Serán historias cortas sobre los diferentes multiverses de Stony, la mayoría de lis shots serán inspirados en las historias de "Mi Secreto", espero y les gusten :3
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Era un viernes por la tarde, un día como cualquiera, todo estaba en perfecta tranquilidad en casa, lo cual era muy raro ya que me la mansión siempre había ruido ya sea por preparativos de cenas o reuniones, pero para mi suerte mis padres había salido de viaje a última hora y me quedaría solo el fin de semana.
—¡Perfecto!— grite de la emoción, sería un fin de semana totalmente relajante.
O al menos eso deje de pensar cuando se hizo tarde, en eso se me ocurrió la brillante idea de irme a quedara dormir a la casa de mi mejor amigo, Steve Rogers, subí a mi habitación, tome una mochila, metí las cosas necesarias para la pijamada improvisada, baje a la primera planta, tome las llaves del auto y conduje hasta su casa.
Al llegar toque el timbre varias veces, pero por alguna extraña razón se demoraban el abrirme.
—¿Hey te encuentras bien?— pregunté una vez que el rubio abrió la puerta de la casa ya se veía algo desaliñado y agitado. —Si, supongo— dijo algo apenado. —Sabes Steve, si no te conociera tan bien, pensaría que me estas ocultando— bromeé. —Ja, yo... ocultarte algo, si claro— bufo —ahora que reacciono, ¿qué haces aquí, Tony?— —Bueno lo qué pasa es que mis padres salieron de viaje y pensé que me podría quedar— —¿A dormir?— asentí —¿Todo el fin de semana?— —Si, es que salieron de viaje a última hora y me dejaron completamente solo en casa— explique —¿Qué se té antoja para comer pizza o hamburguesas?— dije mientras entraba a la casa como si nada. —¿No sería mejor preparar algo para comer?— —Esta bien, pizza será— camine en dirección de la sala, tome el teléfono para marcar y pedir mi orden. —En verdad que eres todo un Caso Tony— dijo entre risa. —Lo se nene, lo sé— dije en tono juguetón y ambos reímos —Steve ve a buscar una buena película para ver mientras yo ordeno la pizza— sugerí. —A la orden— hizo un ademán militar y se marchó.
30 minutos después el repartidor llegó con nuestra pizza.
—Al fin, moría de hambre— dije mientras miraba las cajas que el chico tenía en sus manos. —Yo podría ayudar con eso— dijo el chico de forma coqueta, yo solo reí. —¿Cuanto es?— pregunte mientras sacaba el dinero de mi bolsillo. —Son $16.90, guapo— eso último me saco mucho de onda, con algo de nervios le entregue un billete de 20 y tome la pizza. —Quédate con el cambio— —No te gustaría que me quedara contigo a hacerte compañía— dijo esta vez aun más coqueto, me quede congelado no sabía que hacer en estos casos, el tipo con mucha determinación entró y yo retrocedí —¿Que dices guapo? La pasaremos tan bien— —Lo siento, pero ya tiene compañía— dijo una voz muy familiar a mis espaldas, Steve se puso en medio del repartidor y de mi, tomó al chico del cuello de su camisa y lo sacó de casa —Y si no quieres que le reporte este incidente a tu jefe no volverás a hablarle a él de esa manera, ¿comprendes?— dijo de forma amenazante y el chico asintió —Bien— y cerró la puerta en su cara. Suspiré de alivio. —Gracias Steve, no se que habría hecho si no hubieras aparecido a mi rescate— agradecí y me marché a la sala.
