Capítulo 21.

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Ya había pasado dos semanas desde que Erick no hablaba ni sabía nada del rizado.

Los amigos de Joel volvieron a notar que él no era él mismo que hace unos meses atrás, pero nadie se animaba a preguntarle debido al humor que cargaba el rizado.

En cambio, Erick estaba "enfermo" según él, ya que tenía vómitos, dolores de estómago y cabeza. Christopher no había ido a ver al menor, ya que estaba fuera del país en unas vacaciones familiar.

Erick se sentía completamente sólo, había llamado a Christopher en la tarde, pero atendió recién en la noche.

- Hey, hola - dijo Christopher a través de la videollamada, notando que Erick estaba algo pálido e incluso raro. - ¿Te sientes bien, Erick?

- Estoy enfermo, sólo eso - respondió Erick, con una sonrisa falsa.

- ¿Qué tienes exactamente? - preguntó Christopher, mirando desconfiado al menor, rezando porque no fuera lo que él tenía en mente.

- Ganas de vomitar, y de vez en cuando vómito, dolor de estómago y de cabeza, y ahora quiero helado de chocolate - dijo Erick con una sonrisa, enserio quería el helado.

- Erick... - habló desconfiadamente Christopher. - ¿No estarás embarazado, no?

- ¿Qué? ¡No! - negó Erick rápidamente.

- ¿Seguro? - preguntó nuevamente Christopher, mirando a Erick con los ojos achinados.

- Sí. - Asintió con seguridad.

- ¿Se cuidaron? - interrogó el castaño.

Erick se mantuvo en silencio durante unos segundos.

- Mierda - murmuró.

- Eres un idiota. - Respondió Christopher, antes de comenzar a reirse.

- cuando vengas me haré las análisis, pero no lo estoy igual.

- Pero yo voy a ir dentro de dos semanas más, Eri - dijo Christopher e hizo un puchero.

- Está bien, cuando vuelvas me lo hago y te demostraré que no lo estoy.

Christopher y Erick siguieron platicando durante el resto de la noche sobre las vacaciones de Christopher y sobre cómo era Londres.

- Bueno, Chris, me tengo que ir - dijo Erick antes de despedirse de su amigo, y cortar la llamada.

El menor se encontraba sobre su cama, pensando sobre si realmente estaba embarazado, pero aún así, negó esa estúpida idea que había dicho Christopher, sólo se sentía mal, nada más.

Eran la una de la mañana y Erick aún no se podía dormir, intentó cambiando de posiciones en la cama, tomando leche sola, aunque luego la vómito, escucho música relajante, y aún así no logró dormirse.

Decidió salir a caminar por el parque un rato, así que fue hasta su armario, buscó un pantalón y un buzo, y se lo colocó, sin darse cuenta cual era aquel buzo.

Bajó las escaleras lentamente, sin hacer algún ruido, buscó sus llaves y abrió la puerta, al salir de la casa, cerró la puerta sin hacer ruido. Y comenzó a caminar.

La noche era fría, aunque no había una sola nube en el cielo, estaba complemento estrellado, sus estrellas le daban una luz especial a los árboles y calles de aquella noche.

No había tanto ruido como siempre, se podía oír a lo lejos algún que otro perro ladrando, junto a la pequeña brisa que había, las calles estaban vacías, nadie circulaba por allí, excepto Erick.

Comenzó a caminar en dirección había el parque, mientras que un viento frío golpeó el rostro de Erick bruscamente, provocando que el perfume que aún quedaba en el buzo, se hago notorio.

Erick inhaló profundo el aroma de aquel perfume, sí, lo extrañaba aún, pero no sabía que hacer ó cómo actuar, así que prefería ignorar aquel sentimiento de vacio.

Los recuerdos comenzaron a llegar a la memoria de Erick, sacándole una sonrisa melancólica al menor.

Extrañaba sentirse cuidado y protegido por Joel, y sabía que no podía dormir bien por su notoria ausencia, extrañaba recostarse sobre su pecho y oír su respiración tan tranquila, extrañaba que le diga "princesa" aunque, según Erick, odiaba que le diga así, extrañaba besar esos labios gruesos y rellenos, extrañaba abrazarlo y sentir mejor el perfume del mayor, quedando ese perfume sobre su ropa ó su cuerpo, extrañaba sus ojos cafés oscuros, esos que junto a sus pestañas lo podían hipnotizar con solo una mirada, extrañaba acariciar ó despeinar sus rulos, extrañaba su voz ronca en las mañanas, preguntándole cómo amaneció, incluso extrañaba sus tostadas. Extrañaba todo del rizado, lo extrañaba a él.

Erick comenzó a caminar cabizbajo, patentado una piedra con sus pies, intentando no perderla, aunque unas cuadras más tarde la perdió, nuevamente.

Comenzó a notar lo mucho que extrañaba a Joel, y lo triste que era su ausencia, Christopher era su amigo y siempre intentaba verlo mejor, pero era eso, su amigo, en cambio, Joel no. Nunca supo que era lo que tenía con el rizado, siquiera sabía como llamar a aquella relación, pero sí habia algo que sabia, que eso, era real.

Las luces comenzaba a apuntarse hacia un sólo lugar, el parque. Erick sonrió y caminó hacia allí, vio los juegos para niños, unos asientos y mesas, junto a árboles.

El menor caminó hacía los juegos, sí, iba a subirse en una hamaca, pero, no había nadie que pueda afirmar eso, ó eso creía.

Se sentó en una de las tantas hamacas que había en el parque, no se hamacó, sólo se quedó allí sentado, mirando sus pies, mientras que jugaba con ellos, dibujando pequeños círculos sobre el pasto.

Al oír unos pasos cerca de allí, Erick levantó la mirada, buscó de dónde provenía el sonido.

No pudo ver nada, ya que un sector del parque estaba completamente apagado, tal vez en otro momento ese lugar le hubiera dado miedo, pero hoy no.

Los pasos se acercaban más hacia donde estaba Erick, por lo lejos pudo ver la figura de un chico cabizbajo, se notaba algo... triste.

Mientras que el chico se acercaba más, Erick pudo notar quién era.

Su corazón comenzó a latir rápido nuevamente, sentía mariposas en su estómago.

¿Enserio aún seguía causando ese efecto en él?















Hi.♡

Dios, soy mi propia fan, amo esta historia, broh.

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Perdón por tardar tanto en publicar, en mi perfil explique el porqué, pero aún así, quería disculparme.♡

Nos leemos luego. ♡

Jodidamente enamorado // Joerick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora