t w e l v e

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El cansancio con el que habían llegado la noche anterior los hizo dormir temprano, es por eso que, aunque el plan ideal vacacional fuera despertar hasta las diez de la mañana, dieron las 7:00AM de un martes y Chang Bin abrió los ojos.

Salió de la cama, caminó hacia la puerta de la nueva recámara y vistiendo solo su ropa interior, una camiseta rosa con un adorable estampado y descalzo, caminó a la también nueva cocina.

Taeyang tenía razón, el lugar era espacioso, pero los muebles algo empolvados.

Se sirvió un vaso de agua y tras beberlo bufó al darse cuenta de que, aunque él supiera cocinar, ahora mismo no había ni para un mísero sándwich.

Rayos, y Tae que había insistido en pasar al supermercado.

Escuchó ruido y supo que su mayor por un año había despertado.

Le sorprendió verlo salir con ropa deportiva.

—Wow, ¿aquí también saldrás a correr?

—Por supuesto, es rutina —mencionó con una sonrisa.

—¿No vas a desayunar?

—Al volver, ahora solo comeré alguna barra nutritiva o fruta... ¿Quieres una? —Ofreció al darse cuenta de que el pelinegro quería comer y en cambio tenía una cocina vacía.

—No, necesito café y algo significativo en mi estómago.

—¿Entonces comerás fuera?

—Sí... —Su voz sonaba más ronca de lo normal y su mano derecha rascaba con desdén su nuca.

—No te vayas a perder —habló burlón mientras ataba sus agujetas.

—SEGUIMOS ESTANDO DENTRO DE LOS ÁNGELES —gritó ya desde su alcoba.

Taeyang rio brevemente, luego se escuchó la puerta principal del apartamento abrirse y cerrarse.

Chang Bin tomó una fría ducha que ahuyentó todo rastro de sueño. Al salir se vistió con una camiseta negra con delgadas líneas amarillas a la altura del pecho, jeans azul oscuro y zapatos de vestir. Peinó mínimamente su cabello, se aplicó colonia y cargó con una chaqueta de mezclilla oscura.

Salió del apartamento y fue al elevador, pensando que ese día le vendría bien caminar. Bajó los seis pisos, cruzó la recepción y salió a la calle.

La brisa fresca y el nuevo entorno le hizo sentir energizado y se distrajo lo suficiente para olvidar el hambre.

Vio un par de lugares, pero solo fruncía sin convicción. Había filas y en otro, mesas muy llenas y no le apetecía lidiar con ellas. Además, a Seo le gustaba que las cosas fueran rápidas y sin rodeos, no era el más paciente y tenía altos estándares.


Siguió caminando por unas cuadras, justo cuando consideraba ir al último local más o menos decente a sus exigencias, al doblar la esquina, lo vio.

Una ligera sonrisa se formó en sus labios, miró a ambos lados antes de cruzar y echó un vistazo dentro.

Perfecto.

Giró hacia arriba.

Kim's Café eh...

Entró y miró a su alrededor, era grande y espacioso, le gustaba mucho la diversidad de cuadros y decoraciones en las paredes tipo minimalista y se percibía un increíble aroma y con un toque dulzón a granos de café.

Caminó hasta una mesa en la pared, se sentó y a sus espaldas quedó un gran y precioso cuadro de la Catedral de San Basilio enmarcado y sobre su cabeza. Un chico pelinegro tomó su pedido y miró su teléfono mientras esperaba.

𝙷 𝙰 𝙼 𝙱 𝚄 𝚁 𝙶 𝙴 𝚁 [ChanIn] [Stray Kids Instagram]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora