Una vida esperando la aceptación de la persona que más te debería querer en el mundo, esperar que de su boca salgan unas simples palabras...
Que fueron escuchadas solo cuando se las dedico a otra persona.
Después de vivir toda su vida bajo una menti...
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Yukiko se movió incómodamente un par de veces para después abrir los ojos y verse envuelta en los brazos de Itsuki, le extrañaba un poco pero no sé quejo así se acercó un poco más en busca de calor y escondió su rostro por completo en el pecho del mayor.
— Buenos días — Le saludo Itsuki aún con la voz ronca y los ojos levemente abiertos pues la poca luz que entraba por la ventana era suficiente para molestarle.
— Buenos días — Contesto Yukiko subiendo la mirada.
Itsuki forzó una sonrisa al ver los ojos de la joven hinchados por lo ocurrido el día anterior — ¿Dormiste bien?.
— La verdad no, tuve pesadillas ayer, fue... Horrible, una disculpa si no te deje dormir.
— Para nada, sabes que duermo como un tronco — Total mentira, Itsuki estuvo atento toda la noche a su amiga, le llamaba débilmente diciendole que todo se encontraba bien y el estaba ahí a su lado, esperando que sus malos sueños terminaran y aquellos pequeños sollozos se calmaran. — Bajemos a desayunar.
— Está bien — Yukiko se levantó primero y se encaminó al baño, dónde después de darse una rápida ducha por fin se vio al espejo y se dió cuenta de lo hinchados que sus ojos se encontraban recordando así la falta de energía del día anterior y suspiro triste por la reacción que supuso había tenido pues sus recuerdos eran borrosos, se puso el vestido de tono lila que su hermana había empacado y salió del baño.
— Le pedí un par de bolsas de té frío a tus amigos, ¿Puedes creer que no sabían exactamente a qué me refería?, Haruhi tuvo que explicarles — Hablo Itsuki mientras acomodaba sus cosas para tomar un baño.
— ¿Bolsas de té? ¿Desde cuándo tomas té?.
— Son para tí, mientras tomo un baño colócalas sobre tus párpados, bajarán la hinchazón.
— Gracias — Yukiko le sonrió levemente, porque le era incómodo que le viera así pero le agradaba que incluso con ello le ayudará, por su parte Itsuki le revolvió el cabello con afecto antes de retirarse.
Yukiko miro por la habitación en busca de Binnie pero no había señales del pequeño así que siguió las órdenes de Itsuki y se recostó nuevamente en la cama, con aquellos sobres de té sobre sus párpados.
Al cabo de unos minutos Itsuki salió limpio y con una ropa diferente, dejo a Yukiko como estaba un rato más mientras él arreglaba su cabello.
Después de ello, hizo que Yukiko tomara asiento, le puso algo de maquillaje para disimular aún más y cepillo su cabello para después adornarle con una linda diadema de flores.
— Listo, estás perfecta, bajemos — Yukiko ante las palabras de Itsuki asintio pero igual no quería bajar, no se sentía débil más bien se sentía desmotivada y el ambiente le daba a querer comportarse como una pequeña niña, así que estiró los brazos esperando que su mayor le cargará hasta abajo. — Se que piensas y no lo haré porque pesas mucho. — Pero los ojos de cachorro de Yukiko no aceptarían un no — Además traes vestido.
