Always

30

La pareja estaba sentada en la enorme cama, uno frente al otro. Se miraban nerviosos mientras la cabaña se iba sumiendo poco a poco en la oscuridad. Por suerte, el cielo estaba completamente despejado, eso era buena señal para que la luna brillara en todo su esplendor.

-Jimin- le llamó el cambia formas.

Jimin le miró.

-Quería decirte... bueno yo....- de repente Jungkook notaba que su valor se iba al mirar los preciosos ojos del chico- quería proponerte algo.

Jimin asintió y con una sonrisa le cogió la mano, Jungkook se veía muy nervioso.

-Te escucho.

-Bueno, la bebida que te hará entrar en calor tiene un efecto inmediato y yo... Jimin quiero que sientas- Jungkook acabó con los escasos centímetros que le apartaban del cazador- quiero que me sientas. Me gustaría hacerlo contigo de una manera que tú participes también. Si estás bajo los efectos de la bebida no estarás muy consciente de las cosas que haces y te conozco lo suficiente para saber que quieres saber tus acciones. Así que te pido que me dejes desnudarte y contar todos tus lunares y marcas antes de marcarte, para que tú te adaptes a todo esto.

Jimin tenía la cara caliente, seguramente estaría sonrojado a más no poder.

-Sé que dijimos que nuestra primera vez sería cuando te marcara, pero no me parece bien. No me parece bien porque quiero sentirte conmigo. N-No sé si estarás de acuerdo...

Jimin le contestó con un pequeño pico.

-Jungkook, es una magnífica idea. Tienes razón, es mejor que me adapte a ti cuando antes y luego... intentaré estar presente, te lo prometo.

El moreno entrelazó sus dedos con los del chico.

-Sé que lo intentarás, pero no te preocupes, no te pienso dejar solo.

Y dicho esto, el cambia formas se lanzó a los labios del más bajo.

Besó con dulzura y lentitud los suaves belfos de Jimin, notando cómo su boca encajaba perfectamente con la suya. Se separaron con un sonoro ruido, pero al instante, Jimin besó con mucha pasión a Jungkook, jadeando en el proceso. Sus lenguas comenzaron a reconocerse y en cuestión de segundos ambos eran un desastre de jadeos y chasquidos.

Por culpa del oxígeno tuvieron que separarse y al hacerlo ambos abrieron lentamente los ojos. Jimin no se sorprendió en absoluto al ver que Jungkook tenía un ojo dorado, mientras que el otro era negro como siempre. El cazador alzó su pequeña mano y acunó la mejilla de su novio con ella.

-Te adoro- le dijo en un susurro, ya que el beso de antes le había dejado sin aliento.

Jungkook tenía un ligero sonrojo por el rostro, haciéndole ver más adorable de lo que ya era. Sus descontroladas ondulaciones le caían por la cara, tapándole de vez en cuando sus grandes y redondos ojos.

Entonces Jimin comenzó a desvestirlo.

Cogió la camiseta de Jungkook y se la quitó con lentitud. Después, el moreno se puso sobre sus rodillas para que el más bajo desabrochara el amarre de su pantalón. Jimin bajó esa prenda hasta los muslos, viéndose interrumpido por las manos del cambia formas sobre las suyas. Jungkook le miró y llevó las manos de su pareja hacia el principio de su ropa interior, dejando claras sus intenciones. Jimin tragó saliva y metiendo los pulgares en la prenda, la bajó junto con los pantalones. Finalmente Jungkook se quitó los calcetines, quedando completamente desnudo ante su novio.

Jimin no pudo evitar pasar sus pequeñas manos por la caliente y tersa piel del chico. Acarició sus brazos y el torso, pasó sus manos por las abdominales hasta llegar a la pelvis. Jimin sintió su cara calentarse. Había visto más de una vez la desnudez de Jungkook, pero este momento era tan íntimo, tan especial y lento, que se sentía como si fuera la primera vez que veía al moreno así.