Capítulo 3

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—¿Cuando fundaron la empresa? —preguntó la pelirroja golpeando ligeramente el bolígrafo en sus labios.
Observando concentrada al hombre que está al frente de ella, con una ligera sonrisa.

—En realidad, lo hizo el padre de Anthony, yo solo me convertí en su mano derecha. La fecha fue entre el año 1993 y 1995 —contestó sonriente.

—¿Cómo se convirtió en la mano derecha del Sr. Stark? —habló anotando lo último que dijo.

—Lo conozco desde que éramos pequeños, mi padre y el suyo fueron grandes amigos, era obvio que él y yo tendríamos una sólida amistad —lo último dicho lo dijo con algo de dificultad, como le gustaría declarar que son más que amigos.

La pelirroja no tardó en anotar cada palabra dictada por el rizado.

Sonriente, levanta la vista de la libreta, dispuesta hacerle otra pregunta más.

Pero el clip de la puerta hace que ambos miren sobre sus hombros al castaño, quién se encontraba con una mirada seria hacía ambos.

—Buenos días —saluda la pelirroja levantándose de su asiento, estirando su mano para estrechar la con el castaño.

—Hola —camina de frente sin recibir el saludo de la pelirroja, que por cierto, lo mira extrañada, ya que imaginaba que uno de los hombres más importantes sería, al menos, educado.

—Tony, ella es la señorita Romanoff, periodista del canal que quiere promocionar y dar a conocer más sobre la empresa —habla Bruce al ver la seriedad de su amigo.

—¿No se supone que Jarvis me tuvo que avisar con tiempo? —réplica.

—Bueno, yo le dije que no estabas disponible, entonces sugerí que sería el entrevistado —mascullo.

—¿Ahora eres tú quién maneja la empresa? —farfullo.

—Ambos lo hacemos, pero en este caso no estabas, y si el otro no está, el otro tiene que hacerlo ¿no recuerdas el trato? — atacó el rizado al ver el carácter inmaduro del castaño, ¿pero que le pasa hoy?.

—Oh no, disculpe, yo fui la culpable, entré unos minutos tarde —se pronunció la pelirroja, de alguna manera, el rizado no merecía ser regañado como un niño.

—¿Quién te invitó a esta conversación? ¿Qué no tienes horario de trabajo? ¿Quién es tu jefe?.

—¡Tony! —se enfadó el rizado, no entiende la conducta del castaño, y menos que su mal humor la esté pagando la joven pelirroja que no tiene la culpa.

—¡¿Qué?! —se alteró.

—¡Suficiente! Señorita Romanoff, por favor, le agradecería que se presente en otro momento menos inoportuno —exclamó sonando lo más amable posible con la pelirroja, si habría una discusión, sería entre él y el castaño.

Cuando Natasha se asignaba a retirarse, el chico de ojos cafés no pudo cerrar la boca.

—¡No! Seré yo quién me retire, disfruta tu entrevista Banner —aclara el moreno abandonando de un parpadeo el lugar, esto no puede ser más incómodo.

El chico de rizos pasa sus manos por sus rizos tratando de calmarse soltando un suspiro, diablos que momento más incómodo que pasó la pobre Natasha.

—Perdona, no se que le pasa, él no es así, él —suelta un suspiro —. De seguro tuvo una mala mañana, no te preocupes, gracias por la entrevista.

—No, yo... Eh, debí avisar, de verdad disculpe...

—No tienes la culpa ¿vale?.

La pelirroja asienta levemente con la cabeza, da unos pasos cercas del rizado para despedirse.

Una difícil decisión © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora