Los aliados del Cerezo

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Había pasado un día desde la pelea con los de Konoha y la ojijade era muy feliz, ahora que era oficialmente parte de Kumo se sentía que nada arruinaría su vida o eso creía hasta que una carta apareció en su cama.

*Carta
Para: Sakura el Cerezo de Kumo

Es un placer saber de su gran avance como Kunoichi y me alegro que ahora tenga un hogar, por este medio le hago saber que a partir de hoy usted cuenta con todo el apoyo de Akatsuki, me a asombrado su crecimiento, también he de admitir que su poder me intriga, es por ello que deceo una alianza entre Kumogakure y Akatsuki, no queremos más guerras, es por ello que esta noche nos presentaremos ante usted y su padre, con el fin de acabar con todo mal entendido, también me he enterado de su próximo viaje a Konoha y deseamos ser sus escoltas, pues no queremos que tan bella flor caiga en malas manos, sin más que agregar, me despido de usted.

Atte: Pain líder de Akatsuki.

La pelirosa estaba más que asombrada por lo que había leído, sin más corrió a la oficina de su ahora padre y le mostró la carta, el hombre tras leerla medito un momento.

Rai: Esto podría ser bueno para nosotros, pero si hacen eso deberán hablar con Kumo y Suna pues también son aliados nuestros, también sería interesante ver la cara de la Hokage al veré en compañía de estos sujetos, bien hablaremos con ellos.

Así pasó el día, la joven pensaba en sus dos maestros, pues sabía que la entrenaban sin el permiso de su líder y debía actuar como si no fuera tan cercana a ellos, al llegar la noche ella y su padre se dirigieron a la zona de entrenamiento de la chica pues sería peligroso tenerlos en la aldea, al llegar al lugar encontraron varias sombras que los veían.

Pain: Me alegra que aceptaran hablar con nosotros.

Rai: Lo hago con el fin de proteger a mi Hija y a mi hermano, pero también deberán hablar con el Kanzekage y la Mitsukage, el Tsuchikage es algo anticuado pero talvez si todos hablamos con el comprenda está cituacion, también si acompañarán a mi pequeña deseo que porten las bandas de Kumo ese día y claro llevarán otras capas pues esas los delataron de inmediato y no pienso arriesgar a mi hija.

Pain: Descuide Raikage lo que menos queremos es poner en riesgo a la pequeña Sakura, aremos cuanto podamos para ayudarlos en todo lo que se nos sea posible, también si no le molesta nos gustaría entrenarla, puede que en Konoha no tengan muy buenas intenciones con todo esto.

El hombre lo miro fijamente a los ojos y le obsequió una sonrisa de lado.

Rai: Me agrada tu idea, mañana a primera hora, no quiero que sean blandos con mi hija.

La mensionada solo sonrió.

Pain: Mañana aquí mismo, te esperaremos Cerezo-chan.

Sin más el Raikage y su hija se marcharon.

Saku: Muero por ver la cara de la Hokage cuando vea que los Akatsuki me acompañan.

Rai: Procura no causar muchos destrozos, de ser posible no peles con todo tu fuerza, así como ahora.

Saku: Claro papá, después de todo si ahora no fueron oponentes para mí, menos en tan poco tiempo.

Así la noche transcurrió tranquilamente, al salir el sol una ojijade muy contenta corría con un pan en la boca en dirección a su lugar de entrenamiento, al llegar comenzó a calentar como cada día, lista para la llegada de sus nuevos sensei, lo que ella desconocía es que ellos la observaban desde el momento en que ella llegó al gran campo.

Pain: Valla se nota que estás ansiosa.

De entre las sombras el líder de Akatsuki así como sus miembros se presentaron ante la chica.

Saku: Bueno cuando se trata de entrenar me lo tomo muy en serio.

Pain: Entiendo, tengo entendido de que tuviste oportunidad de entrenar con Kisame e Itachi, así que ahora practicarlas ataques a distancia, Sasori y Kakuzo te entrenarán ahora mismo.

Kaku: Espero no me hagas perder el tiempo mocosa.

La pelirosa miro al hombre y sonrió de lado.

Saku: Así que Kakuzo, según tengo entendido tienes un ninjustu que te hace prácticamente inmortal, espero que sea verdad o esto será aburrido, no me agradaría matar a mi sensei.

Saso: Bien comencemos.

Para alegría de Kakuzo la ojijade aprendía rápidamente, era bastante ágil, así como inteligente, se las ingenio para lograr evadir y repeler los ataques a larga distancia de el y de Sasori, era toda una maravilla, al cabo de cuatro horas él tío de la chica llegó.

Bee: Pequeña es hora de comer, no querrás que tu padre se enoje como la última vez.

La chica sonrió algo apenada al recordar esa ocasión, duró casi todo el día sin comer y como consecuencia la chica quedó desmayada hasta que el Raikage fue a buscarla y la encontró tendida en el suelo.

Saku: Ya entendí tío, vendrán también no?

Ita: No creo que seamos muy...

El Uchiha no pudo terminar pues el hombre del Rap lo interrumpió.

Bee: Descuiden mi hermano ya a informado sobre ustedes a la aldea, también venía a darles la llave de su nueva casa, así no tendrán que estar a la intérperie, bueno vamos a comer o se enfadara más.

Así todos llegaron a la gran mansiones del Raikage donde un banquete los esperaba, la comida paso tranquila, el Raikage estaba complacido al saber los avances de su pequeña.

Tobi: Si siguiéramos como enemigos estoy seguro que Sakura-chan nos hubiera aniquilado, fue divertido ver cómo dejaba en el suelo a Sasori-senpai y Kakuzo-san.

Saso: Si valoras tu vida mantendrás la boca cerrada.

El pelirojo mantenía al enmascarado en el suelo con un kunai en el cuello.

Rai: Bien eso quiere decir que estará más que lista para su viaje, parten en cuatro días pues el viaje es algo largo, espero que no tengan problemas con los de Konoha, se que Tsunade no estaba nada contenta cuando notó el gran poder de mi pequeña.

Pain: Descuide si algo pasa nosotros nos aremos cargo.

Así pasó el tiempo y el día de partir llegó, todos se despedían de la princesa de Kumo y de sus escoltas, ella estaba ansiosa pues tenía el presentimiento de que tendría algo de diversión en su pequeño viaje.

Ya no soy esa chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora