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En sus 18 años de vida, Taehyung nunca se había visto subido a un árbol, espiando a su crush desnudo y con una ereccion entre las piernas.

Pero ahí estaba, viendo las blancas y respingonas nalgas de Min Yoongi.

Se abofeteo mentalmente, ¡no podía hacer eso! Era un sucio y asqueroso acosador. Repetía eso en su mente junto a más insultos hacia su persona mientras bajaba del árbol dispuesto a ir a su casa y decirle a su madre que necesitaba ir al psicólogo.

Pero cuando se bajó, se encontró un bonito lobo gris.

-Oh no... - suspiró cuando se encontró con una mirada seria. Creía recordar que los ojos del lobo eran de un rojo amenazador, pero ahora solo le miraban con un tono acusador, además de que eran marrones.

Levantó sus manos en señal de rendición y entró en la casa.

-¿Estás enfadado porque he descubierto tu secreto o porque te he visto desnudo?

El lobo puso cara de levantar una ceja.

-O porque estaba subido en un árbol mirando tu casa... Mirándote a ti... Mientras te desnudabas.

Tae se dio la vuelta, muriéndose de la vergüenza al ser pillado. Empezó a mostrar interés en el resto de la casa, pequeña y con decoración de adolescente. Cerró los ojos con fuerza cuando se empezó a escuchar un sonido como huesos crujiendo.

-Eres un cantoso, supe que me estabas siguiendo desde que nos alejamos del instituto.

Taehyung se dio la vuelta para mirar con cara de ofendido al peli negro, que le miraba con cara de fastidio, con los brazos cruzados encima de su desnudo pecho.

-¡¿Perdona!?- le gritó al chico- ¡estaba irreconocible! ¡Si ni siquiera se me veía la cara!

-¡Tu olor imbécil! Desde que lo percibí supe que estabas persiguiendome.

-¿Y a qué huelo si se puede saber?- esa estaba siendo la discusión más ridícula que había tenido con alguien. Incluso más que aquella donde Soobin decía que el equipo del Capitán América derrotaria al de Iron Man.

-¡Hueles a pan recién hecho, a canela y a sábanas limpias...!

Fue como si algo hiciera click en la cabeza de Yoongi. Dejó de gritar y se dedicó a mirar hacia otro sitio que no fuera la cara de Taehyung mientras sentía que sus mejillas se calentaba.

-Pues huelo muy bien entonces...

-Me relaja, nada más- dijo de forma cortante mientras subía a su habitación.

Tae fue detrás de él. Vio cómo abría una cómoda y se ponía unos calzoncillos y una camiseta larga y blanca que le llegaba a la mitad de los muslos. De repente echaba de menos verlo sin la ropa.

-¿Y no me preguntas cómo descubrí que eres un hombre lobo?

-Dile cambia formas mejor, no me gusta lo de hombre lobo- le respondió Yoongi mientras bajaba las escaleras, yendo a la cocina y poniendo a calentar unos fideos instantáneos para dos personas.

-Bien, descubrí que eras un cambia formas porque eres el típico chico callado, misterioso y sexy que esconde muchos secretos y hace que medio instituto esté enamorado de él.

-Creía que sólo tú estabas enamorado de mí.

Tae rodó los ojos.

-Obvio que no, eres el tipo ideal de mucha gente. El caso es que además de eso, el otro día cuando te vi en tu forma animal.

Yoongi miró hacia otro lado.

-¿Por qué dejaste que te viera?- continuó Taehyung. Se había sentado en una silla como si la casa fuera suya. Yoongi iba a contestar cuando sonó un timbre, recordándole la cena.

AlwaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora