Epílogo

6.5K 570 72
                                    

La alarma de mi móvil comienza a sonar, decretando el inicio de las actividades del día. Estiro la mano hasta la mesita de noche para apagarlo pero algo me sostiene con fuerza de la cintura.

Oh, si... Christian.

— ¿Christian? Déjame ir — Balbuceo adormilada.

— ¿A dónde vas?

— ¿Cómo que a dónde? A alistarme y tú no deberías estar aquí.

Golpeo su mano con suavidad para que se retire, pero vuelve a gruñir contra mi oreja y me sostiene con más fuerza.

— Suéltame ya, tengo que ir al baño.

— No.

— ¡Christian! — Lo regaño bajito.

Levanto la mano para golpearlo con más fuerza, pero el sonido de pasos en el pasillo me hace callar. La puerta de la habitación es golpeada y la voz de Grace se escucha con claridad.

— ¿Ana? Querida, es hora de levantarse. La estilista no tarda en llegar.

Mierda.

— Si, gracias. Ya estoy despierta.

— Bien, puedes bajar a desayunar ahora, tus padres ya están en el comedor. Y Christian no tarda en llegar.

¡Ja!

El chico junto a mí suelta una risita de burla. Idiota, me hizo abrirle la puerta en la madrugada para colarse en mi habitación, en la casa de sus padres.

— De hecho, Grace...

Antes de que pueda delatarlo, él cubre mi boca con su mano. Otro sonido se escucha en el pasillo, pero está vez son las botas de tacón de Mía las que resuenan contra la madera.

— Déjame a mi hacerlo, mamá. Vuelve con los invitados.

— ¿Qué quiere Mía ahora? — Gruñe bajito.

— ¡No lo sé! Es tu hermana, ve a ver — Contento en el mismo tono.

— ¡Christian! ¡Sé que estás ahí, pedazo de idiota! ¡Dejaste el auto atravesado en la reja y no puedo salir!

— Oh, si, eso... — Hace una mueca de fastidio.

Se incorpora con cuidado de la cama, buscando los boxers en el piso para ponérselos y abrir la puerta.

— ¿Y qué quieres? ¿Que baje a mover el auto asi? — Le gruñe a su hermana.

— Buenos días para ti también, y no. Vístete para que salgas por la puerta de la cocina, no querrás que mamá te encuentre aquí medio desnudo.

— ¿Por qué no? Es mi habitación y esa de ahí es mi esposa.

Dice y yo termino de envolverme en la sábana para levantarme. Tengo que darme prisa si quiero ver a Teddy antes de alistarme para la ceremonia.

— Aún no se casan, así que no tienes derechos. Mueve el culo rápido porque tengo que salir al restaurante a traer algunas cosas.

Mi cuñada da la vuelta para alejarse por el pasillo mientras Christian se toma su tiempo vistiéndose.

— ¡Bien! ¡Saldré por la jodida puerta de atrás y volveré a entrar por el frente! ¿Felices?

Yo encojo los hombros. No me importa como sale de aquí, siempre y cuando lo haga. Incluso podría saltar por la ventana como si fuera una novela de Shakespeare.

— Te veo en un rato, nena.

— Claro que sí.

Se acerca para besarme y abre la puerta, pero tarda tanto que su padre pasa por el pasillo sonrojado y sin mirarnos.

Una Vida Contigo (Versión Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora