Always

Final

No sabía cuánto tiempo había pasado exactamente, tal vez una o dos semanas.

Habían pasado pocos días desde que se separó de Yoongi, pero Taehyung evitaba contarlos y por ello no estaba seguro del tiempo en el que vivía. Para colmo su madre no paraba de preguntar por él a lo que el chico contestaba que el peli negro estaba pasando una mala racha con su familia.
No era mentira.

A Taehyung le dolió abandonar la manada, aunque sabía que nunca sería como ellos, los lobos le aceptaron. Además, le gustaba ver la felicidad de su novio al estar rodeado de su especie.

-Es lo mejor- se repetía día tras día.

Pero no lo era. Lo sabía mientras iba a clase después de las vacaciones y no veía a Yoongi allí, el ver cosas que le recuerdan a él y otras que quiere enseñarle pero no puede.

Justamente regresaba de las clases en dirección a su casa cuando decidió ir a la de Yoongi.

No sabía por qué, tal vez para recordar esos momentos que pasaron en la vivienda o simplemente para volver a sentir que estaba con él. El camino se le hizo corto ya que se lo sabía de memoria. Pero se sorprendió al ver la puerta algo abierta.

Entró corriendo, con la esperanza de que el peli negro haya vuelto. Pero no era el peli negro aquel que le miraba desde el salón.

-¡¿Jungkook!?

-Hola, ¿qué tal?- el chico se estaba tomando un café tranquilamente.
La imaginación de Taehyung era peligrosa. ¿Qué hacía Jungkook ahí? Tal vez había acompañado a Yoongi a buscar algo, tendría sentido, pero y si....

Y si estaba con Yoongi.

Los puños del humano se cerraron con enfado.

-¿Estás con Yoongi?- preguntó en voz baja.

Jungkook escupió el café y mientras tosía, le miraba como si se hubiera vuelto loco.

-¿Pero qué cosas dices? ¿Cómo voy a estar con Yoongi?

Taehyung apretó la mandíbula y justo cuando iba a decir un par de cosas no muy agradables, se escuchó un quejido.

El humano se giró hacia el sonido y vio un omega. Era muy pequeño, como un perro grande. Su pelaje era parecido al color de la arena, muy peludo y sus ojos...

-Es la primera vez que veo un animal con ojos rosas- confesó sorprendido.

El lobo trotó hasta estar encima del sofá con Jungkook. Posó su hocico en el regazo del chico, que comenzó a acariciarle.

-Es el omega más cariñoso que conozco- le dijo el cambia formas.

Entonces Taehyung cayó.

-¿Jimin?- le preguntó al animal.

El omega alzó una oreja en dirección al humano y sus ojos brillaron.

-Es un omega muy bonito- entonces Tae se sintió idiota, bastaba con ver los ojos amorosos de Jungkook, que solo miraban al omega, para saber a quién pertenecía su corazón.

-¿D-Dónde está Yoongi?- preguntó, sus manos comenzaban a sudar.

-Ha ido a buscarte, no nos esperábamos que vinieras aquí. Pillamos a Yoongi justamente cuando venía para acá así que Jimin y yo decidimos acompañarle, principalmente para ver cómo es esto de la ciudad.

El omega meneó la cola. Taehyung no se había fijado con determinación, pero el lobo tenía varías similitudes con el chico. El humano se sentó derrotado a su lado y al instante el omega, menando el rabo, se acercó a él con la intención de recibir mimos.