Una vida esperando la aceptación de la persona que más te debería querer en el mundo, esperar que de su boca salgan unas simples palabras...
Que fueron escuchadas solo cuando se las dedico a otra persona.
Después de vivir toda su vida bajo una menti...
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El hecho de que Tamaki entrará en el local le sorprendió muchísimo, Binnie es poco amigable con desconocidos, incluso a pesar de que a Itsuki le conoce desde hace demasiado tiempo no le deja acercarse cuando se le da la gana.
Con Binnie en su hombro se volvio a colocar el delantal blanco con flores que usaba normalmente, se acerco al pelinegro quien rápidamente la presencia del hurón.
—Ya decía yo que te hacía falta algo— Y despacio Itsuki acarició al pequeño un par de segundos para que esté después saliera corriendo para esconderse entre las flores del lugar.
Le avergonzó recordar que se le había olvidado en la escuela — Se desapareció un par de minutos pero un compañero del colegio lo encontró.
Itsuki sonrió — Nunca habías mencionado a un compañero.
—Solo lo he hecho porque trajo a Binnie.
El pelinegro camino hasta quedar tras el mostrador principal, Ykiko se acerco y recostó su cabeza en el hombro de este, Itsuki acarició su cabello un poco — Vamos, dilo, ¿Qué te molesta?.
Le miro directamente, la verdad estaba avergonzada — Pronto habrá una competencia escolar, participaré en ella, el problema es que es debemos presentar algo teatral o musical.
El sonrió, se notaba emocionado —¿Cuál es el problema entonces?, ¿Cantarás?, ¿Qué tocaran?, ¿Ya te han puesto a cargo?, ¿Puedo saber que harán?.
— Parale a tu bombardeo de preguntas, aún seguimos debatiendo ello, solo que... Una chica entrometida sacó tu cuaderno, quieren tocar algo de lo que está escrito ahí.
Itsuki quien estaba realmente emocionado y con una gran sonrisa, bajo la mirada avergonzado — P-pueden hacerlo, no me molestaría, de hecho me siento halagado. — Tras decir ello, coloco una de sus manos con fuerza sobre el mostrador — Pero nada de eso es digno para tu debut frente a esos niños ricos, tengo algo para ti.
Rebuscó entre sus pertenencias para sacar de su bolso un cuaderno negro con flores blancas pintadas en la portada.
— Se supone que tendría la melodía lista hace mucho pero apenas la termine ayer, es un regalo para ti.
Abrió el cuaderno — Pero, solo hay una melodía aquí.
— Escribe tus letras en el resto de las hojas, la melodía es mi regalo.
— No usaré esto en una simple competencia, me siento tan mal de que siempre estés haciéndome regalos y yo no — Apreto el cuaderno acercándolo para darle una abrazo. — Usaré cualquier otra, está que me haz dado no debe ser mostrada a unos simples mortales.
