Capítulo 28.

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- Hola, señora Daysi, buen día - saludó cordialmente Joel a Daysi, al ser recibo por ella.

- Hola, Joey. ¿Cómo estás? - preguntó con una sonrisa la mujer, cerrando la puerta por detrás de él.

- Bien, ¿y usted?

- Bien, cariño - respondió Daysi, y antes de hablar nuevamente, el celular de ella sonó. - Okey, Chris, ya salgo para allá.

- ¿Hablaste con Chris? - preguntó dulcemente Daysi.

- Sí, por eso vine.

- Perfecto, cariño. - Daysi tomó su cartera junto a las llaves de la casa - Nos vemos luego, Joel, y recuerda traerlo a Erick a las dos, por favor.

- Si, señora - asintió el rizado antes de que Daysi salga de la casa.

Joel se dirigió hacia la cocina, encontrándose con Julieta.

El ojimiel se acercó cuidadosamente a la mujer, trapandole los ojos con sus manos.

- Joel, saca tus manos de mis ojos, por favor - pidió Julieta.

- ¿Cómo sabías que era yo? - preguntó Joel, confundido.

- Demasiados años a tu lado - respondió restándole importancia. - Ó tal vez, porque oí tu voz y Erick aún está durmiendo.

- Eso tiene lógica - dijo el rizado, mirando a la mujer. - ¿Qué estás haciendo, Ju?

- Preparando la comida.

- ¿Quieres ayuda, Ju? - preguntó Joel, con una sonrisa.

- ¿Puedo negarme a tú ayuda? - respondió Julieta con otra pregunta.

- No - respondió Joel acercándose a Juelita. - ¿Qué tienes que hacer?

- Guardar el pastel en la helada para esconderlo de Erick y así no lo vea, mientras que termino de decorar unos capcakes - dijo Julieta, señalándole una manga repostera junto a una crema de chocolate.

Joel tomó la crema y comenzó decorar los capcakes con diferentes formas y dibujos.

Al terminar la tercer decena, el rizado miró la hora, las diez y cuarenta de la mañana.

- Iré a despertar a Erick, Ju - informó Joel, sacándose el delantal. - ¿Guardaras esto?

- Sí, y también me esconderé, así que trata de que cuando se despierte mantenerlo lejos, llevalo a desayunar y luego a pasear por algún lado, así puedo terminar la decoración de la casa - dijo Julieta, mientras guardaba los capcakes y el pastel en la heladera.

- Okey, nos vemos luego entonces, Juli - se despidió Joel antes de subir por la escaleras.

Golpeó la puerta de la habitación de Erick dos veces, ganándose un bufido por parte del menor.

Sonrió y negó con al cabeza, entró a la habitación, encontrándose con un Erick completamente dormido, y con su rostro escondido entre las almohadas y sábanas del menor.

Joel se acercó cuidadosamente a la ventana, intentando no hacer ruido, y la abrió de par en par, ganándose maldiciones por parte del ojiverde.

- Veté - se quejó dormido Erick, aún sin abrir sus ojos para notar la presencia de Joel, y sin saber que era él debido a que el rizado no había hablado.

- Si eso quieres - dijo Joel, comenzando a caminar ruidosamente hacia la puerta.

Erick reconoció la voz del mayor.

- ¡Joey! - habló, aún dormido, Erick, pero con un tono de felicidad en su voz.

- Hola, bebé - saludó Joel al menor, sentándose junto a él en la cama, intentando destapar el rostro del menor.

Jodidamente enamorado // Joerick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora