Capítulo 14

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20 de mayo del 2019

Últimamente todo está muy extraño, eh notado a Tony muy distante, cortante y aislado.

Ya no juega con Peter, para muy poco tiempo en el departamento.

A empezado a llegar tarde sin explicación alguna, aunque él es libre, puede hacer lo que guste, pero me gustaría una pequeña escusa para estar tranquilo.

Peter lo extraña, no se cómo puedo mirarlo a los ojos y mentirle que Tony esta en el trabajo cuando ni yo mismo se donde esta.

Yo también lo extraño, y mucho.

Y aunque no me a aclarado que... Somos algo, pero, por el tiempo que llevamos haciendo esto es suficiente para dejar en claro lo que somos... Al menos para mí.

¿Pero que mierda piensas Banner?.

Es obvio que si son algo, y quizás tenga mucho trabajo y por eso anda estresado.

Se que se va a disculpar y recompensará todo el tiempo perdido, con Peter y conmigo.

Anthony es un gran hombre, y estoy seguro que todo se aclarará.

Lo amo, te amo Anthony Stark.

~×~

Un trago es su compañía en noches como esta, en donde se lamenta de sus errores, sin oportunidades de reparar lo que ya está roto.

La vida fue dura con él, no lo niega.

Y también con el rizado.

Pero el destino los unió para que ambos pudieran salvarse de si mismos y que el lazo del amor los haga uno.

Pero él corto el lazo.

Ya que en sus pensamientos siempre entró la idea de que Steve Rogers era el amor de su vida.

Lo amaba y hasta lo sigue amando a pesar de los años. Aunque para el amor no existe el tiempo del sentimiento, puedes sentir cosas por esa persona aunque pasen siglos, pero siempre el sentimiento va a seguir ahí, en el corazón.

Pero parece que hace tiempo Tony Stark dejó de tener corazón.

~×~

La besa despacio, mordiendo ligeramente sus labios, sus manos no se cansan de recorrerla, su boca pide por más.

Aunque sean simples conocidos dándose placer mutuo, eso no quita el deseo y la chispa que se hace presente a través de sus cuerpos.

—Sr. Banner... Lo desconozco esta noche —sonríe la pelirroja al sentir el tacto del rizado.

—Es eso lo que somos...—detiene sus besos al sentir la confusión de la joven —. Dos desconocidos que tienen de recuerdo una noche de lujuria —pronuncia mirándola a los ojos.

—Entonces hagamos que ese recuerdo quede para siempre —lo besa con intensidad, sintiendo el peso del rizado encima de ella.

Bruce no espero ni diez segundos para penetrarla, entrando en ella rápidamente, sintiendo como sus paredes se contraen al rededor de su miembro dándole más placer a la situación.

La pelirroja no tarda en emitir sonidos de placer, juega con los rizos del joven mientras este se encarga de complacerla.

Sus piernas envueltas alrededor de su cintura crea más fricción entre ambos, gruñe al sentir las manos de la joven en su trasero, Natasha si que era una pervertida.

Ambos dándose placer entre las sábanas, ajenos a su alrededor, solo ellos dos en una noche de pasión, envueltos en la lujuria y apresados en la necesidad de alguien que les ayude a olvidar sus errores. Una noche donde ambos se aferran al otro, con la intención de olvidar todo, con la intención de curar su corazón, con la intención de completarse.

Una difícil decisión © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora