« Todo tesoro tiene su precio »
Los personajes ya conocidos por la audiencia son propiedad de Disney, la protagonista y unos cuantos más son de creatividad mía.
iniciada agost. 2019 - finalizada septiembre 2019.
En memoria de Cameron Boyce.
Pequeña aclaración: Clayton estará vivo en esta novela.
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Los días pasaban en la isla y Maddavil estaba de igual manera, bajo las pociones de amor de Heathell, acoplandose al lugar siniestro de la mejor manera posible, había recuperado lo que perdió cuando se había ido a Auradon y más.
Se sentía el temor que le tenían los demás, se hacía respetar solo con una mirada y eso le encantaba, su aspecto no había cambiado mucho, seguía siendo una potente atracción y un deleite visual para los adolescentes que apreciaban embobados sus caderas al caminar, por otro lado, más exactos en el otro lado de la barrera donde habían cuatro antiguos villanos que estaban cumpliendo su vida de ensueño, entre esos cuatro adolescentes se encontraba una peculiar chica de cabello morado, como todos los días, su rutina debía tener unos minutos en el frontis del castillo para poder observar panoranicamente si alguna amenaza acechaba Auradon, una amenaza con tentáculos llamada Uma.
Mal observaba su alrededor con unos binoculares que le permitían tener una visión total del sector, atenta a cualquier movimiento no podía quitar de su mente el último encuentro que había tenido con Maddavil, aquello dolía, siempre habían sido ambas las futuras emperatrices del mal, donde iban eran ella y Madd hasta ahora, no podía comprender cómo cambió tanto, ¿qué la había hecho dar aquel giro total en su vida? Hechos como el último incidente en el que Hades trató de derribarla con su brasa y que Maddho estaba observando la escena sin hacer nada por ella la destruían.
- Hey - sintió un saludo amistoso detrás de ella con una voz pacífica - ¿Todo bien?
Mal trató de esbozar una sonrisa a Evie, la peli azul le dio una mirada comprensiva y apoyó su mano en el hombro de la futura reina de Auradon haciendo que esta no pudiera esconder más sus emociones y las lágrimas que acumulaba en sus ojos comenzarab a recorrer sus mejillas.
- M ¿Qué ocurre? - preguntó Evie mientras envolvía en sus brazos a su mejor amiga - Es por Madd ¿no? - sintió como la chica entre sus brazos removió su cabeza dándole a entender que estaba en lo correcto - Se que duele, si a nosotros nos tiene mal he de imaginar cuánto estás sufriendo.
La pelimorada limpió sus lágrimas tratando de calmar sus sentimientos, se desprendió de los brazos de su amiga y la observó fijamente - Iré por ella, vendrá a Auradon.
Evie observó a Mal con el ceño fruncido - M, Ella no quiere estar aquí, sólo lograrás abrumarla más.
- Vendrá pronto, ella necesita estar aquí Evie ¿cómo no lo ves? En la isla le están pudriendo su mente, nos necesita - murmuró dolida la futura reina mientras afirmaba la mano de la mejor diseñadora del lugar - Vamos, es Madd, ¿qué podría hacernos?
La hija de la Reina malvada suspiró mientras asentía suavemente con su cabeza - Tienes razón, no nos haría nada y debemos ayudarla - aquello causó una sonrisa en el rostro de Mal y rápidamente abrazó a su mejor amiga haciendo que esta riera - Y creo que es mejor que me vaya a diseñar unos atuendos fabulosos que le sentarán de maravilla, ya verás, nos vemos M.
