Una vida esperando la aceptación de la persona que más te debería querer en el mundo, esperar que de su boca salgan unas simples palabras...
Que fueron escuchadas solo cuando se las dedico a otra persona.
Después de vivir toda su vida bajo una menti...
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Narumi debía admitir que Yukiko tenía razón en lo que dijo, le costaba entender las cosas y no lo decía por intentar seguirles el paso, no estaba aprendiendo nada en realidad.
Después de la práctica de música en la que solo Tamaki, Shiro, Yukiko y Hikaru participaban y los demás solo éramos espectadores, se fueron yendo uno a uno.
Narumi tomo sus cosas y comenzó a salir de la sala — Adiós, chicos — Se despidió.
No fue a casa, desde el día de las notas se le hizo costumbre ir a la biblioteca después de estar con los del Host, aprovechaba para hacer su tarea y lograr entender los temas que no comprendía.
La libreta que tenía ya estaba llena de millones de ejercicios pero cuando intentaba hacerlos sin ver los anteriores se liaba, y terminaba en las mismas.
Cerro con fastidio la libreta haciéndola a un lado y saco su cuadernillo de dibujo, eso lograba que dejará de preocuparse por lo menos un tiempo y después seguir intentado.
Dibujaba las personas que se encontraban ahí, cosas que imaginaba o recordaba.
Últimamente el modelo era Binnie, ese hurón que acompañaba a Yukiko y que a pesar de no dejar que nadie le tocará, se quedaba quieto y le dejaba pintarle.
No sé cómo al paso de unos minutos dejo de ser consiente, sus parpados pesaban y se recosté sobre la mesa de la biblioteca.
Sintió como alguien colocaba un saco sobre de su espalda pero no le tomo importancia.
— ¿Quieres dormir en la biblioteca o prefieres ir a casa? — Syo hablaba en un tono muy bajo y le acaricio la cabeza un par de veces.
— Ninguna de las dos — Contesto — Binnie es muy ruidoso cuando está solo, y dormir aquí es incómodo, ¿Cómo puedes dormir en lugares así?. — Ella se levanto y lo miro, este se veía contento, tenía su saco sobre sus hombros y puedo sentir un leve olor a Canela.
— Con algo de tiempo te acostumbras — Tomo la libreta en la que había estado haciendo ejercicios y sonrió — ¿Así que esto haz estado haciendo?.
— No lo veas, es vergonzoso — Se quejo desanimada — Son tantos y no logro comprenderlos.
— Por lo menos ahora sabes que camino tomar.
— Igual no es para tanto — El pelirrojo dejo de ver la libreta de ejercicios para ver ahora la de dibujo — Parece que se te facilitan más otro tipo de cosas, ¿Puedo verlo? — Ella asintió, a pesar de ser tímida le gustaba mostrar lo que dibuja, porque gracias al punto de vista de los otros podía notar sus errores. — Capturas muy bien el egocentrismo de Tamaki, por el otro lado parece que idólatras a los gemelos, y yo me voy como si fuera realmente un vago.
