—No! ¡Dime que no hiciste eso! —exclamó Nina tres horas después.
Acababa de recoger a Luna y su equipaje de casa de Matteo para llevarla a su casa. Iban a comer con Nina y Gastón, pero Luna no había podido aguantar las lágrimas y se lo había contado todo en el coche.
—Sí, tenía que dejarle claro que no había ninguna posibilidad de futuro con él. Tenía que hacerlo.
—No, no tenías por qué. Tenía que haberles dicho que no a Michel y Sebastián cuando te pidieron en matrimonio, tenías después que cancelar las bodas. Pero él no es Sebastián y Michel. ¡Es Matteo! Y no tenías por qué hacer lo que has hecho.
—¡Precisamente porque se trata de Matteo he tenido que hacerlo! No podía soportar hacerle sufrir como pasó con ellos.
Estaban en la habitación de las gemelas, sentadas en dos pequeñas sillas mientras las niñas jugaban. Un montón de pañuelos usados se amontaban frente a Luna.
—Lo siento, Luna. Quiero apoyarte, pero esta vez estás equivocada —le dijo Nina.
—Matteo es el mejor amigo de Gastón y el padrino de las niñas. Ahora él es tu amigo. ¿De verdad quieres que sea el tercer tipo al que dejo plantado en el altar?
—No, no me gustaría. Pero creo que no va a ocurrir.
—Vamos, Nina, tú me conoces y sabes lo que hice. ¡Dos veces! Sabes que, cuando se trata de compromisos a largo plazo, parece que no puedo con ello. Aunque tenga una iglesia llena de gente esperándome...
—También sé que Matteo no es como Sebastián ni como Michel. Y que tú eres distinta con él a como eras con ellos. Todo lo que he visto entre ustedes dos es distinto.
—Estoy de acuerdo en lo de Matteo, pero yo soy la misma, ése es el problema.
—No, no lo eres. Con Sebastián y Michel simplemente te dejaste llevar por los acontecimientos. Cuando estabas con ellos no eras tú totalmente, era como si no estuvieras entregada por completo en esas relaciones. Pero no es así con Matteo, con él eres tú misma. Es como si se conocieran de siempre. Cuando entra en la habitación se te ilumina la cara, te relajas, eres tú en tu mejor momento. Es como si al estar con él te sintieras completa. A mí me pasa igual con Gastón. Siento que juntos somos algo distinto, algo más grande que por separado. Ya sé que suena cursi, pero es así. Él me completa. Y así son Matteo y tú. No fue así con los otros.
La verdad era que entendía lo que le estaba diciendo su amiga. Tenía razón, era cierto que se sentía mejor, más capaz de todo y completa cuando estaba con él. Por eso le había costado tanto rechazar su oferta. Pero no iban a convencerla.
—El hecho de que todo sea tan perfecto con él y de que Matteo sea tan buena persona son las principales razones para hacer lo que he hecho. ¿Qué pasaría si quince minutos antes de casarme con él comenzara a pensar que tiene algo que detesto y escapara por la ventana? Ni siquiera tú me apoyarías entonces —insistió Luna.
—Muy bien, hablemos de eso. ¿Qué tiene Matteo que podría hacerte escapar por la ventana?
Luna pensó en la pregunta de su amiga. Había rechazado a Matteo porque temía volver a echarse atrás, pero no tenía ninguna razón concreta para hacerlo. Reflexionó pero sólo le venían a la cabeza las cosas positivas. No era quisquilloso como Michel, ni necesitaba que le elogiaran continuamente como Sebastián. Trató de pensar en alguna cosa, nadie era perfecto.
—Bueno, está lo del equipo de Northbridge. Ya sabes que odio los deportes —dijo por fin cuando no pudo pensar en nada más.
—Eso no es un defecto, es una afición que también comparte Gastón. Eso no tiene importancia y lo sabes. Quiero que me digas qué es lo que tiene que afectaría a la convivencia diaria.
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Regalo De Bodas › Lutteo {Adaptada]
FanfictionQuizá encontrara el amor de su vida en la boda de su mejor amiga... ❥ Fecha de publicación: 19.05.19 ❥ Fecha de finalización: 11.08.19 ❥ Editada: 10.04.22 ❥ Historia adaptada. ❥ Todos los derechos y créditos reservados a su autora original.