Una vida esperando la aceptación de la persona que más te debería querer en el mundo, esperar que de su boca salgan unas simples palabras...
Que fueron escuchadas solo cuando se las dedico a otra persona.
Después de vivir toda su vida bajo una menti...
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Nuevamente después de clases los chicos se reunieron para prepararse para aquella competición entre escuelas, unos más felices que otros o más bien solo una chica en el lugar se veía decaída.
Narumi leyó la hoja en sus manos y se recostó desanimada en la mesa del lugar.— ¿Por qué soy la única que se quedó atrás? — La nota en sus manos eran las calificaciones de los últimos exámenes y a diferencia de los demás, ella tenía unas calificaciones de las cuales no podía presumir.
El pelirrojo de nombre Syo poso una mano en el hombro de la castaña — No deberías sentirte triste por eso, mejoraras y nosotros te ayudaremos con ello.
— ¿Sabes?, Puedes ser muy lindo si te lo propones — Comento Shiro.
El pelirrojo se sonrojo y aparto la mirada con molestia.
— Lo que nos faltaba un Tsundere — Murmuró Narumi.
— Todavía que intento subirte el ánimo, así me tratas.
— Lo siento, pero es que enserio es agobiante, te juro que lo intente, pero a comparación de ustedes parece que mi esfuerzo no da resultados.
Yukiko interrumpió, estaba jugando con su pequeño amigo Binnie y sin mirar a su hermana dijo — Ese es tu primer problema, si te comparas con nosotros no lograrás nada, deberías estudiar para ser mejor, no para ser como nosotros.
—¿Porque no puedes decir algo que le suba el ánimo? — Preguntó Hikaru.
— Tampoco están tal mal sus notas.
— Eso no ayuda mucho — Se quejo el mismo pelinaranja.
— Segundo problema, realmente no te esfuerzas solo intentas seguir nuestro ritmo, obtienes lo que mereces. — Continuo hablando Yukiko.
La chica sintió un golpe en la nuca proveniente del rubio llamado Tamaki.
— Todos nos esforzamos a nuestra manera y aparte de ello Kaoru ya te lo pidió ¿Podrías ser más amable?.
Yukiko chasqueo la lengua "enfadada", no es que no quisiera ser amable, solo dió su opinión sincera y aparte de ello jamás había tenido que reconfortar a alguien, se sentía incómoda.
Binnie se alejo corriendo para acurrucarse en el bolsillo de Tamaki, al parecer al rubio ya no le incomodaba la cercanía del pequeño animal.
— ¿Podemos continuar con nuestros deberes o seguiremos con el tema? — Preguntó Yukiko, Shiro, Kaoru y Honey quienes estaban más atrás, se acercaron a la mesa.
— Bien, después de dos semanas estudiando juntos puedo decir que nuestras posibilidades de ganar han aumentando al 40% — Hablo Kyoya, mostrando una libreta con una nueva gráfica, después de analizarla, todos voltearon a ver a Yukiko.
— ¿Tengo algo pegado en la cara? — Claro que aquello le incomodaba.
— ¿Estás de broma, no Kyoya? — Comento Hikaru — Dices que Ella — Ahí señaló a la pelinegra de gafas — Paso de ser la de menos aportación a ¿ser necesaria en esto?.
