Su boca estaba seca.Le costaba respirar, su corazón acelerado.
-Jimin...
Hoseok estaba a su lado, tocandole el brazo.
-¿Qué ha pasado?
Jimin abrió la boca, pero por un instante no salió ningún sonido. Respiró profundamente y entonces pudo hablar.
-Me obliga a ir a la caza de hoy.
Hoseok tragó saliva.
-Tu padre...
-Dicen que han visto a parte de la manada en una llanura cercana a la aldea, no van a desaprovechar esta oportunidad.
El castaño asintió.
-Intenté decirle que no, pero...
No hacía falta que continuara, su mejilla sonrojada por el golpe lo aclaraba todo. Hoseok suspiró.
-Yo también iré, no pienso dejarte solo con esos tipos- Jimin le abrazó, muy triste por tener que someterse a semejante tortura.
Ahora iba agarrado a la manga del abrigo de Hoseok, él con su capucha puesta de manera que apenas se le veían sus pequeños ojos. Su pelo color caramelo se balanzeaba suavemente por el viento. Su amigo y él eran los últimos en esa fila que habían creado los cazadores para pillar a sus presas.
Jimin sujetaba su escopeta, deseando usarla en contra de esos monstruos, los humanos. No quería matar ningún lobo, se sentiría el peor ser humano de la tierra si lo hiciera.
-¡Lobo!
Un grito y el caos se desató. Los hombres gritaban con fuerza mientras se lanzaban a la caza. Algunos lobos se defendían como podían de los intrusos, mientras que otros huían al bosque siendo perseguidos.
Jimin se había quedado paralizado en medio de la batalla, sin saber qué hacer. Había perdido a Hoseok de vista, estaba solo. Se acercó a los árboles pensando seriamente en subirse a uno y esperar que todo aquel infierno parara. Escuchaba las escopetas dispararse, lamentos y lloriqueos de lobos alcanzados por las distintas armas de plata de los cazadores.
Pero en medio del caos Jimin escuchó un agudo gemido. Buscó entre los árboles y bajo un seto vio algo que le hizo temblar de la cabeza a los pies.
Era un cachorro, aullando desesperado porque estaba atrapado en una trampa. Llamaba a su madre desesperado, gimiendo aún más alto cuando vio a Jimin.
El chico, como acto reflejo, tiró el arma al suelo. El pobre lobo temblaba, tumbado, intentando enterrarse en la nieve. Jimin comenzó a hablarle en voz baja y tranquila a medida que se acercaba al cachorro. Éste al menos se había callado aunque no paraba de temblar. Cuando Jimin estuvo a su lado el lobo cerró los ojos. Al humano se le estrujo el corazón al ver cómo el pobre cachorro esperaba su muerte. Por suerte Jimin conocía bastante bien esas trampas y pudo sacar al lobo en un minuto.
-¡Ya estás libre pequeño!
-¡Jimin!
El chico se dio la vuelta asustado al ver que uno de los cazadores de la aldea le miraba acusador mientras apuntaba al cachorro con su alma. Jimin no lo dudó ni un segundo y se interpuso entre el arma y el lobo.
-¿Pero qué haces estúpido?
-¡No le vas a matar!- le gritó.
-Eres un pequeño traidor, ¿eh? Verás cuando le diga a tu padre que te has aliado con esas bestias del demoni...
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Always
Fanfiction-¿Te quedarás a mi lado? -Siempre. 🐺Lobos🐺 🌸No se permiten copias ni adaptaciones. •Sakuura