hamerhand (Traducción Excluciva)

capítulo 12: Coleccionistas

Cuando Jack vio a su primer coleccionista en persona, no fue exactamente una experiencia agradable. Se estaba moviendo a través de uno de sus corredores de almacenamiento en la estela de la epistolaria, las vainas carnosas que recubren las paredes a cada lado, cuando con un gran ruido carnoso, la vaina frente a ella se abrió.

El contenedor gris enfermizo pareció tener espasmos, antes de que la capa muscular a su alrededor se separara, revelando a su ocupante. El extraterrestre en su interior fue vomitado, todavía resbaladizo con los jugos de su matriz, antes de que levantara la cabeza al verla, con los ojos brillantes de odio extraterrestre. Alcanzó su rifle, esperando acabar con ella, antes de que un muro de fuerza se estrellara contra él y lo arrastrara como un desastre roto. Jack gruñó en una furia casi salvaje, la corona azul brillante de energía biótica residual se formó mientras ella reunía sus poderes.

"¡Conmigo!" Cyralius llamó, enviando una lanza abrasadora de energía warp a través de una serie de cápsulas, ensartando a sus ocupantes antes de que pudieran nacer. "¡Con rapidez!"

Jack no perdió el tiempo, ya erigió un escudo biótico y volvió a enfrentarse con el gigante vestido de adamantium, destrozando a otro Coleccionista cuando emergió de su propia cápsula. Cada vez más abiertos, los Coleccionistas se derramaban desde adentro incluso cuando Jack los golpeaba con explosiones de fuerza biótica.

Un pequeño grupo apareció al final del corredor con las armas levantadas y ya lanzando fuego en su dirección. Jack se concentró, y una ola de explosiones azules percusivas surgió del suelo hacia ellos, destrozando los caparazones de los xenos y dejándolos como nada más que restos destrozados.

Sin embargo, los Coleccionistas de dentro de las vainas del corredor habían emergido mientras ella estaba distraída, y Jack se lanzó a un lado, enviando una explosión en su dirección antes de que pudieran golpearla. Agachándose detrás de una cápsula desocupada, agarró su pistola de su funda y envió un trío de disparos a los Coleccionistas, maldiciendo en voz baja a los Coleccionistas antes de agarrar a un trío de lejos con un puño invisible de biótico y dejándolos gentilmente. flotar lejos sin poder hacer nada.

"¡Jack, bájate!" Cyralius llamó. "¡Con rapidez!"

Sin esperar una explicación, Jack lo hizo, esperando que la epistolaría supiera lo que estaba haciendo.

Por un momento, Cyralius estaba quieto, los brazos ayudan en una posición defensiva. Jack casi sintió una sensación de tirón, atrayéndola hacia él como un vórtice de poder antinatural, y ella agarró la cápsula casi involuntariamente, esperando que lo que fuera que hiciera lo hiciera rápidamente; cada vez más coleccionistas se agolpaban por la entrada del corredor.

Con un estallido profundo, una ola de llamas explotó desde Cyralius, arrastrándose por el pasillo hacia los Coleccionistas, quienes comenzaron a empujarse uno contra el otro en pánico mientras la marea de calor se vertía hacia ellos. Jack se agachó, el calor abrasador le cubrió la cabeza, haciendo una mueca de dolor cuando comenzó a pincharle la espalda. Envió más poder al escudo, luchando para reforzarlo contra la nube de fuego. Comenzó a jadear, las llamas succionaron con avidez el oxígeno a su alrededor, y apresuradamente tocó la llave de activación de la máscara de aire que llevaba, casi se ahogó cuando se activó.

Con un profundo "golpe", las llamas se extinguieron y Jack se levantó con cuidado. El corredor era una ruina, quemada por la llama de la urdimbre, los recolectores y sus vainas no eran más que cascarillas marchitas y ennegrecidas, marchitas por el calor abrasador de las llamas. Incluso a través de su máscara, el lugar apestaba a carne carbonizada.

"Bueno, eso fue estimulante", dijo Cyralius alegremente. Curiosamente, se había formado escarcha sobre su armadura y el piso alrededor de sus pies, y estaba comenzando a derretirse suavemente. "¿Estás bien?"