se enteró de un memorial para los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos durante la dictadura, si su nombre aparecía allí ya no tendría sentido seguir lamentándose, arreglo su abrigo y se encamino al cementerio general, pidió un par de indicaciones y se puso en camino, a las afueras del cementerio compro un par de flores de un puesto y entro, allí mismo había más gente quizás en la misma misión porque según lo había escuchado hace poco se había inaugurado. Pero ver semejante columna de frente lo sobrecogió, el monumento era muchísimo más alto que el, con casi más de mil nombres plasmados en piedra, en su ignorancia no sabía que había sido casi una masacre, deteniéndose un momento a pensar en todas las familias destruidas, tantos padre, madres y abuelos asesinados por algo tan... no podía, leyó todos y cada uno de los nombres, y quien busca encuentra, allí estaba, medio borroso por la aparición de sus propias lagrimas dejo las flores, limpio sus ojos y se dio cuenta de que no estaba, se había confundido, Chile tenia demasiados Gonzales, aun así dejo las flores y se marchó, de nada servía seguir creyendo que lo vería otra vez.
» aprovechando que no hay trabajos ni clases ahora si que si hay actualización seguida ademas de que YA ESTAMOS LLEGANDO AL FINAL AAAAAAA
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The angst challenge 『 MexChi 』
FanfictionPerdón 😔 And sorry not sorry » pedritou y Manolo no me pertenecen solo los quiero ver sufrir