CAPITULO 36 MARIO

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Al fin pudo darse un momento en la tarde para comer, tenía que hacerlo en su oficina, pero al menos ya no tendría hambre, el resto del día, aún tenía mucho trabajo por hacer, cuando miro a Joan, atravesó del vidrio de la oficina, iba con él, así que levanto la mano, dando a entender que entrara, ella no dijo nada, solo se acercó a su escritorio y espero a que Mario los leyera y los firmara

-¿Cómo estás? –le pregunto Carlos

-bien –contesto ella y salió rápido de la oficina

Le pareció raro lo que acaba de ocurrir y más porque parecía que Joan lo estaba evitando, lo que sorprendía a Mario, pues después de que hablaran sobre lo ocurrido en el baño, que fue la última vez que se mencionó o el hecho de que a ella le gustaba el, no parecía que hubiera estado molesta, pero ahora por alguna razón lo estaba. Miro a pedro pasar, levanto la mano para llamar su atención, pero el simplemente lo ignoro. ¿Sería buen momento para comenzar a preocuparse por esa situación?

Su esposa le mandaba mensajes contantemente, algo que no pasaba desde hace mucho tiempo, ¿otra cosa de que preocuparse? No aun no era momento, pues a pesar de que la amaba no podía olvidar la infidelidad, ni tampoco podía olvidar que el también había sido infiel, eso significaba que estaban a mano, aunque claro ella no lo sabía, odiaba no tener la respuestas de nada. Sorpresivamente se dio cuenta que durante lo que llevaba del día no había pensado en Antonio, se sintió feliz aunque enseguida sintió un vacío por dentro, que le hizo romperse un poco, pero se concentró en el trabajo, a ver si se olvidaba de él, aunque fuera por una hora más.

Unas horas después Joan volvió a entrar en su oficina, Mario no trato de saludarla cuando entro, solo hasta que ella estaba a un paso de salir de la afina

-¿Ocurre algo?

-¿sobre qué?

-pues sobre nosotros, ¿algo que no sepa?

-no, nada

-entonces ¿Por qué tu indiferencia?

Ella se giró, se notaba visiblemente molesta

-¿Qué ocurrió?

-¿Qué ocurrió?, me dijiste que saliera con ese idiota

-¿pedro?

-así fue, ¿te hizo algo?

-sí, bueno no

Mario no supo que decir, solo siguió escuchando

-el idiota, quería salir conmigo y acepte, después de que hablamos, porque tú me dijiste que era buena persona

-¿no lo es?

-sí, pero el ¡idiota! –Dijo ella apretando la mano derecha- solo quería algo de sexo

-oh, ya veo

-¿no te volvió a hablar?

-sí y seguimos saliendo, pero no fue por eso que me moleste

-¿Qué fue lo que ocurrió?

-no creo que deba decirte, solo son mentiras- dijo acercándose al escritorio para sentarse en una de las sillas

-puedes decirme lo que quieras, si te hizo daño o trato de hacer algo que tu no querías...

-¡no!... no –ella tomo aire y lo expulso- me propuso matrimonio

Los ojos de Mario se abrieron, completamente sorprendido

-¿tengo felicitarte? –le pregunto después de unos segundos en los que nadie dijo nada

-no

-vaya, ya veo el problema... pero ¿Qué tiene que ver conmigo?

LA FORTUNA  (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora