Capítulo 28

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La soltó en seco, alejándose un poco de ella, observándola incrédulo, tratando de entender el por qué de su pregunta, pero aún así, respondió:

—Si, te amo más que a Tony, amor.

Natasha soltó un risilla amarga, mirándolo decepcionada, y con el corazón rompiéndose a cada segundo.

—¿Puedes dejar de mentir por una puta vez? —trató de sonar tranquila, pero la ira la estaba carcomiendo.

—¿Qué? —frunció el ceño.

—¡Quiero que seas sincero por una puta vez! —gritó cansada de las mentiras.

—¡Joder Natasha! ¿Qué carajos dices? Tienes el descaro de desaparecer cinco putos días, haces que me preocupe y apareces de la nada a decirme estas estupideces —los nervios lo están empezando a atacar.

—¡¿Estupideces?! ¡¿Dices estupideces mentir-me en la cara!?

—¿Qué te digo mentiras? ¡Si te quiero y te amo de verdad, joder!.

—¡¿Quién miente a alguien a quién ama?! ¡Yo sé! ¡El gran Bruce Banner!.

El rizado se acercó a ella y la sujetó de los hombros, tratando de calmar la situación, si seguían discutiendo, los dos meses de tratamiento se irían al carajo.

—Nat, amor, por favor, dime, ¿qué sucede? ¿Por qué dices esas cosas? —preguntó tratando de tranquilizarse.

Ella se inclinó, quedando a poco centímetros de su rostro, observándolo con furia sus oscuros ojos soltó.

—Eres una puta de lo peor, Banner.

Se salió de su agarre, dispuesta a encararlo.

—¡Por el amor de dios! ¡¿Qué diablos te sucede?! —dice harto del comportamiento de la joven.

—¿Qué diablos me sucede? ¡Te voy a decir lo que sucede, Banner! —hizo una pequeña pausa, sin romper el contacto visual, continuó —. ¡Me creí todas tus mentiras! ¡Felicidades! ¡Hiciste que te creyera todo, el personaje te salió perfecto! —alzó las manos en modo de celebración, con una sonrisa falsa en su rostro.

—¿Pero que mentiras dices? ¡Ya te lo dije! ¡Te amo! —camina de un lugar a otro, tratando de conseguir la calma, tratando de calmar sus nervios, pero parece que eso no le importa a la pelirroja, quién no ve las consecuencias que se producirá.

—Si se verdad me amas ¡¿Por qué carajos te besaste con Stark?! —soltó sin más, con asco, con el dolor surgiendo.

Bruce la miró atónito, nunca pensó que aquel día llegaría, sabía que en cualquier momento se iba a enterar de la verdad, pero planeaba decírselo en otro momento, pero no en este.

Pero ya es momento de afrontar sus errores.

—Y-yo... Déjame, déjame explicarte —musitó.

—¡¿Explicarme qué?!.

—Verás... Todo, todo fue una co-confusión... No es nada de lo...

—¡¿Una confusión?! —sacó las fotografías que traía hace un momento y las esparció en su escritorio —. ¡¿Esto te parece una puta confusión?!.

Una vez más, Banner se quedó sin palabras, ¿qué debería decirle?, ¿qué estaban clonadas?.

No, tenía que afrontar las cosas, aunque haya una explicación ante esto, no sirve de nada decirlo, porque no lo va a escuchar.

—Solo dime algo —su voz empezó a quebrarse, y sus ojos amenazaban con romper en lágrimas, algo que le dolió ver al rizado —. ¿Por qué me mentiste? ¿Qué ganabas con eso?.

Una difícil decisión © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora