Una vida esperando la aceptación de la persona que más te debería querer en el mundo, esperar que de su boca salgan unas simples palabras...
Que fueron escuchadas solo cuando se las dedico a otra persona.
Después de vivir toda su vida bajo una menti...
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Saque un 9 esta vez, espero que sea la última, una tarea mediocre nuevamente y no la cuentas pequeña.
La pelinegra borró el mensaje con frustración, se colocó los auriculares negros que portaba normalmente y se recostó en su cama, meditando un poco, era cierto que después de esta semana sus calificaciones subieron gracias a Haruhi y los demás chicos, pero sus hobbies y "obligaciones" pasaron a segundo plano pareciendo ser poco importantes.
Era martes y debido a eventos en la escuela, el día de hoy se suspendieron clases, lo tomo como un día libre en el que Yukiko no haría nada más que dormir y jugar con Binnie quien se encontraba corriendo por la habitación en estos momentos.
Por otro lado, el timbre sonaba, Yukiko era incapaz de escucharlo debido a la música, Narumi salió a abrir la puerta.
Se sorprendió al ver a los chicos del Host en la entrada.
— ¿Qué hacen aquí? — Les pregunto.
Ellos entraron primero y después Haruhi contesto su pregunta — Tamaki me arrastro con ellos, querían asegurarse que vivieras de manera digna.
— ¡Eso no lo tenías que decir! — Grito el rubio avergonzado.
— La casa de Kao es muy linda — Dijo el pequeño Honey mirando la sala de estar, corriendo de un lado al otro.
Kaoru y Hikaru por su lado, miraban con cierta sorpresa, a comparación de ellos y los demás del Host, la casa era muy simple.
— El padre de Narumi es un guardaespaldas, su jefe accedió a pagar su colegiatura en el Ouran — Explicó Haruhi.
— No es mucho, pero siéntanse como en su casa — Narumi les recibió con una sonrisa, aún así se sentía un poco molesta por la repentina visita.
Una pequeña casa, dos piso, en los cuales abajo había un gran patio, sala, comedor y un baño, en la parte de arriba 4 habitaciones y un baño, no había sirvientes y personas que se encargarán de la limpieza de la casa o de la comida.
— Pero, ¿Por qué asegurarse de que viviera de forma digna? — Le parecía extraño que solo vinieran por aquella razón.
Mori respondió — No lo tomes personal, Tamaki a visitado la casa de todos con la misma excusa.
— Menos la de Kyoya — Interrumpió Kaoru.
— Si no lo invito, apenas se le vea en la puerta de entrada, nadie le abrirá la puerta.
