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La cena había transcurrido de manera adecuada, su madre no paraba de hacerle toda clase de preguntas a Yoongi, principalmente de los estudios.

¿Es que esa mujer no se callaba nunca?

Después de una buena dosis de vergüenza, Taehyung y Yoongi subieron para dormir. Y ahí se encontraban ahora, Tae en la cama y Yoongi durmiendo con una colchoneta inflable en el suelo.

Taehyung seguía en trance. Estaba sumido en un profundo proceso de asimilación. No todos los días el chico que acosabas desde lejos de repente está durmiendo contigo en tu habitación. Miró al peli negro, tan adorable que debería ser ilegal, parecía un pequeño gatito.

De repente Yoongi comenzó a removerse sobre la colchoneta. Al observar su cuerpo, Tae vió que estaba tiritando y de vez en cuando soltaba pequeños quejidos.

No sabía exactamente si estaba teniendo una pesadilla o simplemente era frío, el caso es que no soportaba más los pobres quejidos que soltaba el chico, le angustiaba el hecho de que Yoongi sufriera por cualquier cosa. Tenía unas ganas tremendas de abrazarle y protegerle de todo.

Así que pensó que lo más sensato y menos cringe era traerle a la cama con él.

Se levantó con cuidado y se acercó a él. Pasó su brazo por debajo de las piernas y con el otro le incorporaba para levantarlo. Cogiéndole así Yoongi parecía un adorable príncipe. Le tumbó con mucho cuidado de no despertarle, creía que si lo hacía no viviría lo suficiente para casarse con él.

Se tumbó a su lado y tapó ambos cuerpos bajo un montón de mantas. Se acercó bastante al peli negro, buscando el darle un poco de calor con su cuerpo. Yoongi paró de quejarse, dejando un puchero demasiado lindo en sus sonrosados labios. Tae tenía ganas de tocarlos, parecían suaves como las nubes.

Acercó lentamente un dedo a la blanca mejilla del peli negro y rozó su fría piel. Al instante Yoongi suspiró, como si ese toque hubiera sido suficiente para calmar todo lo que le atormentaba en ese momento. Tae sonrió al ver su respuesta a su tacto y cerró los ojos, está vez durmiendose en un segundo.

-💫💫💫-


A la mañana siguiente, Taehyung abrió con pereza un ojo, siendo una cabellera negra lo primero que ve nada más despertar. Cierra los ojos durante un segundo recordando que anoche había llevado a Yoongi a su cama.

Había.

Llevado.

A Yoongi.

A su cama.

Abrió los ojos asustado, ¿y si el peli negro se despertaba y pensaba que había intentado hacer algo inapropiado con él? No quería quedar como un violador, así que decidió salir de ahí. Solo había un pequeño problema:

Él estaba por la parte de la cama que estaba pegada a la pared. Tendría que pasar por encima de Yoongi para llegar a la puerta. Se armó de valor y lo hizo.

Pasó cuidadosamente un brazo al lado del peli negro. Éste dormía tranquilamente, por lo que ni se inmutó. Taehyung estaba justamente encima de él, con sus brazos a cada lado de su cuerpo, manteniendo su peso. En ese momento se detuvo y contempló la obra de arte que tenía debajo de su cuerpo.

Yoongi tenía puesta una camiseta de Taehyung. Le quedaba grande, haciendo que la prenda se deslizara por un hombro, dejando éste al descubierto. Sus claviculas también estaban a la vista. ¿Podían las claviculas ser sexys? Porque esas lo eran.

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