Una vida esperando la aceptación de la persona que más te debería querer en el mundo, esperar que de su boca salgan unas simples palabras...
Que fueron escuchadas solo cuando se las dedico a otra persona.
Después de vivir toda su vida bajo una menti...
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Narumi hizo caso a las palabras de su hermana y algo preocupada termino de alistarse para el evento.
Yukiko por su parte cambio sus zapatillas por unas botas cómodas, para después guardar la prenda que se quito en una mochila al igual el saco de su uniforme.
— ¡Bien Narumi, es hora de salir! — Grito cerca de la puerta para después asomarse por la ventana — Deséame suerte Binnie — Miro a su pequeño amigo con una sonrisa para después intentar colgarse de la ventana, se soltó del marco y se dejó caer, esperando que sus piernas fueran lo suficientemente fuertes para recibir el peso.
Milagrosamente lo hizo, sin recibir ningún rasguño.
— Todo gracias a los esfuerzos de Honey y Mori senpai — Menciono Narumi mientras se acercaba.
Tenía razón, su condición física ahora era buena, seguramente aquel acto hubiera salido mal hace un par de meses atrás.
Yukiko suspiro — No podemos ir en el auto que te proporciona Daiki, seguramente el chófer le dirá que voy camino allá apenas me vea. — La pelinegra se asomo un poco a la entrada principal, afortunadamente aun no había nadie esperando. — Tomaré un taxi, tú irás sola.
— ¿Por qué no puedo ir contigo?
— Una de dos, o me ven y Daiki corre a sacarme de la escuela o al ver que tú tampoco llegaste, regrese por ambas y no nos encuentre.
— Entiendo el punto — Le dio la razón algo resignada.
— Llamaré a Kyoya de camino al Ouran, necesito que me ayuden a escaparme de Daiki por lo menos hasta que estemos en la competencia, tu llama a Hikaru y dile que cheque la inscripción del evento musical, seguramente me mate por los cambios pero tiene que estar preparado.
Narumi asistió a las indicaciones de su hermana y después le vio desaparecer en camino al Ouran.
Apenas tomo un taxi, Yukiko llamo a Kyoya.
— Hola,hola — Saludo al azabeche cuando respondió.
— Pensé querías llegar temprano para practicar, ¿Qué ha pasado?.
— Digamos que tengo totalmente prohibido participar en la competencia, Daiki me encerró en la habitación.
— ¿¡Como que te encerró!? — Tras el teléfono se escuchó un grito de Tamaki.
— Antes de armar un alborotó, sepan que ya salí y que voy camino hacia allá, si te llamé fue porque necesito que me abras paso sin toparme con Daiki.
— Eso será fácil, la entrada está totalmente cubierta de alumnos de otras escuelas y sus padres.
— ¿Enserio? Entonces sal de una vez y ayúdame porque ya he llegado.
Yukiko pago el taxi y bajo, tapándose con los grupos de personas en la entrada.
Tamaki le encontró y recibió un golpe en la rodilla debido al susto que le provocó a la chica.
