Capítulo 9

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—Tardaste —rechisto.

—Solo llegue para hablar, hoy no tendremos sexo —aclaró el castaño al ver la chispa lujuriosa en los ojos de Bucky.

—¿Estas en tus días cariño? —bromeó dejando entrar a Stark.

Cerró la puerta y se acercó en el sofá, donde estaba el castaño ya sentado.

Sin permiso, se sentó en regazo de este y empezó a quitarse los pantalones.

—Ya dije que hoy no Bucky —recalcó enojado, haciendo que el joven de cabellos largos se bajara y se sentara a su lado.

—¿Qué quieres?.

—¿Eres sordo o qué? Acabo de decir que vengo hablar —regaño.

—¿De qué quieres hablar? —farfullo.

—Bruce ya se enteró la verdad —apenas pronunció y ya veía la felicidad en los ojos del joven.

—Por fin, ya era tiempo —sonrió amplío, ahora Stark será solo de él.

—Idiota —mascullo —. Me quitaron a mi hijo por unos días, ya que no me puede ver bebiendo alcohol y con putas.

—¿Y que quieres que haga? —preguntó sin entender el punto del joven empresario.

—¡Qué esto ya no puede seguir! —se alteró al ver la tranquilidad del joven de cabellos largos.

—¿Qué? —sonrió incrédulo.

—¡Qué está mierda se termina! —dice mirándolo a los ojos, donde puede ver la misma tristeza que reflejaban los ojos de Bruce.

—¿Estas de joda verdad? —se acerca al castaño acunando su rostro entre sus manos.

—¿Crees que estoy jugando? —farfulla soltando un suspiro.

—¿Por qué lo haces?.

—Por mi hijo —responde.

—¿Por tu hijo o por ese hijo de puta? —suelta el rostro de Stark bruscamente.

—¡¿Eres idiota o qué?!.

—No, no soy idiota, lo que pasa que ese corazón frío que tienes, está sintiendo algo por ese imbécil —se levanta de golpe del sofá y se retira de la sala de estar.

Tony queda frustrado, su cabeza está echa un lío.

No sabe ni lo que quiere, menos sabrá lo que siente.

¿Cuando encontrará paz?. No lo sabe, pero, un nuevo problema está por presentarse.

Que ni sus millones de dólares pueden solucionar, prepárate para la guerra Stark, porque vas a necesitar más que armas para ganar.

Siempre creyó que su corazón se volvió una piedra cuando Steve lo dejó.

Con el rubio, todo fue diferente. Recuerda las noches en donde ambos se mimaban, en donde no solo se daban amor entre las sábanas, si no también, compartían miedos y secretos, sueños y esperanzas, tristezas y alegrías.

Pensó que llegaría hasta el día de su muerte con el rubio cogido de la mano, pero sólo eso será, un pensamiento, una idea, que quedará guardada en su mente.

Quedó claro que, no vale amar si la otra persona no siente nada.

¿Quién ama de verdad?.

Nadie, al menos eso piensa el castaño.

Ahora entiende un poco al rizado, amar con todo el corazón, para después saber que la otra persona solo te usó. Eso verdaderamente es de cobardes.

Ese mismo sentimiento se lo dio Steve, y terminó pagándolo Bruce.

Vaya juego en el que estamos.

Amas al que no te ama.
Odias al que te ama.

~×~

—Sr. Bruce Banner —dice con una sonrisa esquinada.

—Solo Bruce —masculla.

—¿Qué hace un hombre... —lo mira de arriba a abajo —. Tan interesante por aquí, y solo?.

Sonrió más al ver que el traje que traía el rizado, resaltaba un poco más sus músculos, y, dios, esa camisa sin desabrochar tres botones lo hacía ver más... Apetecible.

—¿Te... Aparento interesante? —dice algo nervioso, no le es común recibir alagos, o lo que sea que le esté dando Natasha.

Ya que el castaño no le daba cumplidos a diario, solo en la cama.

—Créame que si —sonríe, terminando de beber su vaso. Se giró para encarar al rizado, quién se veía concentrado, mirándola.

El chico de rizos se mojó los labios al examinar a la pelirroja.

La blusa blanca hace que resalte sus pechos, ni que decir de la falda corta negra que hace relucir sus blancas piernas. Su cabello levemente alborotado le daba un toque sexy, y no necesitaba maquillaje para que su belleza se resaltara.

¿Alguien le puede decir a Bruce que puede ser más disimulado?

Hasta la misma Natasha se dio cuenta que la está observando a datalle.

—¿Vez algo que te guste? —sonríe coqueta mirando de reojo a Bruce, quién trae un leve color carmesí en sus mejillas.

¿Nat no podía ser más atrevida?.

Pues claro que si. ¡Es Natasha Romanoff señores!.

—¿Q-qué? —musitó alarmado, no quiere quedar como un maldito pervertido necesitado de placer.

—Es broma Bruce —rio al ver la expresión del rizado.

Le encanta poner así a los hombres. Y quizás también de otra manera.

El que entendió, entendió.

—Ya... Iba a responder —intentó sonar atrevido.
Pero no, su ternura y timidez estaban presentes, que provocó cierta dulzura en la periodista.

—¿Humm? —musitó sonriente.

Oh esto será interesante.

El rizado se sentó al lado de la pelirroja, pidió una ronda de vodka, y le sonrió lo más coqueto que puede a la joven.

Ya era tiempo de que se distraiga un poco, y no sería mala idea hacerlo con la pelirroja.

Y parece que a la joven no le vendría mal un acompañante a corto plazo.

Listo, el juego acaba de empezar.

~×~

¡Antes de que te vayas!

Maju y yo, hemos decidido hacer algo para culminar el maratón.

Solo decirles que hagan todas, TODAS. Las preguntas que quieran hacer, ya sea de la historia, personajes, etc.

Contestaremos cualquiera, déjenlas en los comentarios y ¡que se prenda esta mierda! XD.

Ok me calmo.

Gracias por el apoyo, ambas nos estamos esforzando que esto sea cada vez más interesante y entretenido para ustedes 💛.

Att: Ariana. R y Marijo_LR.

Una difícil decisión © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora