CAPITULO 3: CARLOS

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El Gym está arriba de una mueblería usando este la primera planta, El segundo y tercer piso pertenecían al Gimnasio "La Fortuna". En el segundo piso estaban las caminadoras, que estaban ocupadas, excepto una con el letrero de "Descompuesto", Las barras, que estaban siendo usadas por dos adolescentes que aún tenían puesto el uniforme deportivo de la Preparatoria, Solo cargaban cinco kilos es cada lado, las otras dos barras de banco plano y reclinado, estaban usadas por los dos tipos que tenían cuerpos parecidos al de Carlos. Las mancuernas estaban siendo usadas, al menos las de poco peso, las mancuernas de las de cinco kilos, estaban por completo allí. Carlos estaba explicando a una mujer robusta como tenía que encender la caminadora, pues era su primer día, la mujer solo hablaba para darle las gracias una y otra vez. Dejando ver su nerviosismo al estar frente al cuerpo a su entrenador.

-Hola entrenador -Dijo la voz de una mujer a su espalda, una voz que a Carlos le molestaba escuchar y eso que solo llevaba una semana inscrita- Hoy si llegue temprano para poder hacer la rutina completa

-Hola, buenos días- Dijo dando media vuelta y contestándole con una sonrisa. –Hay que ponernos a trabajar- La mujer que seguramente estaba por llegar a los cincuenta o ya los habría pasado, llevaba un mallon color rosa, su pecho estaba siendo apretado por una blusa deportiva con cuello "V"

-Sí, entrenador- dijo la mujer

Carlos caminaba zigzagueante entre los aparatos de ejercicio y las personas que lo estaban usando, llego a las mancuernas y escogió las más pequeñas de un kilo, y se puso en un espacio libre frente al espejo gigante, a donde la mujer la siguió –Tiene que hacer esto, observe- Carlos estiro los brazos hacia el piso y los fue levantando lentamente, lo hizo tres veces. Después hizo lo mismo pero hacia los lados. Carlos podía sentir la mirada de la mujer. –Ahora tome- y le entrego las mancuernas

-Entrenador, usted no me ha dicho su nombre- Dijo la mujer parpadeando más de lo normal

-Soy Carlos- le contesto sin decir nada mas

-Yo soy María, pero dime mar –comenzó a hacer los ejercicios- Mi hijo también se llama Carlos, pero no tiene el cuerpo perfecto que tú tienes, ¿te puedo tutear?- le guiño un ojo que Carlos pudo ver por el espejo

-no estire los brazos tanto maría, dóblelos solo un poco- Carlos había ignorado su pregunta y le hablo de usted, Era mejor pintar la raya desde ahora

-¿Así?-

-Perfecto, haga veinticinco repeticiones- Carlos dio media vuelta y se alejó hasta el otro lado del Gym, donde estaban las máquinas para hacer pierna.

Eras apenas las 6:30am. Aún faltaban por llegar los que acostumbraban a llegar a las 7:00 am, era como si se pusieran de acuerdo, ya que era la hora en que más clientes llegaban y todos o la mayoría requerían de asesoría. Por eso no le gustaba el turno de la mañana a Carlos, Pero tendría que tratar de sobrevivir al menos el lunes y el martes. Para el miércoles muchos clientes dejaban de ir.

Eran las dos de la tarde, cuando Carlos por fin pudo acercarse al mostrador de la entrada y almorzar, logro comer unas cucharadas entre persona y persona que le pedía asesoría, pero ahora solo estaban dos personas, un hombre y una mujer, que no necesitaban ya de tener un guía, para hacer su rutina. Así que se comenzaría su rutina, mientras tomaba la proteína, se le antojo comerse una hamburguesa, con mucha grasa. Pero no lo haría, El mismo se lo había prohibido desde hace meses.

Comenzó con mancuernas pues era el día de brazo, ahora cargaba más de doce kilos, hizo sus veinte repeticiones de cada ejercicio, Sus bíceps y tríceps se tensaban con cada repetición. Para el final no podía evitar dar jadeos que salían de su boca inconscientemente. La mujer que estaba trotando, en la máquina, bajo la velocidad, para poder mirar a Carlos que con cada jadeo, la mujer parecía estar excitándose mas. Carlos la miraba por el espejo, la mujer no parecía darse cuenta, era delgada y sus pechos eran pequeños pero sus nalgas eran enormes –Como para poner mi boca entre ellas –Pensó Carlos. Quien la miro a los ojos y solo le sonrió.

LA FORTUNA  (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora