CAPITULO 35 CARLOS

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No sabía porque, pero Rudy le había pedido que lo viera allí, un jueves por la noche, en el centro de la ciudad en donde parecía que se habían multiplicado los bares, donde claramente Carlos ya no se sentía encajar, pero su gordito le había pedido verlo de improviso y pues allí estaba esperando en el coche, < ¿hace cuánto que no salgo en jueves por la noche?> se preguntó mirándose en el retrovisor, mirando para todos lados esperando que apareciera su gordito.

A su alrededor se escuchaba toda la música fuerte, de algún bar salía música reggaetón, de otro se escuchaba música electrónica, alcanzaba a distinguir a lo lejos alguna banda de rock en vivo. Ya se estaba comenzando a poner nervioso, nunc había tenido un encuentro con Rudy que fuera en una lugar tan visitado por los jóvenes, sentía algo de temor de incluso encontrarse con su hijo, pero solo esperaría a Rudy, hacía ya media hora que le había dicho que no tardaría en llegar. Pero ya comenzaba a sentirse desesperado, tanto que hasta cambiaba la estación de radio cada tanto tiempo.

Rudy abrió la puerta del copiloto y se sento, la sonrisa de Carlos se convirtió en preocupación cuando noto el estado en que estaba Rudy.

-hola –dijo el gordito

-hola, has estado bebiendo

-sí, ¿se nota?

-¿desde a qué hora comenzaste a tomar?

Rudy se miró los dedos y comenzó a doblarlos, como si estuviera tomando

-no se –dijo al fin

Rudy de repente lo miro a los ojos y le dio un beso rápido en los labios, Carlos se sorprendió e instintivamente miro a su alrededor

-lo siento –dijo Rudy sonriendo

-no te preocupes –dijo Carlos que empezaba a sentirse incomodo

-¿A dónde iremos? –pregunto Rudy

-no lo sé, tú me llamaste

-gracias por venir –le dijo Rudy, pero esta vez le dio un ligero masaje en la barbilla

-¿A dónde quieres ir? –le pregunto Carlos

-deberíamos de ir a tomar

Carlos lo miro incrédulo –no crees que ya tomaste de más...

-no y además no es muy tarde

-yo no creo que...

-lo se... no deben vernos –al terminar de decir esto Rudy se puso el dedo índice sobre los labios

Ambos guardaron silencio unos segundos o tal vez minutos, solo con la música del radio de fondo

-creo que ya sé a dónde ir

-no estoy muy seguro de que debamos de ir a algún lado, mejor te llevo a tu casa

-NO, o mejor solo llévame allí

-¿dejarte solo?, -le pregunto Carlos- ni pensarlo, están muy borracho

Rudy cerro lo ojos y le sonrió –que tierno, pero solo iremos un ratito

Después de seguir hablando sobre a donde se dirigirían, Carlos termino por aceptar la propuesta de Rudy, siguió las instrucciones que le daba, hasta que llegaron a otra zona antigua de la ciudad que de día está muy concurrida, pero que ya de noche parecía una zona muerta, pero ahora a unos metros de donde se estaciono estaba una casa, donde había unos chicos fumando afuera y justo sobre la puerta una pequeña bandera gay, también estaba parado el guardia de seguridad, que a la distancia se veía era más pequeño de tamaño que Carlos.

LA FORTUNA  (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora