Jodidamente enamorado // Joerick.

Capítulo 7.

- ¡Princesa! - gritó Joel, captando la atención de Erick.

El ojiverde se volteó a ver al mayor, deteniéndose a sólo unos metros de su mansión.

- ¿Qué sucede? - preguntó confundido Erick.

- Me gusta como te queda mi ropa - dijo Joel antes de encender la motocicleta e irse, dejando a un Erick con las mejillas sonrojadas, sólo. El menor se dirigió hacia su mansión y entró cuidadosamente, sin hacer ruido para no llamar la atención de su madre, y fue hacia la cocina para acompañar a Julieta.

- ¿Mamá? - preguntó confundido Erick, al ver a su madre cocinando en vez de a Julieta - ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Julieta?

- Hola, cariño. Julieta se tomó el día libre ya que hoy vendrán tus tíos y primos a cenar. - Respondió con una sonrisa Daysi.

- Perfecto, entonces me voy a la dormir a la casa de Chris. - Murmuró seriamente el ojiverde, con desagrado.

- No, Erick. No puedes irte siempre que ellos viene a casa, ¡Pensarán que no los quieres ver!

- Entonces piensan bien, porque no quiero hacerlo.

- ¡Erick! - gritó su mamá, golpeando suavemente la mesada. - Te quedarás acá y no irás a ningún lado, no tienes dos años. ¡Dime porqué no quieres ver a tus tíos y primos! - exigió Daysi.

- ¿Será porqué mi tío es un homofóbico y machista, mis primos, excepto Tobias, son unos idiotas qué lo único que saben hacer es burlarse de otras personas? - habló con sarcasmo Erick, cruzandose de brazos.

- ¿A ti en qué te molesta que él sea un homofóbico? Sí tú no eres gay.

- Se trata de respetar, no de ser. - Fue lo último que dijo Erick, antes de irse de la cocina y encerrarse en su habitación.

Pudo escuchar como su madre se quejaba de él, aunque, realmente, no le importó.

No quería estar con su tío y sus primos, ya que le daba asco las personas que pensaban de aquella forma, no comprendía como podían ser así.

Tomó su guitarra y comenzó a tocar algunas notas sin sentido, para luego comenzar a cantar, perdió la noción del tiempo, disfrutando de la música, encerrándose en su propio mundo, hasta que golpe en la puerta lo trajo, otra vez, a su asquerosa realidad.

- Tus tíos y primos ya están aquí, baja a saludar, Erick - informó su madre, Erick se quejó y tomó sus auriculares, los conectó a su celular y siguió las órdenes de su madre, bajó hacia el gran living de su mansión, y miró a toda su familia reunida, enserio, daban asco.

Todos eran hipócritas, orgullosos. Erick realmente los odiaba.

No comprendía como podían comportarse así, al estar reunidos, hablaban mal de sus familiares, ó incluso amigos, pero nuncase decían las cosas de frente, simplemente fingían.

- Hola - saludo de forma sería Erick, y sonrió falsamente, saludó con un beso en la mejilla a todos sus familiares y se sentó en un sofá para uno, manteniéndose lo suficiente alejado de ellos.

Al notar que traía puesta la ropa de Joel, se golpeó mentalmente, deseando que nadie noté que esa ropa no era suya, ó lo grande que le quedaba.

Saludó con una sonrisa a Tobías, él cual había notado que la ropa, definitivamente, no era de Erick, aún así, no preguntó ó habló sobre eso.

- ¿Cómo has estado, Erick? Hace demasiado tiempo que no te veo, cariño - preguntó su tía, ella era una de las pocas personas de su familia que le caía bien, y agradecía que ella esté allí, hacia la reunión menos desagradable.