LA FORTUNA (FINALIZADO)

CAPITULO 33 CARLOS

El sábado a las siete de la mañana, Carlos estaba a una cuadra de la casa de Rudy, estaba bastante emocionado, lo había planeado todo muy bien, sus dos hijos estaban cada uno con su respectiva madre, no llevaba mucho tiempo esperando cuando, vio que Rudy se dirigía a su coche, desactivo el seguro la puerta para que pudiera entrar.

-hola –dijo el gordito sonriendo y dándole la mano

-hola, ¿Cómo estás? –le pregunto Carlos, mientras admiraba el color negro de sus ojos

-bien y ¿tu?

-bien también, ¿trajiste muchas cosas? –le pregunto Carlos al ver la mochila enorme que llevaba y había colocado en sus piernas

-solo lo necesario, creo

-pero solo vamos por un día

-más vale ser precavidos –le dijo Rudy

Carlos encendió el coche y comenzaron el trayecto, en un gesto de cortesía, dejo que Rudy pusiera toda la música, mientras él se disponía a escuchar cualquier estilo musical que se pusiera, pues desconocía el tipo de música que le gustaba a su gordito, pero en el camino escucho una mezcla de canciones pop y rock. Carlos sentía algo de pena pues no conocía a la gran mayoría de esos artistas, pues seguramente eran mucho más jóvenes que él. Pero su gordito parecía bastante feliz, disfrutando de la música, así que no hizo ningún comentario, ni de la peor canción que escucho aquel día. Aun que se alegró cuando en el playlist, comenzaron a aparecer canciones rock de su época.

-¿Qué le dijiste a tus padres que harías? O como es que te dieron permiso de viajar solo

-tuve que echar algunas mentiras

-sobre que

-dije que iría a Guanajuato, pero...

-no con un hombre –termino de decir Carlos

Rudy solo asintió

-pero no dijiste que no importaba si te veían con un hombre

-probablemente les importe más de lo que quiero admitir

Hubo un momento de silencio

-pero si llegaran a preguntar te llamas Janeth

Ambos se echaron a reír.

Continuaron mientras hablaban de muchas cosas, algunas sin sentido, pero solo platicar hacía sentir a Carlos que comenzaba una nueva aventura, que estaba dispuesto a continuar, hasta donde llegara, Rudy se notaba feliz y eso era lo que importaba, si su gordito se sentía feliz él también lo era.

Llegaron después de poco más de dos horas de viaje, intentaron encontrar una habitación, Rudy fue el encargado de buscar por internet, el hospedaje, pero para suerte de ambos, Rudy encontró la renta de un departamento, cerca del centro de la ciudad, se rentaba por dos días a un precio muy barato, Carlos al escuchar la propuesta acepto de inmediato. Al dar con la dirección vieron la casa, se encontraba en una zona baja, pero la casa era de cuatro pisos de un estilo antiguo, pero se notaba que había sido remodelado hace poco, era muy bella de un color rosa.

-se supone que el departamento está en el cuarto piso –dijo Rudy, que era quien había hablado con la persona encargada

Timbraron y los recibió una mujer mayor, que les mostraba la casa, mientras caminaban por los pasillos, Carlos agradeció que a Rudy no se le ocurriera llevar más cosas, pues en ese momento mientras subían hasta el cuarto piso de la escalera, él era quien cargaba con su maleta y la mochila de Rudy. <Pesa como si trajera piedras> -pensó

-entonces la habitación es para el señor Carlos y... ¿su hijo?

-sí, mi hijo –se apresuró a contestar Carlos, dedicándole una sonrisa a la señora