« Todo tesoro tiene su precio »
Los personajes ya conocidos por la audiencia son propiedad de Disney, la protagonista y unos cuantos más son de creatividad mía.
iniciada agost. 2019 - finalizada septiembre 2019.
En memoria de Cameron Boyce.
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- La traidora está de vuelta - canturreó Gil en el conocido restaurante de Úrsula, la guarida de muchos piratas simplemente para pasar el rato.
- ¿Qué? ¿De que hablas Gil? - gruñó Heathell al escuchar la voz de su amigo, aquello había llamado rápidamente su atención puesto que ya tenía historia con los cinco traidores, no le sentaría mal divertirse un rato.
- ¡Ha vuelto Heath! ¡Maddavil está en la isla! - la voz de Gil se tornó a un tono de voz enamoradizo, no era novedad, Maddavil, Evie y Mal solían tener demasiados pretendientes detrás de ellas, ser hijas de villanas conocidas, ser guapas y misteriosas era la combinación que atraía a cualquiera en la Isla, misma razón también que les traía odio por parte de muchas chicas, envidia, incluyendo a Heathell.
- ¿¡Qué!? - gritó la hija de la reina de corazones tirando el trapo sucio con el que limpiaba las mesas para correr hacia Gil y tomarlo por el cuello de su camiseta - ¿¡Cómo lo sabes Gastón!?
- La vi con mis propios ojos, saliendo del salón de Lady Tremaine - habló como si no tuviera a nadie sujetando su cuello en busca de información - Y en mi opinión, el lila y el azul le sientan bien a esa cara tan de siren... - el discurso de Gil fue interrumpido por un estruendo en la puerta, seguido de una risa un poco fuerte.
- ¿Es real lo que mis oídos escuchan? - preguntó fingiendo incredulidad - ¿Es que acaso la princesa Maddavil ha decidido venir a presumir ante sus súbditos sus riquezas de Auradon?
Gil asintió rápidamente con la cara de embobado - Como lo oyes, Harry, Maddavil estaba en la isla con un nuevo look, créeme amigo, el lila y el azul son su color.
El hijo del capitán garfio rodó los ojos ante tal información, se sentía disconforme puesto que durante mucho tiempo trató de conquistar a Madd, pero esta siempre lo ignoraba, era como un fetiche, molestarla hasta que algún día cayera a sus pies como cualquier chica de la Isla, pero ella era distinta y eso lo hacía más excitante para el pirata. Aún así,se la imaginó con cabello lila y azul, podía creer que le sentaban bien, todo lo que aquella mujer se ponía le quedaba bien, curioso pero cierto.
Harry miró a Heathell con una expresión extraña, tal parece ser que planeaban algo puesto que Heathell lo observó con la misma mirada, algo escondían y parecía que iría dirigido a Maddavil.
- ¡Mi amada Heathell, es nuestro momento, nena! - sonrió macabramente el chico de ojos azules hipnotizantes mientras extendía sus brazos, la hija de la reina de corazones sonrió de igual manera y Gil, quién observaba la escena tratando de descifrar que tramaban sus amigos, se encontraba en medio de ambos sin entender nada.
- Nos hemos preparado desde que Mal volvió a la isla para esto Harry, esta vez saldremos de esta pocilga - sonrió acercándose al pirata de manera sensual, este sólo la observaba mordiendose el labio inferior - Es nuestro momento de brillar Hook, lo quiero todo.
