Ya que estoy aquí edito el siguiente capítulo. Espero que os agrade :D
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21
Una mala espina.
Es lo que me hace tropezar y casi caer en nuestra primera noche de arena. Una espina, clavada en la parte delantera de mi tobillo. Me freno con las manos sobre el suelo y así advierto algo tan nuevo como alarmante.
La pradera, cada vez más envolvente de claveles, no es más que una capa que esconde plantas espinadas e insectos de diversos colores. Roy retira la rama de mi tobillo, observando perspicaz el punto marrón, similar a un grano y dice:
— Esto no me gusta, ¿puedes seguir andando Annie? —Nada más oírlo Cassius lo fulmina con la mirada, está cansado y aburrido y francamente lo entiendo, yo también.
Llevamos un buen tiempo navegando inútilmente por un terreno cada vez más rojo y traumático. Ni siquiera nuestras gafas nocturnas hacen la diferencia, todo es rojo, verde, y marrón. Demasiado común, demasiado tranquilo, y no me gusta. No, cuando ya pasaron las caras de los nueve muertos y no encontramos ningún tributo más. No es bueno para el Capitolio.
— ¡Claro que sí! —Digo con una sonrisa desafiante —. Estoy bien. —Para más pruebas me incorporo descubriendo que la pierna me punza bastante, pero es soportable. Sheet hace una mueca al notar mi expresión de dolor.
— Creo que deberíamos volver —dice —. Me inquieta tu forma de andar. —Pero Circe la mira como si estuviera loca.
— ¿Por una espina? ¡Vamos, no seas estúpida! —Le reprocha, no muy contenta, y la chica agacha la cabeza, amedrentada —. Los profesionales somos los fuertes de la arena. No nos rendimos por banalidades. Si Annie puede andar entonces no hay de que preocuparse.
Sonríe valiente para luego adelantarse a nuestra comitiva. Debo admitir que me alegra que sea ella quién esté aquí y no Silber, seguro que panicaría por los insectos, arruinándonos todas las oportunidades de sorprender a nuestros enemigos. Ha tenido que quedarse a hacer guardia con Geld, ya que la herida que le provocó el chico del nueve le imposibilita matar. Desventajas de no ser ambidextro como yo, o Sean, en su tiempo. Una vez que te atacan en tu miembro dominante estás perdido.
—Aparte, no es por nada pero llevamos un tiempo sin matar a nadie —la apoya Cassius —¡No podemos regresar así! —Sheet lo observa dubitativa pero asiente, creo que, a pesar de sus buenas intenciones, no le sentó bien matar al del nueve. En cierto modo, la entiendo, matar a otros, incluso bajo un buen justificativo, es todo menos agradable. El mío es eliminar peligros, los chicos del cinco eran muy inteligentes, podrían darme problemas ya que varios de mis aliados no. Del mismo modo que la chica del seis que, aparte de bromista, no parecía tener problemas con el taller de camuflaje.
Camuflaje...
Entorno los ojos a mi alrededor, inquisitiva, eso es lo que son los claveles: un camuflaje perfecto para las armas de los vigilantes ¿Y si ella también es así? Si su técnica se basa en camuflarse entre lo más inofensivo quizás la encuentre aquí.
— Cassius tiene razón, nosotros somos la parte activa de la arena. Nos toca actuar y matar antes de que lo hagan nuestros amigos, los vigilantes. —Roy enfatiza la palabra amigos de una forma tan dubitativa que hasta resulta graciosa —. Ellos no son precisamente blandos. —Aquello último provoca que Sheet fulmine a Cassius con la mirada, me pregunto si piensa en su compañero de distrito.
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El color de la locura
FanfictionRojo, así es el color de la venganza. Rojo brillante, lo único que me domina desde la muerte de mi hermana Denalie. Pero, ¿quién me diría que ese color me llevaría a la locura? Nadie, ¿verdad? Ni siquiera yo misma. Me llamo Annie Cresta y soy la ven...