— ¿Tengo que entrar?
— Si.
— ¿Y si te espero aquí afuera?
— No.
Christian termina de cerrar su auto convertible y se acerca para tomar mi mano para que no huya.
— Sé valiente.
Dice pero sé que quiere reír de mí pánico. Lo sigo hasta el otro lado de la calle, luego por la puerta de servicio.
— ¡Christian! ¿A dónde fuiste? — Le grita Raúl.
— ¡Pero mira lo que trajo! – Ahora escucho la voz de Kim.
No me atrevo a verlos, he regresado con la cola entre las patas y justo ahora mi dramática renuncia de hace unos días me hace sentir como una loca bipolar.
— ¡Ana! — Grita Cole.
— Hola chicos — Saludo porque Christian se aparta para que me vean.
— ¡Volviste! — Dice de nuevo Kim y se acerca para abrazarme.
Pero antes de que lo haga, Christian me aparta con su brazo y apoya su otra mano en el pecho del sous chef.
— Atrás.
— Por Dios, Christian — Se ríe él — Solo quiero darle un abrazo de bienvenida, no fugarme con ella.
El odioso chico frunce el ceño hacia su amigo y suelta su agarre en mi cadera para que salga de detrás de él.
— Te estoy vigilando.
Kim me abraza con fuerza, lo que hace que Christian suelte un pequeño gruñido.
— ¡Ana! ¡Dios mío, volviste!
La voz chillona de Mía se escucha por toda la cocina, dejando apenas que Kim se aparte para apretarme.
— ¡Gracias por volver! ¡Gracias!
— Me alegra estar de vuelta, ¿Eso significa que tengo mi empleo de vuelta?
— ¡Si! ¡Si! ¡Desde ya!
— Espera — Interrumpe Christian — Haremos algunos cambios.
— ¿Cambios? — Balbucea Mía y se aparta de mí — ¿Qué cambios?
— En primer lugar, si Ana vuelve a ser la gerente tendrás que cambiar su horario. Ella no puede estar aquí todo el día, tiene que descansar.
— Bien, estoy de acuerdo con eso. Seguro encontramos alguna forma de apoyarnos.
— Otro punto, ella debe tener el mismo horario que yo o uno similar.
— ¿Por qué?
— Vivimos... — ¿Que hace? Me apresuro a interrumpirlo.
— Dejé mi camioneta en Georgia y ahora tengo que aprovechar el viaje con Christian.
— Bueno, eso si será complicado porque me eres más útil tú — me señala — Que tú.
Señala a su hermano y Christian arquea ambas cejas.
— En todo caso, hermano, eres tú quien va a cambiar su horario. Necesito a Ana aquí desde la mañana y podrá irse a medio día, así que ese es tu nuevo horario.
— ¡Pero... Pero...!
— Pero nada, tómalo o déjalo Christian.
Él voltea a verme con una mueca de fastidio, supongo que esto no era lo que esperaba.
ESTÁS LEYENDO
Una Vida Contigo (Versión Fanfic)
Fiksi PenggemarDespués de un incómodo divorcio, Ana Steele decide mudarse de Georgia a Seattle para iniciar una nueva vida. Su conflictivo ex-esposo se niega a dejar las cosas en paz, pero ella encontrará el apoyo que no buscaba. ~ • ~ La historia es mía, pero los...