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Mientras mantenía una posición donde sus pies sobresalían del sofá y sus brazos y cabeza colgaban hasta casi tocar el piso, Yukiko miraba fijamente a Binnie quien gruñía debido al movimiento nulo de su ama, sin embargo las palabras de su padre qui...

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Mientras mantenía una posición donde sus pies sobresalían del sofá y sus brazos y cabeza colgaban hasta casi tocar el piso, Yukiko miraba fijamente a Binnie quien gruñía debido al movimiento nulo de su ama, sin embargo las palabras de su padre quien miraba la escena con desinterés le hicieron pasar de su pelea con el hurón para entender la situación.

— Me estás diciendo que la hija de un guardaespaldas, ¿Tiene un guardaespaldas? — Pregunto sarcástica.

— No es un guardaespaldas.

— ¿Que eres? ¿Una Nana? — Yukiko miro al hombre que estaba a un lado de su padre, ya lo había visto un par de veces, el chófer de Narumi, un joven no muy alto de cabello castaño y ojos de color ámbar , vestía un traje pero no daba la pinta de ser totalmente formal, el hombre que ahora estaría 24/7 vigilando a la pelinegra — ¿Siquiera te subió el sueldo?.

— Mi paga es lo suficientemente buena — Explico él.

— Takeo supervisará que no salgas de esta casa sin consentimiento, irás y regresaras con Narumi de la escuela y sobre todo estás castigada hasta nuevo aviso.

— ¿Y mis actividades después de la escuela? — Yukiko omitió especificar las salidas al Karaoke y el trabajo medio tiempo en la florería.

— Si no son puramente académicas quedan prohibidas.

Yukiko se reincorporo en el sofá en que se encontraba mientras acomodaba su uniforme — Como quieras — Dió una mirada rápida a su padre para después subir a por su hermana y partir a la escuela, por su parte el Hurón subió junto con ella y se quedó en la habitación de la pelinegra.

Ambas tomaron sus cosas y se encaminaron al auto que les llevaría a la escuela ahora.

— Genial, ahora iremos juntas— Expreso Narumi alegremente al compartir más tiempo con Yukiko.

— Pero a mí me gusta caminar, te dije que algún día iría diario contigo a la escuela pero no iba a ser gracias a un castigo de Daiki — Takeo abrió la puerta del auto, Yukiko y Narumi ingresaron para después Taeko comenzar el camino.

— ¿Desde cuándo le haces caso a nuestro padre?

— Desde que tiene alguien que le cuente totalmente lo que hago o no — Yukiko miro directamente al conductor atraves del retrovisor.

— Taeko es una buena persona — Defendió Narumi — Estoy segura que será flexible con eso del castigo.

La mirada de Yukiko se entrecerró, intentaba analizar a la persona pero también le retaba, gracias a esa acción el chico sonrió, tenía el poder ahora y el lo sabía.

El camino restante fue en silencio, bueno casi, de no ser por las palabras de Narumi recordándole a su hermana que no se preocupara y que su castigo no parecía la gran cosa.

Ambas bajaron del vehículo, para después verlo desaparecer por el mismo lado por el que entró.

Narumi sonrió y agitó su mano rápidamente al ver a los gemelos llegar también.

Verdad | Ouran Highschool |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora