Jamais Vu ☁ [PJM] COMPLETA

Capítulo 30 ☁

Sora había recibido respuesta de parte de JeongYeon en su correo, la chica le decía que podía ir a su casa por la tarde ya que Taemin iba a salir y supuestamente tenía pruebas de lo que el chico había hecho en Seattle.

— ¿Es buena idea que vayas sola? —preguntó YoonGi del otro lado de la línea.

— Jimin piensa acompañarme, tiene dudas también—respondió escribiendo en una de sus libretas, se encontraba en la cafetería de la universidad adelantando algunos trabajos.

— Ten cuidado, ese tipo está loco y si algo te sucede...

— No me pasará nada, no seas tan pesimista—se quejó sosteniendo con su otra mano el celular en su oreja.

— No soy pesimista, soy realista, mira lo que ese chico ha hecho, tuvo todo planeado desde el inicio—señaló—No es un idiota como crees, Sora, ten cuidado, ¿Sí?

La chica suspiró asintiendo.

— Lo tendré.

— Que Jimin vaya contigo.

— Irá, descuida. ¿Cómo está papá?

— Está bien, a veces extraña a mamá, pero se ha dedicado tiempo para sí mismo.

— Me alegra saberlo—sonrió un poco—Escucha, me gustaría que papá no estuviera tanto tiempo solo, si va a salir que te diga a donde irá o si es preferible, que no vaya solo.

— ¿Por qué?

Sora no quería contarle de las amenazas de Taemin.

— No está en la edad de ir solo por allí...

— Papá no es un anciano, Sora, le gusta salir y caminar, sabes que suele distraerlo mucho—hizo una pausa— ¿Pasó algo que no me estás contando?

Sin contar el hecho de que ha tenido relaciones con su novio...no, nada más.

— No, sólo decía—y prefirió dejar el tema allí.

☁☁☁

Jimin había pasado a recogerla en su auto, su madre cuidaría de las niñas, Sora también aprovecharía de contarle a JeongYeon sobre el día especial en la escuela de JeongMin. Estuvieron en silencio hasta que se detuvieron frente a la casa.

— Deja que entre primero—pidió ella.

— Sora.

— Sólo dame treinta minutos, ¿De acuerdo? No tardaré mucho, me incomoda estar aquí.

— Esperaré quince minutos, si no sales iré por ti.

— Que lindo novio tengo—usó aegyo.

— ¿De nuevo tienes fiebre? —bromeó ganándose un golpe de ella en el brazo.

— ¡Jimin-ssi!

Y antes de que se fuera enfurruñada, el chico la jaló robándole un dulce beso que duró minutos. Cuando Sora tocó el timbre de la casa no notó nada raro, aquella fachada era muy bonita y moderna, le sorprendía ver que el pequeño jardín de la entrada estuviera bien cuidado. Sora volvió a tocar el timbre echando un vistazo a Jimin, su auto estaba no muy lejos, el castaño le sonrió nerviosamente teniendo un mal presentimiento, pero esperaría los quince minutos exactos.

La puerta finalmente se abrió y Sora pudo entrar guardando su celular en el bolsillo. En el instante que la puerta se cerró el impacto en su cabeza la tumbó al suelo dejándola aturdida.

Llevó sus dedos a su sien notando el color rojo en ellos, parpadeó varias veces intentando orientarse sin saber que había pasado, su bolsillo fue revisado por una mano desconocida y su celular fue a parar lejos de ella, Sora pudo identificar a su agresor con sólo ver sus zapatos.