Capítulo 22

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ATENCIÓN : Contenido hot, caliente, nopor, smut, fondue o como lo llamen :v.

~×~

—Oh... —jadea tratando de quitarle los molestos mechones rojizos de la joven mientras ella hace su trabajo.

Natasha saborea su longitud como si fuera un chupete, su chupete favorito. Mientras el rizado observa fascinado como la pelirroja succiona, muerde, masajea, juega con su amiguito.

Sus manos están ocupadas en las bolas de Banner, jugando con ellas como si fuera un par de dados, mientras su boca prueba el más delicioso dulce que sus labios pueden tocar. Incluso disfruta más al ver la expresión del rizado.

Siente el paraíso en sus pies, literalmente, ver a prácticamente, una diosa dándole uno de los mejores orales de su vida no lo tiene cualquiera.

—Ya ca-casi —anuncia, jalando los cabellos de la pelirroja dándole a indicar que está por venirse.

Juega un rato más hasta que lo siente venirse. Y como si fuera una estrella nopor, se traga todo el semen, saboreando el líquido en su paladar.

Echa su cabeza hacia atrás, regulando su respiración, joder, si que fue la mejor mamada que alguien le pudo dar, incluso mejor que las de Tony.

—¿Vez que si cumplo mis promesas? —dice la pelirroja ya levantada, quitándose la ropa sobrante.

—Oh mierda... Eres increíble —musita bajándose completamente los pantalones.

—Tranquilo chico, aún nos queda la noche entera.

No espera respuesta, espera hasta que el rizado se quite toda la ropa para montarlo.

Mueve su cadera desesperadamente, buscando más conexión en sus cuerpos. Los cálidos gruñidos llegan a su oído, y claro, ella trata de calmar sus gemidos, recordando que hay un niño a unas habitaciones de ellos.

Bruce clava sus manos en su trasero, siguiéndole el ritmo, sus labios atacan su cuello, luego su clavícula y después baja a sus pechos.

El vaivén de sus cuerpos es inalcanzable, de como sus cuerpos sincronizan en cada movimiento es increíble.

Se ve que el sexo es lo único que han aportado desde que se conocieron. Y parece que el corazón sólo es un órgano vital cada vez que se ven.

Sentir como el pene del chico de rizos entrar y salir de su cuerpo es uno de los placeres que la vida le pudo regalar. Natasha decide que es suficiente y empieza a moverse lentamente.

Un bufido sale de los labios del rizado, quién a empezado a mover su pelvis en busca de estar dentro de ella. La joven se burla por eso.

—Qui-quiero darte por a-atrás —susurra en su oído, provocando un escalofrío en el cuerpo de la joven.

Natasha sale completamente, posicionándose en cuatro, lista para lo que viene.

No pasan ni diez segundos cuando siente los labios del rizado besar sus nalgas, succionando y mordiendo su carne, dejando claramente marcas.

—B-Bruce —jadea sintiendo la lengua del rizado cerca de su entrada.

Sonriente, pausa su deber con sus nalgas, y prosigue a jugar con la entrada de la joven, haciendo que se le escape uno que otro gemido.

Maldice en todos los sentidos al joven, la forma en la que se burla de ella debe ser castigado. Siente que Bruce posiciona su pene en su entrada, cierra los ojos dispuesta sentir el delicioso miembro del rizado llenarla, pero no ocurre.

Una difícil decisión © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora